El “empresario” que prometió el primer Disney en Latinoamérica… y acabó en tremendo novelón
Max Higgins llegó a Argentina con promesas de un parque temático, autos de lujo y hasta Maradona, pero todo era parte de una gran farsa.

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En el año 2007, los habitantes de San Pedro, en Argentina, fueron testigos de la misteriosa llegada de Max Higgins, un empresario jamaiquino que se autodenominaba el ‘Rey del Entretenimiento’ y compró 130 hectáreas para construir el primer Disney World de Latinoamérica.
De acuerdo con algunos medios locales, el hombre apareció un día en el territorio para reunirse con el intendente local y compartirle las ideas de su proyecto, con el que, según él, le daría trabajo a cerca de 600 personas.
Para ganarse la aprobación del pueblo y demostrar su solvencia económica, Higgins organizó un ‘reality’ de fútbol en el que contó con la participación de grandes figuras. Además, con el objetivo de llamar la atención de los argentinos, contrató a Diego Maradona para que él se encargara de promocionar el programa.
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Por si fuera poco, el empresario también le consiguió empleo a uno de los amigos cercanos del deportista como conductor del ‘show’ y alquiló el Estadio Mundialista de Mar de Plata para darle más fuerza a su imagen.
Durante mucho tiempo el jamaiquino se enfocó en demostrar que el dinero no era un problema para él, por lo que constantemente era visto paseando en un Lamborghini Diablo, durmiendo en hoteles cinco estrellas y convocando cantantes internacionales para brindar espectáculos musicales.
Sin embargo, el supuesto imperio del que Higgins presumía comenzó a perder su encanto cuando Sandra Zapata, la mujer con la que se había casado en 2006, decidió contar la verdadera historia de su pareja.
Max Higgins no era un reconocido empresario
Pese a la repentina fama del hombre, su esposa lo denunció por violencia y reveló una carpeta con información personal, con la que se demostró que había estado preso en Estados Unidos e Inglaterra por estafar con cheques sin fondos.
Zapata también explicó que los vehículos en los que se movilizaba como helicópteros o automóviles eran alquilados y muchos de ellos no eran devueltos por el jamaiquino, por lo que fue demandado por varias empresas, incluyendo a Warner Brothers y Disney.
Poco después, Higgins desapareció del ojo público, debido a que los argentinos se percataron de que sus promesas sobre la construcción del famoso parque temático no tenían ningún avance y solo había sido una idea en planos.
La última vez que el hombre fue visto por los habitantes fue en el año 2013, pero con un perfil totalmente diferente, ya que en lugar de hablar de negocios, sus respuestas estaban enfocadas en conspiraciones y encuentros con extraterrestres, mientras deambulaba por las calles.