El fiscal a cargo de la pesquisa contra el llamado “bully” cibernético conocido por el alias Medea Bot aseguró esta tarde que la investigación está “bastante adelantada” y que se avecinan cargos criminales contra el hombre de 27 años.

“Confiamos en que en muy corto tiempo va a estar concluyéndose (la pesquisa)”, dijo el fiscal Rafael Sosa Arvelo. 

La residencia en Comerío de Medea Bot fue allanada el pasado 23 de junio, pero según indicó Sosa Arvelo, días después se detectó actividad en algunas de sus cuentas, por lo que fue necesario un requerimiento de información a la empresa Twitter. 

El día del allanamiento, Justicia informó que el individuo fue blanco de una investigación que duró un año por la Unidad Investigativas de Crímenes Cibernéticos, que dirige Sosa Arvelo. En síntesis, se le investiga por acosar de manera anónima y a través de unas 300 cuentas de la red social Twitter a decenas de querellantes, entre estos figuras públicas. 

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El patrón de acoso incluyó amenazas de muerte y amenazas con violar menores. 

“La investigación está en una etapa bien avanzada. Estamos recopilando la evidencia que se obtuvo de los equipos y estamos esperando por unos informes de Ciencias Forenses. La prueba es voluminosa y altamente técnica. Paralelamente se están concluyendo las entrevistas”, dijo Sosa Arvelo.

El fiscal también reveló que los teléfonos celulares, discos duros y computadoras portátiles ocupadas al individuo son inspeccionados también en el laboratorio de la agencia federal de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).

Asimismo, el fiscal indicó que el sospechoso fue citado para comparecer al Departamento de Justicia, pero por razones que no especificó allí se le notificó que se había dejado sin efecto por el momento la citación, por lo que no fue entrevistado. 

El individuo, quien tiene estudios parciales relacionados al mundo de las computadoras, llegó a la agencia con un familiar y nadie se ha identificado ante las autoridades como su representante legal.

“Surgió una información nueva tras el allanamiento, información que queríamos corroborar”, dijo Sosa Arvelo. 

El fiscal no quiso indicar si se han ocupado más teléfonos celulares o computadoras como parte de la pesquisa, “pero te puedo decir que se ha mantenido una vigilancia para recopilar más información”.

De hecho, esa vigilancia fue la que detectó “actividad limitada” nueva en algunas cuentas supuestamente manejadas por el sospechoso.

Sosa Arvelo dijo que a raíz del anuncio del allanamiento, nuevas potenciales víctimas se acercaron al Departamento de Justicia. 

“Entiendo que las personas, al tener conocimiento de la investigación se sintieron en una posición de participar del proceso y acercarse a contribuir información”, dijo.

Sosa Arvelo aclaró que algunas de estas nuevas víctimas han sido entrevistadas, pero no todas necesariamente se han convertido en querellantes oficiales. El letrado indicó que continúan investigando otras querellas por acoso cibernético pero ninguna ha provocado un allanamiento como el ocurrido en Comerío.

El sospechoso se expone a acusaciones por delitos como amenaza, impostura, intrusión en la tranquilidad personal, extorsión, apropiación ilegal de identidad, incitación al suicidio y Ley contra el Acecho.

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