Hay 30,000 personas bajo toldos azules, pero alegan que “estamos mejor preparados”
La temporada de huracanes comienza en menos de tres semanas.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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A dos años del devastador impacto del huracán María y pocos días de comenzar una nueva temporada de huracanes, en la Isla hay unos 30,000 residentes que todavía pernoctan bajo toldos azules.
Mientras este es el panorama para la ciudadanía, el gobierno solo tiene $130 millones guardados para responder a una nueva emergencia.
No empece, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares afirmó hoy que “estamos mejor preparados” como pueblo y como gobierno para enfrentar un evento atmosférico que lo que se estuvo para el 20 de septiembre de 2017 cuando María embistió con toda su fuerza a Puerto Rico.
“Creo que hay mucho más que hacer de cara hacia el futuro. Tengo que decir que todavía hay unas debilidades. Nuestro sistema energético, aunque esta un tanto robustecido en algunas áreas, permanece siendo esencialmente el mismo previo al huracán. Ahora estamos encaminando una transformación, pero todo el mundo comprende que esas transformaciones toman tiempo”, se sinceró el primer ejecutivo durante una conferencia de prensa que realizó como parte de la Cumbre de Huracanes que se realiza en el Centro de Convenciones Pedro Rosselló González en Miramar.
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Rosselló Nevares aclaró que, a pesar de la debilidad que presenta el sistema energético, “no necesariamente” habría un apagón general como ocurrió tras el huracán María.
Comentó, por ejemplo, que el gobierno ya cuenta con generadores eléctricos que podrían energizar zonas de la Isla, se han establecido microredes comunitarias con energía renovable y todos las estaciones de Bomberos han sido preparadas para operar con energía solar, pues se utilizarían como centros de comunicaciones.
Otras de las debilidades que Rosselló Nevares reconoció fueron el estado de las carreteras, aunque dijo que muchas de estas ya han sido reparadas a través del proyecto “Abriendo Caminos”.
También mencionó que en el aspecto de las comunicaciones “estamos mucho más fuertes” y que los hospitales han establecido “redundancia adicional” ante la posibilidad de quedarse sin energía.
El comisionado del Negociado de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (NMEAD), Carlos Acevedo, por su parte, destacó que de un centro de distribución que había antes del huracán María, ya se han establecido nueve.
Además, han comenzado a hacer convenios para tener más redes de distribución. Hoy, por ejemplo, se firmaron 20 acuerdos con entidades con base de fe para que las iglesias sean punto para la distribución de alimentos en las comunidades.
En cuanto a los 30,000 residentes que continúan con toldos azules, Rosselló Nevares reiteró que están próximos a comenzar los proyectos para la reconstrucción o relocalización de residentes de viviendas en mal estado o en zonas de peligro. El dinero destinado, proveniente del Programa de Subvención en Bloque para el Desarrollo Comunitario para la Recuperación ante Desastres de Puerto Rico (CDBG-DR), será $1,000 millones.
La próxima temporada de huracanes comienza el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre.