El Parlamento de España dio ayer el primer paso para que los animales dejen de ser considerados bienes inmuebles o cosas y se reconozca su naturaleza de seres vivos dotados de sensibilidad, es decir de “seres sintientes”, a fin de proteger su bienestar.

Con este objetivo, el Senado dio luz verde este miércoles a una propuesta de ley del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la formación izquierdista Unidas Podemos, que prevé la modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil sobre el régimen jurídico de los animales para que dejen de ser objetos.

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Tras su aprobación en el Senado –por 153 votos a favor, 3 en contra y 98 abstenciones–, ahora esta iniciativa seguirá su tramitación en el Congreso de los Diputados (cámara baja) para su ratificación definitiva y su posterior entrada en vigencia, para poder aplicarse en situaciones como divorcios y separaciones de parejas que, tras su ruptura, quieren seguir compartiendo su vida con su mascota.

En este caso, se garantizará la protección del animal frente al sufrimiento de alejarlo de su hogar y de su vida compartida hasta ese momento, repartiendo los tiempos y las cargas de las mascotas en las rupturas familiares, ya sean matrimonios o parejas de hecho.

Si las partes no se ponen de acuerdo al respecto, será un juez el que lo decida. Si bien todas las fuerzas políticas con representación en el Senado español apoyaron la iniciativa –salvo el ultraconservador VOX, que votó en contra, y el conservador Partido Popular (PP), que se abstuvo–, el debate previo a la votación evidenció las diferencias de opinión sobre el asunto.

Argumentos a favor y en contra

Mientras que para los socialistas la propuesta supone “un cambio necesario y demandado por la sociedad española”, senadores del PP criticaron que se considere a los animales “seres sintientes”, pues ese término les hace “objeto de derechos” y les sitúa incluso en una posición igual o superior a las personas.

Los conservadores advirtieron de que la normativa podría dar lugar a situaciones tan paradójicas como que, en caso de divorcio o separación, el régimen de visitas o la pensión alimenticia de los menores “quedasen en suspenso” al no haber acuerdo de los progenitores respecto al futuro de un perro, un gato “o de los peces de colores”.

Desde las filas de VOX se señaló que se trata de una ley que “hace aguas” y que, además, puede destruir empleo, por ejemplo en el sector de la venta de animales en tiendas de mascotas.

Además de los casos de separación o divorcio, los socialistas hicieron hincapié en que con esta ley “se evitarán situaciones tan dolorosas como que, con ocasión de un accidente de tráfico, los animales tengan la misma consideración que una maleta y no exista obligación de atenderlos. Además, evitaremos que puedan ser embargados”.

Por su parte, el PP indicó que el texto del Proyecto de Ley adolece de un error jurídico “aberrante”, cuando pretende modificar el Código Civil introduciendo un concepto de “Derecho público” como es establecer medidas para retirar la custodia del animal en caso de violencia de género.