Puerto Rico culminará diciembre como el único mes en toda la pandemia en el que se detectaron más de 100,000 contagios de COVID-19 a través de pruebas moleculares y de antígenos; y estableciendo una cifra récord de cerca de un millón de análisis de detección en un periodo de 31 días.

Para establecer una idea comparativa, esa descomunal cifra establecida este jueves de 105,982 casos detectados en plena Navidad es equitativa a la que se acumuló en la isla desde el 1 de enero hasta el 14 de septiembre de 2021 cuando se registraron aproximadamente 100,282 contagios durante ese periodo de ocho meses y medio. Pero, lo más sorprendente es que los casos registrados en diciembre son una tercera parte de todos los 296,293 acumulados desde que empezó la pandemia en marzo de 2020.

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Así se confirmó a través del dashboard que maneja el profesor de bioestadística de la Universidad de Harvard y miembro de la Coalición Científica, Rafael Irizarry.

De hecho, el presidente del cuerpo asesor, el profesor de Neurociencia Celular de la Universidad de Yale, Daniel Colón Ramos, adelantó que hubo una reunión de los miembros de la Coalición y tan pronto como hoy, jueves, se emitirán nuevas recomendaciones que atienden los “escenarios cambiantes” de la pandemia. Las sugerencias serán entregadas al gobernador Pedro Pierluisi.

Hasta las 6:00 de la tarde del 30 de diciembre, los contagios detectados acumulados en el mes sumaban 105,982 y el total de pruebas realizadas 872,871. De los casos detectados en el mes por pruebas confirmatorias, 14,891 corresponden al 27 de diciembre y 14,959 al 28 de diciembre. Y es muy probable que estas cifras récord aumenten a medida que entran datos en tiempo real al BioPortal de Salud y que a su vez sean desplazadas por los registros de otras fechas pues el repunte no parece estabilizarse.

Y es que las estadísticas han sido históricas en los pasados días. A medida que pasan las horas los casos detectados superan los de las pasadas 24 horas y así consecutivamente, creando una incertidumbre en las personas que buscan desesperadas -con o sin síntomas o sin ser contacto de alguna persona positiva- tener un diagnóstico para saber si han sido impactadas por el descomunal repunte de casos ocasionados con la llegada de la extremadamente contagiosa variante Ómicron.

Y este tsunami de infecciones ha obligado, a su vez, a las comunidades a reducir o suspender las actividades de las festividades navideñas, al tiempo que miles de vuelos son cancelados en Estados Unidos (afectando también a Puerto Rico) ante la escasez de personal que ha resultado contagiado o puesto en cuarentena a causa del virus.

Para el 1 de diciembre en la isla se realizaron unas 16,708 pruebas de antígenos y moleculares, pero con el pasar de los días y el aumento en positividad esas cifras se fueron elevando de una manera vertiginosa. Para el 20 de diciembre se registraban 54,760 análisis de detección. Tres días después, el 23 de diciembre, eran 80,796 personas acudiendo a algunos de los más de 800 laboratorios privados que hay en la isla o a los centros fijos que el Departamento de Salud ha desplazado por el archipiélago.

Con el aumento de pruebas, se elevaron los contagios que se mantuvieron en cifras de tres dígitos hasta el 13 de diciembre. Para esa fecha recién habían pasado varios eventos multitudinarios, entre estos los conciertos de exponente urbano Bad Bunny (donde a la fecha se han confirmado más de 2,000 contagios) y, simultáneamente, el Departamento de Salud informaba que había detectado preliminarmente tres casos de Ómicron en la isla. Se alegó que se trataba de tres viajeros que pertenecían a un mismo núcleo familiar.

Posteriormente, la sospecha se confirmó por secuenciación y hasta el miércoles había certeza de, por lo menos, 64 casos confirmados por laboratorio. Luego se supo también un dato muy relevante para el desarrollo del repunte: una de las muestras se tomó el 29 de noviembre, apenas tres días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara a la variante como una de preocupación y cinco días después de que se informara que había sido descubierta por científicos en Sudáfrica. Esto significa que la contagiosa Ómicron lleva circulando en suelo boricua, que se sepa, hace más de un mes.

“Jamas imaginé que pasaríamos en Puerto Rico los 100 mil casos detectados en un solo mes. Creo que nadie lo imaginó. Pero tenemos una positividad ahora mismo que pasa el 31% y estamos lidiando con una variante que, sin duda, es extremedamante más transmisbible. Y a pesar de que, supuestamente, tiene menos severidad ha demostrado ser bastante sagaz en los procesos de infección y hay que cogerla con seriedad. Además, ya sabemos que uno de los casos confirmados de Ómicron se detectó el 29 de noviembre y luego de eso todo se catalizó con eventos multitudinarios. A partir de ahí era inminente la situación porque, como en otras ocasiones, no le prestamos atención a tiempo. Pero tampoco sabíamos que era algo tan contagioso”, puntualizó el gerente de investigaciones del Fideicomiso de Salud Público y también miembro de la Coalición Científica, Marcos López Casillas, quien no se aventuró a hablar de proyecciones “porque Ómicron las ha sobrepasado todas”.

Lo que sí adelantó es que el ente asesor le recomendará al gobernador medidas más restrictivas que las que hay actualmente en la isla, aunque no reveló detalles concretos.

“Puedo decirte que, si establecemos más restricciones, es posible que podamos controlar la situación”, acotó. Mientras, algunos alcaldes han establecido ordenanzas municipales más estrictas que las que ha propuesto el gobierno central para tratar de desacelerar los casos. La mayoría están concentrados en limitar los horarios de los comercios y establecer Ley Seca en periodos nocturnos. Las clases presenciales en el sistema educativo también penden de un hilo y esta es una consideración que está bajo evaluación del gobierno y el Departamento de Educación, faltando menos de dos semanas para el retorno a clases.

Aunque los casos confirmados de Ómicron por secuenciación no son considerables, la Primera Oficial de Epidemiología del Departamento de Salud, Melissa Marzán, ha sido enfática en resaltar que los análisis preliminares que se realizan en los laboratorios centinelas coinciden en que el 91% de los contagios detectados recientemente tienes características de la variante, mientras que un 9% son de Delta. Hasta la noche del jueves había una positividad de 30.8% y una incidencia de 1,677 casos.

Ante los súbitos aumentos de contagios, el mensaje del secretario de Salud, Carlos Mellado, ha estado dirigido hacia la vacunación. Apenas hace dos días precisó que en la isla hay 532,487 personas que no han recibido ninguna dosis de la vacuna ya sea porque no están autorizados y tienen menos de cinco años o porque “sencillamente no creen” en la vacunación contra el COVID-19.

“Estas personas están en mucho mayor riesgo, no tan solo de contagiarse, sino de caer en un hospital y tener un índice de mortalidad o condición aguda grave”, advirtió.

Actualmente, el 86.2% de la población en Puerto Rico tiene al menos una dosis de la vacuna, mientras que un 74.7% tiene la serie inicial completada (dos dosis para Pfizer y Moderna o la unidosis de Johnson & Johnson).

De otra parte, se afirmó que hay 1,266,396 personas que requieren la vacuna del refuerzo. De estos, 693,023 (26%) ya recibieron el “booster”.

En términos de hospitalización el repunte ha tenido también consecuencias pues, en un periodo de 10 días, los ingresos se han quintuplicado a nivel general y sextuplicado en el renglón pediátrico. De hecho, Puerto Rico está entre las jurisdicciones de Estados Unidos con mayor aumento en hospitalizaciones pediátricas. Este escenario ha generado preocupación en cuanto a la inestabilidad del sistema de salud que pudiera generarse si los ingresos continúan subiendo. No solo se trata de la disponibilidad de camas, sino del recurso humano -médicos, enfermeras, terapistas- que está agotado y que también empieza a contagiarse.

El último informe de salud indica que hasta el 30 de diciembre había 366 personas hospitalizadas, incluyendo a 90 pediátricos. De los 276 adultos ingresados, hay 34 en intensivo y 14 en ventilador.

El total de ingresos refleja 59 pacientes más en un periodo de 24 horas. Asimismo, se sumaron tres fallecimientos vinculados a la pandemia para un total acumulado de 3,298 casos. Cabe destacar que en el mes de diciembre se han reportado 28 defunciones, una cifra significativamente baja en comparación con la tasa de contagios que se experimenta, lo que ha llevado a los científicos a concluir -y corroborar por estudios clínicos- que Ómicron causa una enfermedad más leve y que la vacuna contra el COVID-19 salva vidas y evita una infección severa.

Esta semana la Primera Oficial Médico de Salud, Iris Cardona, y el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos, alertaban de que la mayoría de los ingresos son niños entre 0 a 4 años, quienes pertenecen al grupo que no se puede vacunar todavía. La preocupación aumenta pues algunos chiquitines llegan con diagnósticos paralelos, por ejemplo, de COVID-19 con influenza, con bronquiolitis o con virus sincitial. En Puerto Rico, la población entre 0 a 4 años se estima en 117,482 niños y niñas.

Sin embargo, para el profesor Irizarry, hay que estar vigilante al aumento de infecciones en la población mayor a 60 años, y así se lo dejó saber el pasado domingo mediante una carta al secretario de Salud. “Ahora mismo lo que estoy estudiando ansiosamente es cuántos mayores de 60 se están infectando y cómo compara la severidad de Ómicron a Delta. Ahora mismo parece ser menor, pero hay tantos casos que me preocupa mucho qué va a pasar con las hospitalizaciones”, acotó a Primera Hora el científico quien ha advertido que hay sobre 150,000 ciudadanos en la isla sobre 60 años que no se han vacunado. Un monitero preliminar de Irizarry identificó que, de los 38,171 contagios identificados durante la semana que culminó el 23 de diciembre, se destacaban 2,480 que eran del grupo de personas mayores.

“Este número está creciendo y si no se detiene la transmisión de personas más jóvenes, las hospitalizaciones pueden dispararse rápidamente. Por lo tanto, recomiendo encarecidamente monitorear las tendencias de los casos entre las poblaciones de mayor edad”, enfatizó en su informe donde hace hincapié en los beneficios de la vacunación para esta población. De las 3,298 personas que han fallecido de COVID-19 en Puerto Rico, el 76% (2,514) tenían 60 años o más.

La directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, ofreció el miércoles un mensaje similar al de Mellado e Irizarry en cuanto a la importancia de la vacunación en tiempos de Ómicron, al destacar que las personas inoculadas están en menor riesgo de desarrollar una enfermedad severa de COVID-19, de hospitalización y de muerte.

“Lo que puedo decirles es que en comparación con las personas que reciben un refuerzo, si no están vacunadas, tienen 10 veces más probabilidades de ser un caso y 20 veces más probabilidades de ser una fatalidad. En comparación con las personas que están (vacunadas), tienen 17 veces más probabilidades de estar en el hospital”, dijo Walensky en una conferencia de prensa sobre la situación del COVID-19 en Estados Unidos desde la Casa Blanca.

De hecho, en Estados Unidos también se están rompiendo récords de casos diariamente y, según el último informe de las autoridades sanitarias federales, se están registrando en promedio más de 265,000 casos diarios.

De otra parte, reportes de CNN sostienen cifras históricas en otras jurisdicciones alrededor del mundo. Por ejemplo, el miércoles España notificó 100,760 casos nuevos de COVID-19. Esta es la primera vez desde el inicio de la pandemia que el país reporta más de 100,000 casos en un solo día.

También el miércoles, las autoridades del Ministerio de Salud de Argentina informaban 42,032 casos positivos en 24 horas, lo que representa el mayor número de casos desde que inició la crisis salubre del coronavirus.

Desde Francia llegaron noticias similares cuando se reportaron 208,000 contagios en un día. Se trata del mayor número de casos diarios en Europa desde el inicio de la pandemia, según datos de la OMS.