Aun cuando las autoridades de salud en Estados Unidos y Puerto Rico apuestan a extender una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 a toda la población hábil para inocularse- proceso que desde ayer está disponible en la isla para unos 76,000 pacientes inmunocomprometidos- la opinión epidemiológica es que hay que tomar de inmediato medidas restrictivas para desacelerar el repunte de contagios provocado por la variante Delta.

Así lo dijo a Primera Hora la epidemióloga y exdirectora del Sistema Municipal de Investigación de Casos y rastreo de Contactos (SMICRC) del Departamento de Salud, Fabiola Cruz, al indicar que si bien es importante el plan recomendado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para reforzar la inmunización de la población, hay que recordar que la inoculación tiene un efecto a largo plazo y hay que contener la última ola de transmisión del coronavirus lo antes posible antes que siga causando más hospitalizaciones y muertes.

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Hoy se dio a conocer que los CDC recomiendan que las personas que hayan recibido dos dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna reciban una tercera inyección ocho meses después de la última inoculación, esto para aumentar los anticuerpos de la población ante la amenaza de variantes mucho más transmisibles que la cepa original.

Tomando en consideración las expresiones de las autoridades federales, la fecha para comenzar el proceso de vacunación adicional sería el 20 de septiembre. Cabe señalar que los que recibieron la unidosis de Johnson & Johnson no están en la recomendación pues el gobierno espera por más información científica. Además, el plan completo no puede dar marcha sin la aprobación final de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés).

“Es muy importante esta tercera dosis porque sabemos que estamos en un momento distinto de la pandemia y es porque tenemos el impacto de la variante Delta. Es importante volver a reforzar el sistema inmune porque la Delta nos lleva un poco de ventaja y es por eso que vemos un aumento de casos, el virus tiene mayor capacidad de transmitirse y multiplicarse en nuestro cuerpo y, por lo tanto, las cargas virales están siendo más altas de la que conocíamos el año pasado”, dijo Cruz.

En cambio, la epidemióloga insistió que mientras se levantan las defensas de los ciudadanos con las tres dosis de vacunas recomendadas, hay que ejercer un plan inmediato para detener la transmisión de la variante Delta la cual ha ocasionado el 90% de los contagios en Puerto Rico desde julio.

“Esta variante se transmite mucho más rápido, tiene mayor transmisión y si tenemos más casos, tenemos más personas en hospitales y más muertes que es lo que estamos viendo ahora... los casos continúan aumentando y la situación continúa deteriorándose. Es claro que el efecto que estamos sintiendo en Puerto Rico es por la Delta”, dijo Cruz al explicar que si bien es cierto que la vacunación es una herramienta vital contra la pandemia, es necesario incluir otras medidas.

“Los científicos apuntamos a evitar aglomeraciones... hay muchos eventos multitudinarios corriendo y es necesario fiscalizar el uso de mascarillas en esas actividades. Que si se va a ingerir comida, se reduzca el aforo y la capacidad en los lugares porque al quitarse la mascarilla quitamos una capa de protección. Estamos en un momento en el que hay que sumar medidas”, dispuso.

¿Cuánto tiempo tenemos para actuar?, le preguntó un periodista.

“Ya. Tenemos que actuar ya y somos todos. No necesariamente hay que tener una orden ejecutiva para ejecutar como ciudadanos. El llamado a las instituciones o empresas privadas es que promuevan la vacunación, la realización de pruebas entre sus empleados y las prácticas de aislamiento, incluso, entre vacunados”, especificó.

Rechazó que haya que retornar a un toque de queda, pero insistió en reducción de aforo como medida cautelar para buscar aplanar la curva de contagios en la isla, cuya positividad es de un 11.8%.

“Ustedes (comerciantes) ya se conocen las reglas. Hay que establecer núcleos de seis o menos personas y mantener los seis pies de distancia, especialmente en los lugares cerrados. Además, no se puede bajar la guarida en los lugares abiertos hasta que cambie la historia. ¿Cuándo cambia la historia? Cuando se baje esa positividad a menos de un 5%.

De igual forma recomendó distanciamiento físico en las escuelas de un mínimo de seis pies.

¿Dónde queda la inmunidad de rebaño?

De otra parte, Cruz indicó que con el escenario que ha provocado la variante Delta “yo no hablaría de inmunidad de rebaño en términos de salud pública”.

“El 70% que conocíamos (para lograr inmunidad colectiva) con la variante original subió con la Delta a un 85% a 90% y eso es difícil alcanzarlo hasta que no alcancemos con la vacunación a los menores de 12 años”, explicó quien calcula que se pudiera hablar de inmunidad de rebaño para el 2022.

“Lograr llegar a las comunidades nos tomará más tiempo del que pensábamos... hasta el año que viene. El enfoque ahora debe ser esa tercera dosis de las vacunas -que ya comenzó desde ayer con los pacientes inmunocomprometidos- para aumentar la inmunidad en la población. Hay que cortar ese enlace entre el virus y el COVID-19 que es la enfermedad”, acotó al exhortar a la gente a motivarse a vacunarse pues el riesgo al inocularse es de un .008% en comparación con el alto riesgo que hay de infectarse con el virus y desarrollar una enfermedad severa que culmine en una hospitalización o muerte.

Primera Hora publicó en exclusiva que desde ayer un aproximado de 76,000 personas de 12 años en adelante en Puerto Rico tienen acceso a recibir la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19, al pertenecer a un grupo con un sistema inmunitario debilitado por ser pacientes con un trasplante de órgano o médula ósea o padecer otras enfermedades que tengan un efecto de inmunodeficiencia moderada o grave.

Así lo explicó a Primera Hora la principal oficial médico del Departamento de Salud, Iris Cardona, al destacar que la cifra de candidatos representa el 2.7% de la población hábil a vacunarse en Puerto Rico, una cifra porcentual que, según datos estimados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos, representa el pequeño grupo de la sociedad que tiene un sistema inmunosuprimido. En Estados Unidos, se estima que la dosis adicional impactaría a unas 9 millones de personas.

Este primer grupo que está recibiendo la tercera dosis de la vacuna a nivel local pertenecen a seis grupos específicos: pacientes trasplantados de órganos; pacientes trasplantados con médula ósea; personas que reciben tratamiento activo para cualquier tipo de cáncer o tumor; personas con inmunodeficiencias primarias moderadas o graves (síndromes DiGeorge y Wiskott- Aldrich); aquellos con infecciones de VIH avanzadas o sin tratamiento; y pacientes que toman corticosteroides de alta dosis, agentes alquilantes, antimetabolitos, agentes quimioterapéuticos, así como inmunomoduladores.

De otra parte, la funcionaria habló sobre la cercanía de la tercera dosis de la vacuna para la población general y explicó cuáles serían los primeros grupos en Puerto Rico en recibir la inyección adicional.

“El presidente ya habló sobre ese tema y sabemos que estaría dirigido para casi toda la población, pero se dividiría por fases impactando primero a las personas de edad avanzada, a los que tienen enfermedades crónicas y a los profesionales de la salud. Pero aun no tenemos muchos detalles. Precisamente, el 24 de agosto (próximo martes) hay una reunión. Ahí sí que debemos planificar y tener una logística más detallada”, acotó Cardona a este diario.

Actualmente, en la isla se ha vacunado contra el COVID-19 el 59.8% de la población, mientras que un 69.3% ha recibido al menos una de las dosis recomendadas.

Respecto a los contagios, un análisis realizado por este diario confirma que entre el 1 y el 16 de agosto se registraron por pruebas moleculares 7,232 casos únicos. En todo el mes de julio se identificaron 4,854 casos únicos.

Mientras, en lo que va de agosto han fallecido 104 personas a causa del virus, más de tres veces las personas que perdieron la vida por esta causa en julio cuando se registraron 29 decesos por coronavirus.

Mientras, los casos de COVID-19 detectados a nivel myndial aumentaron 4.4 millones en la última semana comprendida en el reporte epidemiológico publicado hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que los continentes de América y Europa fueron los dos con al mayor tasa de incidencia, registrando 147.4 y 121.6 nuevos casos por cada 100,000 habitantes, respectivamente.

El acumulado de infecciones por el coronavirus supera los 207.7 millones en 20 meses de la pandemia. Al momento, han fallecido a causa de la enfermedad el COVID-19 unas 4.37 millones de personas.

La variante Delta ha sido detectada en 148 países.