Unos 900 empleados cobijados bajo la Unión General de Trabajadores (UGT) iniciarán un paro indefinido a partir del viernes, 26 de enero en el Centro Médico de Río Piedras en reclamo a que su empleador, la Administración de Servicios Médicos de Puerto Rico (ASEM), negocie de buena fe su convenio colectivo.

La medida ocasionará que empleados administrativos y de asuntos relacionados a la atención al paciente en áreas como la Sala de Emergencias o la Sala de Operaciones detenga sus funciones. Incluye, por ejemplo, a enfermeros, enfermeros anestesistas, técnicos radiológicos, técnico clínico, cocineros, asistentes de Sala de Emergencias, terapia respiratoria, ingenieros y secretarias, entre otro personal unionado por la UGT.

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Uno de los portavoces de prensa de la unión, Edwin Méndez, explicó a Primera Hora que, durante el paro, tendrá un comité establecido que evaluará los casos médicos que la administración exponga que necesita obtener un servicio esencial de alguno de los empleados unionados, pues su vida corre peligro. Dijo que evaluarían la urgencia y establecerían quién podría entrar a dar la atención al paciente.

Sin embargo, la UGT se reiteró en su paro indefinido “en protesta contra las prácticas ilícitas llevadas a cabo por los directivos de ASEM. Nuestra acción busca denunciar y poner fin a la negociación de mala fe, a la falta de honestidad y a las injusticias laborales que han afectado a nuestros compañeros durante casi una década”, según se indicó en un comunicado de prensa.

Primera Hora solicitó una reacción de ASEM y espera por la respuesta.

En la comunicación se detalló que el paro se decretó, porque supuestamente “los directivos de ASEM está utilizando la Junta de Control Fiscal como pretexto para no sentarse a negociar seriamente. Entendemos que la administración de ASEM está negociando de mala fe. La ASEM mantuvo comunicaciones con la Junta de Control Fiscal de forma escrita a escondidas, mientras que en reuniones presenciales con el comité negociador habían indicado que las conversaciones que han tenido con el ente fiscalizador han sido verbales. En esas comunicaciones escritas enviaron a la Junta de Control Fiscal, documentos borradores de nuestras propuestas que estaban en mesa de negociación, y a las cuales nunca respondieron y nunca presentaron contrapropuesta”.

Alegaron en la comunicación que la actitud demostrada en la negociación es “deshonesta y engañosa”.

“Esto puede resultar en acuerdos injustos y desfavorables para los trabajadores. La negociación de convenios colectivos debe basarse en principios de buena fe, transparencia y respeto mutuo. Solo a través de una negociación justa y equitativa se pueden alcanzar acuerdos que beneficien a ambas partes y promuevan un ambiente laboral saludable y productivo. Es importante fomentar la confianza y la colaboración en las negociaciones colectivas para lograr resultados positivos para todos los involucrados”, sostuvieron en el comunicado.

Añadieron que “esta negociación colectiva es de suma importancia a nivel histórico. Si hoy no se le hace justicia a los trabajadores y trabajadoras de la salud que laboran en ASEM, las consecuencias serían sumamente demoledoras para nuestro sistema de salud y podríamos lamentarlo durante las próximas décadas. Muchos trabajadores comprometidos aceptarán mejores ofertas fuera de Puerto Rico, dejando un hueco enorme en el talento disponible para brindar servicios de Salud en el país. Darles la espalda a estos trabajadores sería como darle un knockout fulminante a la salud de la gente de Puerto Rico”.

Enfatizaron que su lucha es una laboral y que puede redundar en un mejor acceso a la atención médica y salubrista que se brinda en el Centro Médico de Río Piedras.