La importancia de la dosis de refuerzo de la vacuna del COVID-19 contra la variante Ómicron se ve reflejada en un análisis en el que se evidencia que de los 426 fallecimientos relacionados al virus, y que han sido registrados en Puerto Rico desde el 1 de diciembre hasta el 23 de enero, hay 225 (53%) personas sin el llamado “booster” y otros 160 (38%) que por alguna razón no se inocularon durante toda la pandemia.

El informe, preparado con los datos provistos en el BioPortal del Departamento de Salud por el miembro del Task Force Ciudadano, Bill Burleson, resaltan que de las personas que murieron había 41 (9%) que habían recibido la dosis de refuerzo.

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Actualmente, se han reportado 377 muertes ocurridas en enero 2022, lo que coloca este mes como el segundo más mortífero en toda la pandemia y la tendencia es que rompa el récord establecido en diciembre de 2020 cuando 446 personas perdieron la vida a causa del coronavirus. En los últimos 10 días han muerto 199 personas. Durante toda la pandemia han fallecido 3,696 personas en Puerto Rico por complicaciones relacionadas al virus.

En promedio, están falleciendo 24 personas al día por causas relacionadas al COVID-19. “De hecho, el 15 de enero es el día con más muertes registradas en toda la pandemia, con 31 decesos”, acotó Burleson, al estimar que si el ritmo de muertes continúa igual, enero de 2022 podría culminar con un mínimo de 503 fallecimientos de pacientes con COVID-19.

“Lo que me preocupa es que para aquel entonces en diciembre de 2020, a diferencia de ahora, no teníamos vacunas disponibles. Ahora sí hay vacunas para la población de 5 años en adelante. Es importante que la gente comprenda este escenario y acuda a vacunarse porque la tendencia es clara: los que no estén vacunados o sin refuerzo pueden complicarse y mucho más si son mayores de 60 años”, dijo Burleson.

“Ahora mismo inoculados con refuerzo mueren 5 cada 100,000 personas y sin vacunarse son 24 cada 100,000″, dijo quien laboró muchos años en la industria farmacéutica y ha sido colaborador del sector científico en las recomendaciones que se hacen al gobierno.

Otro dato interesante analizado por Bullerson es que de las 426 muertes ocurridas desde diciembre -cuando Ómicron comenzó a avanzar provocando cifras récord de contagios en la isla y países del mundo entero- el 89% (379) corresponde a personas de 60 años en adelante.

Los datos reflejan que de las 379 personas hay 67 en el grupo de 60 a 69 años; 113 en el demográfico de 70 a 79 años; unas 132 en el sector de 80 a 89 años; y 67 que tenían entre 90 y 102 años. Precisamente, entre estos grupos es que existe mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y cormobilidades que complican el cuadro clínico de un paciente con COVID-19.

Según datos recopilados en el dashboard de vacunación que desarrolla el profesor de bioestadística de la Universidad de Harvard y miembro de la Coalición Científica, Rafael Irizarry, en Puerto Rico hay 109,394 personas de 60 años en adelante que por alguna razón no han sido inoculados contra el COVID-19 en toda la pandemia. En este mismo grupo demográfico hay 360,572 personas que no tienen el “booster” y otros 373,812 que sí recibieron el refuerzo.

En términos de la población general, se señala que hay 1,173,858 personas con necesidad de ponerse el booster pues completaron la serie inicial hace más de cinco meses. Asimismo, se menciona que hay 955,635 que ya se pusieron el refuerzo, mientras que hay 1,289,223 que no la requieren todavía.

“Aunque la tasa de positividad y las hospitalizaciones han ido bajando un poquito, todavía el escenario representa un reto pues los ingresos que estamos viendo ahoa en las clínicas son en personas mayores de 41 años. Lo más que preocupan son los más viejitos, que son los que han sido más vulnerables en la pandemia. Actualmente, vemos un aumento de 131 a 133 en las unidades de cuidado intensivo y esto es de suma preocupación ya que este nivel de pacientes complicados de salud crea una gran carga al sistema hospitalario y su personal” , detalló Burleson.

El informe diario de Salud indicó un reporte de 23 personas fallecidas y se indicó que los decesos correspondían a las fechas del 4 al 22 de enero. De estos, había 19 personas con 70 años o más. Se informó, además que 15 requerían la vacuna de refeurzo y seis estaban sin inocularse. Dos tenían la dosis de “booster”.

De otra parte, se encuentran hospitalizados 732 personas, de los cuales 37 son pediátricos. Además, se informó que hay 100 adultos y un menor que se encuentran en ventilador, mientras que hay 131 mayores de edad y 3 menores en unidades de cuidado intensivo. La tasa de positividad descendió a un 26.8%.

Salud ha destacado que es necesario mantener los protocolos de prevención -mediante el uso de mascarillas y distanciamiento físico- para evitar contagios.