Aunque se alude a que miles de personas se quedaron sin empleo en la Isla y la situación económica empeoró durante esta cuarentena impuesta por el gobierno para evitar el contagio del coronavirus, las casas de empeño han experimentado un fenómeno “bien raro” en el que la mayoría de las personas han acudido a saldar sus cuentas y obtener sus pertenencias de vuelta, pero no para ceder artículos.

Cuatro dueños de casas de empeño, incluido el de la más grande cadena que existe al momento en la Isla, La Familia Pawn & Jewelry, coincidieron en entrevista con Primera Hora en que el mercado ha decaído grandemente. Aludieron a que se ha transformado a 90% el reclamo de pertenecías y 10% a empeño.

Esta transformación es detrimental para los negocios, “porque afecta el ciclo de compra y venta para nosotros continuar con el desarrollo de la economía y de las ventas como tal”, informó Jeanie Carrión, propietaria de Oro Centro Xpress.

Aunque las casas de empeño pudieron continuar operaciones, por ser consideradas una institución financiera, el efecto de la Orden Ejecutiva impuesta por la gobernadora Wanda Vázquez “ha limitado mucho el tráfico de las personas”, informó David Ashe, presidente de La Familia, que tiene 24 tiendas en la Isla y 17 en Florida.

Añadió que “no vimos inicialmente un incremento de solicitud de préstamos (empeños). Vimos mucha actividad a reclamar mercancía que tenían en empeño. Ahora en la cuarentena, mucha gente que tenía televisores, computadoras, juegos de vídeo para niños, como PlayStation, aprovecharon para saldar la mercancía, porque tenían a los niños metidos en la casa todo el día y necesitaban sus computadoras, más televisores. Hubo una actividad bien grande de saldo al principio y cuando digo grande, no es tan grande, porque mucha gente se quedó en su casa”.

Ashe comentó que la semana pasada fue que se comenzó a observar más transacciones de empeño de artículos, joyerías y autos, pero no como ocurría antes de la pandemia. Señaló que el mercado ha bajado, en su caso, hasta un 40% de lo normal.

Carrión, por su parte, expuso que la disminución de personas que acuden a recibir “servicios prestatarios” en las casas de empeño es considerable. Dijo que esta baja ocurre, “porque la mayoría de las personas han recibido beneficios del gobierno”.

De hecho, señaló que cuando las personas comiencen a dejar de recibir las ayudas por desempleo o agoten el incentivo federal de los $1,200 por adulto y $500 por niño que se recibe del gobierno federal podría mejorar el mercado para las casas de empeño.

Alberto González, administrador de Casa de Empeño Chardimgo, en Carolina, explicó que fue de los que llegó a pensar que la estrechez económica causada por la cuarentena iba a beneficiar a las casas de empeño.

“Yo pensé que iba a ver movimiento, pero no. Parece que la gente está recibiendo las ayudas, no sé, tienen liquidez”, opinó.

Manuel Báez, propietario de las casas de empreño CashEx en San Juan y Guayama, concurrió en que el movimiento está “muy flojo, flojísimo en cuestión del empeño. Nosotros pensamos que esta sería una oportunidad, que quizás la gente está sin chavos y va a venir a empeñar, y ha sido todo lo contrario. En lugar de la gente estar empeñando, han estado retirando mucho y pagando intereses. No sé si es por los chavos que han estado llegando del desempleo y las ayudas económicas. Ha sido muy duro, bien raro, definitivamente nos ha afectado mucho”, afirmó.

El empresario aceptó que la situación está tan mala que ha comenzado a hacer otros negocios para sobrevivir.

“Los empeños de prendas han sido muy bajitos en cuestión al promedio que empeñábamos siempre. Se ha parado casi por completo, lo mismo que con el empeño de herramientas”, recalcó Báez.

Es en los empeños que estos comercios logran sus mayores ganancias. Por ejemplo, en CashEx cobran intereses de 5% en los primeros cinco días de haber prestado dinero a cambio de un bien como colateral. Aumenta a 10% cuando los préstamos alcanzan los primeros 10 días, 15% si se extiende a 15 días y 20% si se llega al mes.

Ashe explicó que se supone que los empeños sean por un mes. No obstante. El promedio es que las personas renueven su préstamo y paguen intereses por 51 días como máximo. Por ley, estos empeños solo se pueden renovar por 15 meses.

El artículo cuyos intereses no sean pagados o saldado, el comerciante lo pone en venta.

“Esto es casi casi un Marshalls”, destacó el dueño de La Familia.

De hecho, ahora que el mercado ha decaído, las casas de empeño han visto un leve aumento en ventas, principalmente de juegos electrónicos, televisores y computadores. No obstante, los comerciantes aceptaron que este equipo que tenían disponible se fue de inmediato.

La Familia, Oro Centro Xpress y CashEx, por ejemplo, se han movido a la venta por internet. Los empresarios indicaron que la mercancía se le puede llevar a la casa o recoger en tienda.

“Aquí estamos tratando de salir adelante. En algún momento el empeño tendrá que crecer. Cuando parren las ayudas, quizás el empeño sea una necesidad”, puntualizó Báez.