LONDRES.- El príncipe Enrique terminó formalmente su servicio militar de tiempo completo en el ejército británico el viernes, cerrando una carrera en la que se clasificó como piloto de helicópteros Apache y completó dos incursiones en Afganistán.

La movida no fue sorpresiva. El quinto en la línea de sucesión al trono británico había revelado en marzo su intención de terminar su servicio para asumir un papel más activo en esfuerzos caritativos, particularmente en África. El príncipe de 30 años pasará el verano trabajando con grupos de conservación animal allá, cumpliendo lo que llama un sueño de años.

Enrique trabajará con la Sociedad Zoológica de Londres y con expertos en protección de la fauna en Namibia, Suráfrica, Tanzania y Botsuana, y ayudará a veces a guardabosques a responder a reportes de cazas furtivas de elefantes y rinocerontes, dijo el Palacio de Kensington.

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"El príncipe Enrique será uno de los embajadores mejor informados de la comunidad conservacionista sobre lo que realmente está sucediendo en Africa", dijo Jonathan Baillie, director de programas de conservación de la sociedad. "Su experiencia será muy importante".

Enrique elogió en el pasado al ejército por ayudarlo a no meterse en problemas. Hace unos meses le dijo al Sunday Times que la vida militar le dio la oportunidad de "escapar de los reflectores".

"Definitivamente, sin duda alguna, te mantiene fuera de problemas", dijo. "Temo pensar dónde estaría si no fuera por el ejército".

Enrique también encabezó los Juegos Invictus, una competencia deportiva internacional para militares heridos en servicio, y recientemente se comprometió a un anexo con la Fuerza de Defensa Australiana.

"Las experiencias que he tenido a lo largo de más de 10 años me acompañarán por el resto de mi vida", dijo el príncipe en un comunicado cuando anunció sus planes en marzo. "Por eso, estaré por siempre inmensamente agradecido".