Un “lockdown” los domingos, al menos después del mediodía, es lo que piden los alcaldes de varios pueblos de alta incidencia de contagios ante el repunte de casos por COVID-19 . Es que para los líderes municipales, los domingos se han convertido en un problema por la acumulación de personas que tienen en ríos, playas, zonas turísticas y comercios, según relataron.

El alcalde de Cabo Rojo, Jorge Morales, que en la actualidad tiene 200 casos activos de coronavirus en su municipio, fue el más drástico en la petición de este cierre. Planteó que se debe considerar la posibilidad de retornar al “lockdown” que impuso la exgobernadora Wanda Vázquez cuando se registraban en marzo de 2020 los primeros contagios.

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“Hay que poner un horario más restrictivo (del toque de queda) y evaluar el cierre nuevamente, como hicimos en el ‘lockdown’ al principio. Si sigue aumentando debería considerarse”, planteó.

El alcalde de San Lorenzo, Jaime Alverio, fue el entrevistado que mejor describió los problemas que enfrentan los domingos. Su reclamo al gobernador Pedro Pierluisi es que exponga mediante orden ejecutiva que los negocios cierren ese día entre 1:00 y 3:00 p.m. “Yo empezaría por los domingos, restringir los negocios. Tal vez no todo el día, que los negocios cierren al mediodía”, planteó.

Cuando se le preguntó cuál es el inconveniente que enfrentan los domingos, dijo: “Es que, mire, el puertorriqueño es cariñoso, es caluroso, y se da un palito y a las 3:00 p.m., 4:00 p.m., se pone sabrosón. Así nos recogemos antes de que se nos olvide la mascarilla y el distanciamiento social”.

Otro que mencionó el domingo como un día que les da dolor de cabeza a los alcaldes fue el líder de Coamo, Juan Carlos García Padilla.

“Yo creo que los domingos debemos ser más fuertes. El domingo pasado, el río en Coamo parecía un desastre. Hay poca concientización de las familias. Es el día con más actividades sociales. Hay que jalar las cuerdas, como decimos aquí. Las barras están llenas de ‘fourtracks’, motoras, gente sin mascarilla”, denunció García Padilla.

Su homólogo en Comerío, Josean Santiago, opinó que debe hacerse un cierre de prueba este próximo sábado y domingo. Dijo que en la semana se permitiría observar si hay algún efecto para luego extender esta acción por varios fines de semana adicionales, en lo que disminuyen los casos de coronavirus. Para probar su teoría, cerrará el ayuntamiento desde hoy, jueves, hasta el próximo lunes.

“No tengo ningún brote a nivel interno en el municipio. La intención mía es crear conciencia en el pueblo de que si el alcalde está tomando una medida de cierre es que tenemos que poner todos de nuestras partes. Es también un llamado al gobierno, porque no podemos esperar que haya una crisis en la situación hospitalaria”, comentó.

Asimismo, el alcalde pidió al gobernador que escuche a los alcaldes. “Es una petición que lleven a la mesa a representantes de alcaldes. En ocasiones, están cerrando establecimientos de pequeños comerciantes que no representan riesgo. Cuénteme qué hace cerrar una joyería o un taller de mecánica y, sin embargo, las megatiendas siguen operando. Es muy fuerte para pueblos pequeños que dependemos del movimiento económico y es injusto que ellos (los pequeños comerciantes) tengan que cerrar mientras las playas están abiertas y las megatiendas siguen vendiendo”, puntualizó Santiago.

A un pedido de mayor restricciones también se unió el alcalde de Toa Baja, Bernardo Márquez. Habló de cerrar las playas por unos 30 días, al menos, así como cerrar los negocios a los 8:00 p.m.

“Entiendo que el nivel de restricción tiene que ser mayor. Lo que permite un nivel de restricción más agresivo es levantar la conciencia de que estamos ante un enemigo invisible”, planteó.

Dijo que estas restricciones a la ciudadanía y los comercios permite reforzar el mensaje a la ciudadanía de que debe protegerse del COVID-19.

Las peticiones al gobernador de más restricciones las hicieron los alcaldes ya que, según explicó el coameño García Padilla, es muy difícil poner limitaciones en sus pueblos cuando los ciudadanos pueden moverse a otro municipio cercano a no seguir las medidas para evitar contagios. Por ello, expusieron que no han impuesto muchas restricciones internas más allá de las contenidas en la orden ejecutiva vigente.

La mayoría de los entrevistados -que incluyó al alcalde de Camuy, Gabriel Hernández; de Vieques, José Corcino; de Cayey, Rolando Ortiz; de Culebra, Edilberto Romero; y la epidemióloga de Aguadilla, Natalia Ruiz- expusieron que han reforzado la realización de pruebas para detectar casos positivos, mantienen esfuerzos de vacunación masiva, han aumentado la fase educativa, redoblado los esfuerzos de sus policías municipales para evitar aglomeraciones que conlleven más contagios por COVID-19 y prohibido los eventos deportivos o culturales.

El alcalde de Culebra, por ejemplo, indicó que cerró los parques y las canchas para evitar que los jóvenes se junten. Mientras, en Cayey, Ortiz dijo que ha logrado un acuerdo con las funerarias para disminuir la cantidad de personas presentes en un funeral, así como las horas de los velatorios. Santiago, en Comerío, también decidió cerrar el paso de los ciudadanos a la Casa Alcaldía, aunque los empleados atienden al público separados por un portón.

Entretanto, los alcaldes de Camuy y Cabo Rojo han comenzado a tomar medidas para controlar a los ciudadanos en sus áreas de playa. Hernández contó que en el balneario Peñón Brusi, está cerrando el tráfico vehicular una vez calculan que ya se puede formar una aglomeración indebida. Mientras, en Cabo Rojo se implementó el cierre vehicular en sus zonas de poblado. Morales explicó que tomaron esta medida para que “los autos no obliguen a los turistas a aglomerarse en las aceras”.

Puerto Rico experimenta el peor repunte de casos de coronavirus. Sin embargo, la nueva orden ejecutiva no impuso mayores restricciones, salvo imponer un cierre de negocios a las 9:00 p.m. y un toque de queda de 10:00 p.m. a 5:00 a.m. Ante tal marco, el presidente de la Asociación de Alcaldes de Puerto Rico, Luis Javier Hernández, llamó a Pierluisi a tomar medidas más severas.

“La realidad es que sectores de la población no han estado siguiendo las recomendaciones, con los resultados que estamos viendo hoy. Los números han aumentado dramáticamente, las variantes han hecho el virus más contagioso y mortal”, afirmó en declaraciones escritas.

Mientras, el presidente de la Federación de Alcaldes, Ángel Pérez, coincidió que se deben introducir cambios en la orden ejecutiva para controlar los contagios. Pero, no dio recomendaciones para “no crear controversia entre la posición de los alcaldes y del gobernador”.

“Lo importante es que las acciones que se tome creen conciencia de que tiene que haber una responsabilidad social. No podemos el gobierno estar cerrando una semana y abriendo dos semanas para cerrar dos semanas. Aquí debe haber una combinación entre las medidas del gobierno y una responsabilidad social y que la gente sepa que, aun se haya vacunando, hay que tomar medidas”, indicó el alcalde de Guaynabo.