En un recorrido por algunos de los edificios de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras, sobresale que parte del rostro de la imponente comunidad fue remozado para recibir a los estudiantes este próximo 16 de agosto, pero los fallos arquitectónicos de las antiguas estructuras y hasta los patios traseros han quedado en abandono.

No solo hay áreas con pastizal sin recortar. También se observó detrás de la Biblioteca José M. Lázaro un área con escombros. Techos sin plafón, varillas expuestas y pinturas descascaradas sobresalían a plena vista en varios edificios, principalmente los que están más contiguos a la icónica torre universitaria.

Relacionadas

La representante estudiantil del programa graduado de Humanidades, Marilyn Rivera Olivieri, denunció que la administración universitaria no se preocupó por remozar la institución en el pasado año y medio en que los estudiantes estuvieron tomando clases virtuales a causa de la pandemia del COVID-19.

Al enfocarse principalmente en los edificios en el que toma sus clases, el Sebastián González Gandía y el Luis Palés Matos, la estudiante de doctorado señaló que “nosotros tenemos varias preocupaciones. Una de ellas es la planta física. Vemos que en otras facultades se han hecho trabajo de pintura y reparación. Sin embargo, vemos que en los edificios de Humanidades están exactamente como los dejamos hace años y medio, con las filtraciones de agua, etcétera. Y tenemos preocupación que los salones, que todos son cerrados y con aire acondicionado, de que no se hayan limpiado los ductos de aire. Esto representa un peligro para la salud, no solamente de los estudiantes, sino también de los profesores y el personal administrativo que está en estos edificios”.

Durante el recorrido por la zona de Humanidades, Dietética y Nutrición, contiguos a la torre, Primera Hora se percató de zonas en el que se percibía filtración de agua por los techos, baños que no tenían todo su equipo sanitario y cemento desprendido que dejaba al descubierto techos o la estructura de paredes.

No se han eliminado zonas en la que los estudiantes hicieron graffiti o se percibe que solo parte de un edificio fue pintado, mientras otra quedó sin remozar, como ocurre en el edificio de Ciencias Sociales.

Algunas de las fuentes de agua están clausuradas y otras no. Mientras, fueron pocos los dispensadores de desinfectantes de mano que se encontraron durante el recorrido. Solo uno tenía líquido.

En el edificio Felipe Janer, también contiguo a la torre universitaria, se encontró una estación para lavado de manos. Sin embargo, no había jabón disponible.

“Hay una serie de detalles que no están en su lugar para el inicio de clases. Nos preocupa que, con todo esto del COVID, que las facilidades no estén aptas para el regreso a clases”, sostuvo.

Pero, más allá de la estructura física, Rivera Olivieri mostró preocupación porque no se ha orientado a los estudiantes sobre cómo se llevará a cabo el distanciamiento social en este regreso a clases presenciales. Se quejó de que tampoco les han detallado cómo serán las clases híbridas.

“No hemos tenido noticias ni información de parte de la administración de cómo son esos cursos híbridos. Los salones no tienen cámara para usted transmitir la clase una gente en su casa y una gente en el salón de clases. O sea, tenemos muchas interrogantes de cómo va a ser este inicio de clases”, puntualizó la representante estudiantil.

La universitaria pidió que aceleren los trabajos administrativos para que se oriente debidamente a los estudiantes y profesores.

“Las clases empiezan el 16 de agosto, que es la semana que viene. Así que esperamos regresar a un aula y unas facilidades que sean dignas para todos los estudiantes, profesores y personal administrativo”, recalcó.

Rivera Olivieri informó que hizo la denuncia, ya que cree que “una mejor universidad es posible”.

Por su parte, la presidenta interina de la UPR, Mayra Olavarría Cruz, indicó a Primera Hora que se comunicará con el rector Luis A. Ferrao para que se corrijan las fallas detectadas, sobre todo las relacionadas al protocolo de COVID-19. No descartó la posibilidad de que se retrase el comienzo de clases si en las próximas dos semanas no se logra tener el recinto al día.

Además, reveló que el pasado martes le solicitó un informe a cada rector universitario para conocer cuántos profesores faltan de designar o qué material necesitan para estar preparados para el inicio de clases, entre otras cosas. El lunes próximo habrá una reunión para discutir todo lo relacionado a la reanudación de clases presenciales.

“Quizás en algunos recintos, si hubiera el rezago, tendrán que correr un poco más (la fecha de inicio de clases). Pero, Río Piedras empieza el 16 (de agosto). Tenemos, a partir de hoy, como dos semanitas para que lo que esté fuera de sitio se coloque bien”, puntualizó Olavarría Cruz.