JUNEAU, Alaska — Un equipo de rescate llegó el viernes a un sitio remoto en el sureste de Alaska donde un avión turístico se estrelló y murieron las nueve personas a bordo.

Chris John, del Equipo Voluntario de Rescate Ketchikan, dijo que el fuselaje de la aeronave se encontraba en una parte muy inclinada y tres miembros de su organización tuvieron que afianzarla para recuperar los cadáveres sin peligro.

Ocho pasajeros de la nave y el piloto murieron cuando el turbohélice DeHavilland DHC-3 Otter cayó el jueves en el monumento nacional Misty Fjords cerca de Ketchikan.

Prosiguen las investigaciones sobre la caída del aparato.

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Las autoridades mantienen en reserva las identidades de los fallecidos mientras notifican a las familias de las víctimas. Los restos serán llevados a la oficina del médico forense de Anchorage.

El avión se estrelló en un acantilado sobre un lago en un terreno inclinado, lodoso y resbaloso, dijo John. El fuselaje estaba en su mayor parte intacto pero las alas y parte trasera estaban separadas o muy deformadas, comentó.

El jueves, la Guardia Costera recibió un informe de que el avión estaba retrasado. Se activó un trasmisor localizador de emergencia y un piloto de helicóptero avistó después al avión caído.

El viento y lluvia impidieron el jueves las labores de recuperación. El viento no preocupó el viernes, pero había nubes.

Un equipo de la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte se reunió para investigar la caída del avión. Se hacían planes para llevar el sábado al sitio a los integrantes de ese grupo, dijo John.

La aerolínea Promech Air, con sede en Ketchikan, efectuaba el recorrido costero ofrecido por la empresa de cruceros Holland American Line. Los ochos pasajeros viajaban en el barco Westerdam en un crucero de siete días que había zarpado de Seattle el viernes pasado.

"Estamos muy consternados por la situación; nuestros pensamientos y oraciones están con aquellos a bordo del avión y sus familias", dijo Holland America en un comunicado.