Mariam Cissé, una ‘influencer’ maliense que reúne alrededor de 100 mil seguidores en sus redes sociales, fue ejecutada en público por presuntos yihadistas. Estos hechos ocurrieron bajo acusaciones de colaborar con las Fuerzas Militares de ese país.

Su hermano, quien dio testimonio sobre la radical medida, aseguró que la mujer fue ultimada en la Plaza de la Independencia, ante la mirada de la multitud, entre la que estaría él. Los videos por los cuales se le acusó de informar sobre movimientos del grupo terrorista fueron grabados en las calles de Tonka, en el país africano.

Los hechos se originaron el pasado 6 de noviembre. Según medios internacionales, la mujer estaría llevando a cabo un video en vivo en una feria local de la región de Tombuctú, al norte de Malí. En plena transmisión, hombres adscritos al Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista, comenzaron con las acusaciones. Este grupo, además, está vinculado con acciones de Al-Qaeda.

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Posteriormente, la secuestraron y la transmisión fue terminada y eliminada. “Mi hermana fue arrestada el jueves por los yihadistas”, declaró su hermano a AFP. Según sus captores, la mujer los grabó para darle información al ejército maliense, algo que negó su allegado.

El siguiente día, viernes 7 de noviembre, los terroristas la habrían llevado a Tonka bajo cautiverio y, luego de posicionarla en medio de la Plaza de la Independencia de esa ciudad, la asesinaron. Su hermano, además, aseguró que él estaba en medio de la multitud que vio el macabro hecho.

AFP, además, aseguró que una fuente de las fuerzas de seguridad de ese país calificó los hechos como una “barbarie” basada en acusaciones de grabar para militares de Malí.

El grupo terrorista, en las últimas semanas, impuso un bloqueo total de operaciones en el territorio. El Gobierno del país africano, en respuesta, se vio forzado a cerrar centros educativos y tomar acciones para prevenir ataques armados en contra de la población de diferentes regiones.

El asesinato de la creadora de contenido ha sido reprochado por organizaciones nacionales e internacionales, mientras Malí sigue bajo la amenaza de grupos extremistas que continúan expandiendo su control por toda la región.