Tras alrededor de dos años de litigios y controversia, el pleito judicial por la construcción ilegal de una piscina y una verja en la zona marítimo terrestre del condominio Sol y Playa de Rincón llega a su final.

Los augurios que expresó este miércoles el juez Abid E. Quiñones Portalatín, del Tribunal de Primera Instancia de Aguadilla, es que no tenga que volver a llamar a los abogados que representan a los condómines, a los de la Junta de Planificación, al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales o al municipio de Rincón para intentar mediar en problemas que detengan su orden de derribar el muro y tomar acción ambiental en la zona de la playa. Su proyección, anunciada durante una vista de estado de los procedimientos, es que una vez se culmine la obra, reciba una moción en la que le resuman los trabajos realizados.

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La obra de demolición de la verja inició el pasado lunes, 9 de octubre y todavía están en curso. Se augura que se culminen previo a la fecha límite fijada ante el tribunal, que era el 15 de enero, según comentó durante la vista el ingeniero a cargo de la obra, Emilio Colón Zabala.

Como parte de lo que pudiera ser la última vista en este litigio entre la Junta de Planificación y los propietarios de apartamentos en el condominio Sol y Playa, el juez pidió a las partes que insistieran en el diálogo antes de recurrir con más controversias ante el tribunal que retrase la demolición de las obras construidas de manera ilegal a la orilla de la playa, y se tomen medidas para la restauración de la playa Los Almendros.

“Lo que le puedo pedir es, como dije al principio, que, sí, hay algunos asuntos que ya delimité, que están dentro de mi control, hay otros que no. Yo creo que no debe haber incidentes adicionales, pero si los hubiera, traten de dialogar entre ustedes, ¿verdad? Y si así se da, pues, no se requiere la intervención del tribunal ni que ustedes vengan para acá”, afirmó el juez.

Por otro lado, la única preocupación que salió a relucir en la vista la expresó el ingeniero Colón Zabala. Estaban relacionadas a las manifestaciones.

“Nosotros hicimos el acercamiento a campamento Carey por una preocupación que yo tenía, que estaban subiendo los niveles en la conversación y las cosas que estaban comentando en las redes sociales. Yo normalmente no le hago caso a ruidos, pero, nunca he tenido un proyecto donde tenga una fatalidad o heridos de gravedad y mucho menos que haya macanazos, y yo no quería que este fuera el primero. Hasta el día de hoy, todo ha fluido sin novedad”, sostuvo.

El juez le respondió que si hubiesen tratado el caso con el diálogo entre las partes, no estarían en medio de este pleito judicial. Además, llamó a no hacer caso a todo lo que se ventila en las redes sociales y se dejen regir por las responsabilidades delineadas por el tribunal.

Expuso que, en caso de manifestaciones, es la Policía quien debe mediar y no el tribunal.

“Las partes deben saber cómo actuar”, señaló Quiñones Portalatín.

Previo a culminar la vista, el juez dijo estar satisfecho con la resolución que ha tenido este largo caso.

“Me alegro mucho que la cosa esté a punto de finalizar y para adelante”, fue lo último que estableció el juez, quien no citó a ninguna otra vista del caso.