MORENO VALLEY, California. Una burra silvestre apodada Cupido se está recuperando de una cirugía después de haber sido herida con una flecha, en lo que las autoridades dicen es el último de una media docena de ataques desde junio contra burros que deambulan por áreas semirrurales del interior del sur de California.

La burra de 2 años fue vista el miércoles de la semana pasada con una flecha azul sobresaliendo de su hombro derecho mientras caminaba con una manada en las estribaciones de Moreno Valley, a unos 104 kilómetros (65 millas) al este de Los Ángeles.

Relacionadas

Los servicios de control animal y el Departamento del Sheriff del Condado de Riverside respondieron y ayudaron a llevar a la burra herida para un procedimiento de emergencia para remover la punta de la flecha. El proyectil había perforado el pulmón derecho del animal, dijo Chad Cheatham, vicepresidente de DonkeyLand, una organización de rescate sin fines de lucro.

“En este momento está estable y de pie, lo cual es una gran mejora”, señaló Cheatham el lunes. Cuando Cupido se recupere completamente, se unirá a un grupo de burros rescatados que deambulan por el santuario y reserva de vida silvestre de 800 hectáreas (2,000 acres) de DonkeyLand.

El grupo de rescate está ofreciendo una recompensa de 24,000 dólares, recaudados mediante donaciones, por información que conduzca al arresto y condena de cualquier persona involucrada en al menos seis ataques con arco contra burros en los últimos meses.

El Departamento de Servicios para Animales del condado Riverside dijo el martes que la investigación está en curso y pidió la ayuda del público para identificar a un sospechoso o sospechosos.

Los burros silvestres están protegidos por la ley federal. Son un símbolo del suroeste estadounidense, que se remonta a sus días como animales de carga para las personas que acudían a California durante la Fiebre del Oro.

Cheatham dijo que los burros se han convertido en una “mascota no oficial” de Moreno Valley, donde cientos de ellos han vagado libremente durante al menos 75 años. Incluso ayudan a reducir el riesgo de incendios forestales al devorar pasto seco en cañones remotos y en los condados de Riverside y San Bernardino, indicó.

“Así que realmente proporcionan un beneficio a la comunidad. Los bomberos los adoran porque dicen: ‘Hombre, estos chicos pueden ir a lugares a los que nosotros no podemos ir’”, comentó Cheatham.

Los animales son dóciles, pero a veces pueden ser una molestia si mastican las flores de los residentes o bloquean las carreteras cuando los automovilistas se detienen para alimentarlos desde sus coches, señaló.

El año pasado, el vecino condado de San Bernardino, donde se estima que el número de burros salvajes es de miles, contrató a la organización sin fines de lucro Peaceful Valley Donkey Rescue para capturar humanamente a los animales y trasladarlos a santuarios.

“Aunque los burros silvestres deleitan a muchos residentes y visitantes, también se encuentran comúnmente con el tráfico vehicular y trenes de carga, lo que resulta en tragedia para burros y humanos”, manifestó el condado en un comunicado. “Los burros también se lesionan gravemente —lo que lleva a infecciones y muerte— cuando se enredan en cercas o cuando sus pezuñas quedan atrapadas en jarrones de flores de cementerios”.

Las flechas utilizadas en los ataques de Moreno Valley eran de punta ancha, un estilo tradicionalmente usado para la caza, dijo Cheatham. Según DonkeyLand, el primer ataque ocurrió el fin de semana del 14 de junio, cuando se encontró a un joven burro pastando con una flecha en su costado no lejos de donde se descubrió a Cupido. Unos días después, se encontró a un segundo burro herido con un estilo similar de flecha en la misma área.

Desde entonces, al menos otros tres burros fueron heridos en las cercanías, incluyendo una pareja que se estima tenía entre dos y cuatro meses de edad, dijo el grupo de rescate.

Los burros sanos típicamente viven 40 años o más y varían en tamaño desde “minis” a la altura de la cintura hasta algunos corpulentos.

El año pasado, dos hombres se declararon culpables de cargos federales por usar rifles de alta potencia para matar a tres burros silvestres en el Desierto de Mojave en el sur de California, a unos 145 kilómetros (90 millas) al norte de Moreno Valley.