Maribel Rivera y Madeline Pérez llegaron a eso de las 7:30 a.m. de este martes hasta el servicarro del Departamento del Trabajo con la esperanza de resolver los problemas que confrontan para recibir el desempleo.

Pero, para su mala suerte, el vehículo se averío a mitad de la larga fila y veían como decenas de otros conductores les pasaban por el lado para llegar hasta frente de la agencia a entregar los papeles en los que hacían sus reclamos para intentar combatir el llamado “punto controvertible” que les ha limitado recibir entre $633 a $790 semanales durante esta pandemia del coronavirus.

Relacionadas

Las amigas pudieron resolver caminando hasta los empleados y directores de división que se apostaron a través de todo un lado de la carretera que da hacia la sede del Departamento en Hato Rey para, vía servicarro, atender a los desempleados.

El malestar que Rivera expresaba no era por que el carro se le quedó a mitad de camino, sino por las dificultades que ha enfrentado desde que el 27 de marzo, día en que logró reclamar por primera vez el desempleo, para poder cobrar sus cheques.

“Uno llama y los teléfonos están ocupados o te suenan dos veces y te enganchan. Tú le escribes por correo electrónico y te bloquean. Solamente es venir a hacer la fila y pasar una situación como la que estamos pasando ahora”, manifestó la mujer, quien se quedó sin su empleo en el restaurante El Mesón de Plazas Las Américas desde que comenzó la cuarentena.

“Estamos batallándonos con lo poquito que nos envía Trump, con la poquita ayuda que nos dan”, añadió Rivera, al referirse al beneficio del Programa de Asistencia Nutricional (PAN).

Pérez, por su parte, trabajaba con una compañía de mantenimiento en una de las tiendas del centro comercial. Señaló que “no es justo” lo que Trabajo les ha hecho pasar por los pasados dos meses en los que han reclamado el desempleo.

“Está mal. No sé si es por el problema que hay del virus este, pero está mal. Verdad, esto es un beneficio para todas las personas que están desempleadas, que estamos necesitando y trabajando con los pocos ahorros que nos quedan”, denunció.

Durante la mañana, estas mujeres fueron las únicas que sufrieron complicaciones durante el servicarro establecido por el Departamento del Trabajo desde ayer, lunes.

Hoy, martes, la operación de este nuevo tipo de ayuda que implementó la agencia fluyó sin complicaciones. Temprano en la mañana la fila fue kilométrica. Por ejemplo, Eric Oviedo, de Santurce, contó que llegó a las 7:00 a.m. y no fue a las 9:00 a.m. que lo atendieron.

“Estamos aquí desde las 7:00 a.m. esperando lo del punto controvertible, que nos dijeron que nos iban a responder, que nos iban a responder, hemos llamado a todos los números que hemos llamado y nada hasta ahora”, comentó el hombre, quien reclamó una mejor atención de la agencia.

Dijo que su problema puede ser que su patrono, en el restaurante El Chicharrón, le puso “un día de vacaciones en el cheque. Eso me dijeron en el trabajo, que puede ser que sea eso. Pero, no sé porque no me han dicho nada. He llamado, he llamado, tengo cinco números y he llamado, pero nada todavía”.

Primera Hora fue testigo de que la larga fila de carros que aguardaba por la atención del personal del Trabajo terminó a las 10:00 a.m. Luego, algunas personas llegaban esporádicamente.

Ana Rosa Rodríguez, quien es la secretaria de Briseida Torres, la titular del Departamento, contó que todos los empleados de la agencia, hasta abogados y directores de dependencia, estaban atendiendo al público. Dijo que los documentos que se recibían se llevaban hasta a un salón contiguo a la recepción, donde personal de la división de Desempleo los analizaba de inmediato.

Ayer, lunes, el panorama fue diferente. La situación se salió de control, porque las personas se bajaban de sus autos y tuvieron que cerrar el servicarro durante horas de la mañana. Ya en la tarde volvieron a reabrirlo y todo fluyó sin complicaciones, comentó.

Jose Pueyo Font, quien trabaja en el Negociado de Conciliación y Arbitraje, era uno de los que atendía a las personas en el servicarro.

“Aquí nos han convocado a empleados no solamente del desempleo, de otras áreas del Departamento para dar una mano aquí, para ayudar con la situación que ha habido con la inmensa cantidad de casos de reclamaciones que ha habido con esta situación de la pandemia”, explicó.

El funcionario no quiso opinar sobre el trato que se le ha dado a los desempleados ni sobre sus quejas.

“No quiero hacer expresiones sobre eso. Meramente, como le dije, aquí nos convocaron. El Departamento está haciendo unos esfuerzos para tratar de agilizar los procesos. Sabemos que son muchas, miles de solicitudes. Muchas personas están haciendo expresiones que no han recibido el desempleo. Para eso estamos aquí, para dar una mano”, se limitó a indicar.

Para los solicitantes, sin embargo, los problemas económicos que enfrentan los hace desesperarse y reclamar atención directa de la agencia.

Los padres de la baloncelista Carla Cortijo, Ángel Cortijo y María Sánchez, también llegaron al Departamento del Trabajo a buscar una explicación. La pareja fue una de las pocas que decidió bajarse de su auto a buscar atención.

Ambos trabajan para la misma institución educativa en Carolina. No obstante, a Sánchez le aprobaron su petición de desempleo, pero a Cortijo se la denegaron.

El hombre contó que el problema que tiene es que no sabe la razón por la que la agencia le identificó un punto controvertible. “Por eso es que estamos aquí”, soltó el maestro.

Señaló que para los desempleados es “casi imposible” sobrevivir en esta pandemia. Por ello, pidió “que (el Departamento) aligere el paso con el desempleo, porque hay muchas personas aquí que están en necesidad y traten que este sistema sea un poco más eficiente”.

Sánchez, por su parte, indicó que están “desesperados”, pues la cantidad que le dan a ella de desempleo no da para cubrir los gastos que tienen.

“Es un poquito difícil. Ya uno está que no sabe ni qué hacer”, concluyó.

El Departamento del Trabajo ha indicado que mantendrá el servicarro por tiempo indefinido.