Desde que los padres y maestros de la Escuela Elemental Pablo Suárez Ortíz de Luquillo supieron del cierre oficial de su plantel, comenzaron una campaña dura para evitar que sus 161 estudiantes y alrededor de 15 maestros sean reubicados en la escuela receptora Rosendo Matienzo Cintrón, la cual posee matrícula menor a 120 estudiantes.

La comunidad escolar no tan solo están en contra del cierre de su escuela, sino que están totalmente en desacuerdo con unirse a la escuela Rosendo Matienzo Cintrón por múltiples razones que enumeraron.

Una de las mayores alegaciones que hace la comunidad escolar es que temen al maltrato y humillación en la escuela receptora, debido a alegadas experiencias pasadas de estudiantes.

Relacionadas

“Una de las madres trae su niña porque fue maltratada y humillada en esa escuela. Hemos tenido casos de niños que están suspendidos y en nuestra escuela han funcionado. Algo especial tiene nuestra escuela porque no hemos tenido problemas con esos niños”, expuso Jazmín Rosado, maestra de Educación Especial y Presidenta del Consejo Escolar, quien añadió que “el personal que nos recibe tampoco es muy agradable”. 

Por su parte, Esmeralda Guadalupe, una de las madres, quien altoparlante en mano dirigía los estribillos entre los estudiantes, expresó su disgusto con la decisión del Departamento de Educación, ya que dice haber vivido en carne propia situaciones negativas en la escuela Rosendo Matienzo Cintrón.  “Mi preocupación es que mi nena estuvo en esa escuela y fracasó el primer grado por negligencia de ellos. En septiembre de ese año escolar yo tenía los resultados sicológicos que establecían que mi nena padece de déficit de atención y ellos no hicieron los arreglos pertinentes para registrarla en el Programa de Educación Especial y, cuando lo hicieron, ya quedaba una semana de clases, por lo que mi nena fracasó”, confesó la portavoz..

Sin embargo, Guadalupe asegura que desde que llegó a la escuela Pablo Suárez Ortiz, la historia con sus hijas es otra. “Desde que la cambié, ella estuvo en el Cuadro de Honor en primer y segundo grado y ahora tiene buenas calificaciones de A y B. En esta escuela le brindaron el apoyo que ella necesitaba. Aquí sometieron rápido la documentación y el sicólogo viene aquí a darle sus terapias. Incluso, mi otra nena en las pruebas META salió excelente”, comentó.

Los principales afectados con el cierre, los estudiantes, también mostraron su preocupación ante el cierre de su escuela. Sobre todo Xinaid Rodríguez, una estudiante que quiso expresar la experiencia pasada en la escuela que pronto se convertirá en su centro de estudio.

“Allí (Rosendo Matienzo Cintrón) estuve desde primer grado y me hacían bullying, me jalaban el pelo y me decían cosas bien feas.  Me gusta la Pablo Suárez porque hice muchos amigos y es más diferente que la Rosendo. Me  siento triste de tener que irme”, expresó visiblemente afectada y con sus ojos aguados.

En términos de la seguridad, la comunidad alega que temen al cambio, ya que la escuela Rosendo Matienzo Cintrón ubica en el casco urbano cercana a la playa, lo que representa para ellos un peligro en caso de ocurrir un tsunami.  “Nos preocupa que allí estaríamos al lado del mar y, de ocurrir un tsunami, ¿quién nos garantizaría la seguridad de nuestros niños? ¿La señora Keleher conoce esta particularidad? Ahora mismo detrás de nuestra escuela nosotros contamos con una escalera de 150 escalones que subiéndolos llegamos a la montaña y estaríamos seguros”, estableció Rosado.

Según la Presidenta del Consejo Escolar, nadie había visitó la escuela para saber los pormenores antes de tomar una decisión respecto al plantel y aprovechó para emplazar a la Secretaria, Julia Keleher o a sus ayudantes a que les brinden foro para expresarse. “Nadie se ha sentado con nosotros a hablar, no han venido a la Pablo Suárez Ortíz.  No hemos podido exponer nuestros puntos ante ningún ayudante especial. Como dice la señora Keleher 'Mi escuela es chiquita y bonita no me la cierren', además de que mi escuela es pequeña y bonita, está a nivel académico de cualquier escuela grande. Nos vamos en un tú a tú en cuanto a los estudiantes y a la facultad. Solo me pregunto si la señora Keleher sabe todos estos pormenores”, culminó Rosado.  

Por su parte, la directora del plantel, Angie Jiménez, se expresó acerca de la situación y los reclamos de la comunidad escolar.  “Es un momento difícil porque nosotros como directores somos parte de la administración y tenemos que apoyar las decisiones que toma la Secretaria, pero también tenemos una comunidad escolar que debemos apoyar.  Los padres tienen todo el derecho de manifestarse y dejarse sentir.  Uno se siente triste porque llevo siete años aquí y me identifico con la comunidad escolar, pero las decisiones hay que acatarlas. Espero que sea para bien. Ellos (padres) se quejan de la escuela en las que los van a ubicar, yo desconozco las características de la escuela porque a veces los padres tienen más información que uno. Ellos se están amparando en eso, pero a mí no me consta”.  

No obstante, personal de la facultad de la Escuela Rosendo Matienzo Cintrón aseguraron estar muy asombrados y  sentidos con esta campaña negativa que les ha hecho la escuela a la que deberán recibir en el mes de agosto, pero declinaron dar entrevistas para “no caer en el mismo juego”.  

(PARA HORIZONTE / ALVIN J. BÁEZ)

La maestra Yazmin Rosario asegura que niños que han llegado dpor diferentes razones de la Rosendo Matienzo Cintrón, sí han funcionado en el plantel. (PARA HORIZONTE / ALVIN J. BÁEZ)

Niños utilizan creativos carteles para demostrar su descontento con el cambio de escuela. (PARA HORIZONTE / ALVIN J. BÁEZ)