Las entrevistas a potenciales testigos en el caso del adolescente que confesó hace una semana el crimen de su madre en su hogar de Canóvanas, continuaron ayer con el objetivo de establecer si hubo conspiradores, colaboradores para la disposición del cuerpo o participantes en el asesinato. 

El equipo de trabajo integrado por agentes de la rama investigativa de la Policía y el Ministerio Público, encabezado por el fiscal Víctor Carbonel, del distrito de Carolina, ha interrogado en su mayoría a adolescentes o jóvenes adultos en los pasados días, entre ellos a una menor, pero todavía faltan por localizar al menos tres testigos para completar la pesquisa. 

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Una vez concluya este proceso se determinaría si se someten cargos criminales a otras personas, además del adolescente de 16 años, quien confesó el asesinato de su madre, la enfermera Jeanette Mojica Rivera, de 34 años, entre el 26 y el 27 de mayo pasado, tras un altercado. 

La discusión, que no era la primera, surgió cuando ella le reclamaba por su conducta, el supuesto consumo de marihuana, por las amistades con las que se había asociado y su relación con una mujer adulta.

 La causa de muerte no ha sido certificada por el Negociado de Ciencias Forenses (NCF) debido al estado de descomposición en el que estaba el cadáver, lo que requiere que la patóloga haga pruebas más avanzadas.

El análisis de la guagua de Mojica Rivera, en la que se trasladó el cadáver amortajado a un solar yermo, está listo, según una fuente en la investigación policial.