La Lotería de California anunció que Armando Vidal, quien pasó años viviendo en las calles tras una lesión laboral, ganó un premio de un millón de dólares con un raspadito comprado en San Luis Obispo.

El hombre, que en principio pensó haber obtenido apenas US$200, terminó descubriendo junto al gerente de la tienda que el monto real era de siete cifras. “Pensé, ¿eh?”, relató sorprendido cuando le confirmaron la noticia.

Cómo ocurrió el inesperado hallazgo en California

La suerte llegó en abril, cuando Vidal adquirió dos boletos Triple Red 777 de US$10 en Sandy’s Deli & Liquor, un local que frecuentaba desde hacía años.

El escáner de la tienda primero arrojó un posible premio de 100 mil dólares, pero fue Wilson Samaan, el encargado, quien confirmó la cifra exacta. “¿Qué vas a hacer con un millón de dólares?”, le preguntó, según recogió Sfchronicle.

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Fue él mismo quien acompañó a Vidal a la oficina de la Lotería en Fresno para asegurarse de que reclamara el premio sin contratiempos.

Vidal había quedado sin hogar en 2008, cuando una lesión lo obligó a abandonar su empleo. Desde entonces, sobrevivió en Santa María y San Luis Obispo, dependiendo de refugios y la ayuda comunitaria.

Ahora, afirma que destinará parte del dinero a conseguir una vivienda digna con espacio para sus perros, además de invertir para garantizar estabilidad a largo plazo. “No puedo esperar a salir de las calles”, aseguró tras el anuncio.

De acuerdo con la Lotería de California, las probabilidades de ganar un millón con ese juego eran de 1 en 2 ,047,423.

Expertos en políticas de juego, como Keith Whyte, director del National Council on Problem Gambling, recuerdan que este tipo de premios, aunque extraordinarios, también implican una responsabilidad: “El dinero puede resolver problemas inmediatos, pero requiere planificación para no perderse en el camino”.