El polémico sermón de un pastor se ha convertido en el eje de una controversia. En las imágenes que ya se han vuelto virales en TikTok, el religioso que no ha sido identificado asegura que el diezmo debe aumentarse al 50% e insta a sus feligreses, de una manera altiva y desafiante, a entregar la mitad de sus ingresos a la iglesia, según reseño el portal digital del periódico El Tiempo.

“El diezmo debe subir al 50%. El 10% no alcanza para nada. A partir de hoy, el que no traiga el 50% de su sueldo no quiere al Señor. Están negando su obra y su voluntad. No se aferre a lo material”, manifiesta el pastor animadamente en el vídeo que ha sido compartido más de 100 mil veces, y acumula sobre 70 mil likes.

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La grabación del sermón reavivó una discusión que toca el corazón de muchas comunidades de fe: ¿hasta qué punto el diezmo, una práctica espiritual, puede convertirse en un instrumento de abuso?

El diezmo, entendido tradicionalmente como la entrega del 10% de los ingresos, tiene una raíz en el Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Israel destinaba esa parte de su cosecha para sostener a los levitas y ayudar a los más pobres.

Sin embargo, en el cristianismo moderno, la enseñanza se ha desplazado hacia la generosidad voluntaria. El acto de dar, según las Escrituras, debe ser una expresión de amor y fe, no una obligación económica ni una condición para el favor divino.

El sentido del diezmo

En la práctica, el diezmo busca sostener el funcionamiento de las iglesias y financiar actividades sociales, desde la ayuda a los necesitados hasta el mantenimiento de templos.

Para muchos creyentes, representa un compromiso de gratitud con Dios y con la comunidad. Pero su propósito se desvirtúa cuando se exige bajo presión o se convierte en una medida del nivel espiritual de cada persona.

Teólogos y líderes cristianos insisten en que la Biblia no respalda un porcentaje fijo como requisito. En el Nuevo Testamento, el énfasis está en la libertad del corazón. “Dios ama al que da con alegría”, dice la Segunda Carta a los Corintios, un recordatorio de que la generosidad nace del amor, no de la culpa.

Cuando la fe se usa como presión

Especialistas en movimientos religiosos advierten que frases como “el que no da, no ama a Dios” son señales claras de manipulación espiritual. En este tipo de discursos, la fe se convierte en un mecanismo de control económico.

La llamada ‘teología de la prosperidad’, presente en algunos movimientos religiosos, alimenta la idea de que las bendiciones divinas dependen de cuánto dinero se entrega al altar.

En la práctica, esta creencia puede tener consecuencias graves. Hay fieles que se endeudan o sacrifican necesidades básicas con la esperanza de obtener una recompensa espiritual o material.

Algunos terminan enfrentando angustia, pérdida de confianza e incluso ruptura con su comunidad religiosa. La fe, usada como moneda de cambio, se vuelve una herramienta de poder.

Las reacciones en TikTok no se han hecho esperar. “Este señor debe ir preso”, manifestó una usuaria. “Se me hace que me voy de pastora, es buen negocio”, comentó otra. “Ni Judas se atrevió a tanto”, indicó otro.

Mientras que un usuario que se identificó como pastor, sostuvo que “yo soy pastor no pido nada solo k (que) amen a Jesús”. Añadió que aunque ejerce el pastorado y tiene 60 años, se gana la vida trabajando.