Fajardo. En el octavo día del juicio, la defensa de Jensen Medina Cardona intentó profundizar en las preguntas dirigidas a levantar dudas sobre la identificación que hiciera un testigo del acusado como el alegado asesino de Arellys Mercado en Villa Marina de Fajardo.

A preguntas del abogado Jorge Gordon, el testigo presencial Luis Torres Gómez admitió que no fue hasta el 23 de agosto de 2019 que ofreció alguna descripción física a las autoridades que conste por escrito. El asesinato de Arellys ocurrió el 18 de agosto de ese año.

Como parte de las preguntas de Gordon, el testigo volvió a indicar que antes de hacer la identificación formal a la Policía, vio en las redes sociales al menos dos fotografías en publicaciones que indicaban que Medina Cardona era el sospechoso.

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Igualmente, el testigo dijo que vio al presunto atacante de perfil cuando llegó al área del muelle donde se encontraban.

Ante esa declaración, Gordon le pidió que dibujara en una pizarra de papel en sala a esa persona.

Torres Gómez advirtió que no es “dibujante”, por lo que la fiscalía objetó, indicando que el dibujo no tenía ningún “valor probatorio”.

No obstante, la jueza Gema González Rodríguez le ordenó que hiciera el dibujo.

Mientras dibujaba, el abogado le pidió que usara el color azul para la silueta del cuerpo y color rojo para el calzado. Con color negro, dibujó lo que sería el cabo negro del arma de fuego que el testigo alega que vio en la cintura de esa persona.

Luego, indicó que, tras el disparo, la persona lo miró de frente a los ojos, por lo que Gordon también le pidió que lo dibujara.

Acto seguido, le preguntó si lo vio por la parte posterior del cuerpo, ya que dice que iba sin camisa. Al responder que sí, Gordon le preguntó si había mencionado que esa persona tenía tatuajes o alguna marca característica.

“No”, respondió en varias ocasiones, según le cuestionaba si había ofrecido esa descripción en la entrevista al agente investigador, en la declaración jurada y en sala.

Un intercambio similar ocurrió en la vista preliminar, cuando el novio de Mercado, Joseph Howe, quien estaba en la escena, tampoco indicó que el presunto atacante tuviera tatuajes. Incluso, en sala, con la autorización del tribunal en aquel momento, se levantó la camisa del entonces imputado, para mostrar los tatuajes que tiene detrás de sus dos hombros.

Mientras estaban discutiendo si el testigo podía dibujar o no, en las sillas del público, a la madre de la víctima, Nitza Ríos, se le cayó algo al piso y al inclinarse a recogerlo, expresó “Ay padre”, en momentos en que el abogado Jorge Gordon hacía preguntas.

Gordon se detuvo, miró hacia Ríos y se acercó a la juez, mientras uno de los alguaciles le pidió a Ríos que no hiciera comentarios en sala.

Tras hablar con las partes, la jueza decretó un receso. Entonces, los fiscales se llevaron fuera de sala a Ríos y sus acompañantes.

Al reanudar de la vista, el fiscal Eduardo Beale le informó a la jueza que ya han dialogado “con el público”.

“Estamos claro que son cosas que pasan”, dijo el fiscal.

La jueza contestó indicando que “lo importante es que lo hayan hablado. Confiamos en ustedes”, y dio paso a seguir con la vista.

Al salir del tribunal Ríos dijo que “se me salió un suspiro”.

“Supongo que fue por la expresión del chico, que dijo que no sabía dibujar y como qué...”, expresó Ríos. “Eso es parte de... Estamos bien”.

Antes del receso del almuerzo, Gordon preguntaba al testigo sobre lo que veía en el vídeo de las cámaras de seguridad, pausándolo cada medio minuto, aproximadamente, para que identificara el movimiento de las personas en el muelle de Villa Marina.