Un salmo que resume que la verdad es de Dios y un reclamo público sobre su religiosidad se destacaron durante la primera aparición de la exrepresentante María Milagros “Tata” Charbonier Laureano y su esposo, Orlando Montes Rivera, para enfrentar un juicio federal por corrupción pública.

Se le imputa haber participado de una conspiración en la que se infló el salario de una empleada para que les devolviera entre $1,000 a $1,500 bisemanales.

En general, los trabajos del primer día del juicio, que se desarrollaron en la sala de la jueza federal Silvia Carreño Coll, en el Tribunal de Distrito federal en Hato Rey, se concentraron en la selección del jurado.

Al final del día, los abogados de defensa, Francisco Rebollo Casalduc y Anita Hill, así como los fiscales federales María L. Montañez Concepción, Jonathan E. Jacobson y Kathryn E. Fifield escogieron un jurado compuesto en su mayoría por mujeres. En total, los 12 miembros del jurado son nueve mujeres y tres hombres. Los cuatro jurados suplentes son dos mujeres y dos hombres.

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Este jurado escogido deberá determinar de manera unánime si el matrimonio es culpable o no culpable de los cargos imputados. Estos son conspiración, robo, soborno y comisiones ilegales en relación con programas que reciben fondos federales, fraude electrónico por servicios honestos, así como dos cargos de lavado de dinero. Contra la exrepresentante también pesa un cargo de obstrucción a la justicia por destruir datos en su teléfono celular.

Según alega la Fiscalía federal, la exrepresentante infló el salario de una de sus empleadas y quien se declaró culpable, Frances Acevedo Ceballos, para que esta devolviera a la familia entre $1,000 a $1,500 mensuales. Se alude que, bajo este esquema, la exlegisladora habría recibido unos $100,000 desde septiembre de 2017 hasta verano del 2020.

Concluida esta selección del jurado, los trabajos de mañana, martes, comenzarían con los argumentos iniciales de los fiscales y abogados de defensa. Luego, iniciaría el desfile de prueba. Se espera que los primeros testigos en declarar sean Sheila Mangual y Belinda Schwartz.

Cabe destacar que en este juicio, el hijo de la pareja, Orlando Gabriel Montes Charbonier, no estará presente, pese a que formó parte de la acusación original del gran jurado. Trascendió que se acogería a un programa de desvío, en el cual deberá aceptar un grado de responsabilidad de los hechos. Tras completar los requisitos impuestos, se le desestimarían los cargos.

Por otro lado, a su llegada a la corte, unos 15 minutos previo a iniciar el proceso judicial ante la jueza Silvia Carreño Coll, la otrora secretaria del Partido Nuevo Progresista (PNP) lo primero que dijo fue varios buenos días y, de inmediato, señaló que se encuentra “bien”.

Charbonier Laureano llegó acompañada de su esposo, así como de sus abogados de defensa.

En general, las declaraciones de la exlegisladora fueron escuetas.

Recalcó que es una mujer religiosa. Además, dio a entender que saldría inocente de los cargos impuestos, cuando se le preguntó: “¿Qué hacía con ese dinero que recibía de manera ilegal?”

“Cuando veas la prueba, pues”, soltó.

También expuso que “siempre” ha sido una mujer religiosa.

“Yo soy nacida y criada en el Evangelio”, expuso.

De hecho, previo a llegar al Tribunal federal, la exlegisladora realizó un comentario en la X, que en escencia era un salmo bíblico. Este destaca que “grande es hasta los cielos tu misericordia y hasta las nubes tu verdad”.

Como apoyo en este caso, a Charbonier Laureano y a su esposo le acompañaron en sala dos mujeres que forman parte de su congregación religiosa, así como un sobrino de la pareja, que fue escoltado fuera de la corte en una instancia ya que logró entrar un teléfono celular sin estar autorizado.

Los trabajos del día

El proceso judicial inició con la selección del jurado, para el cual se evaluó un panel con 74 personas.

La primera advertencia que la jueza federal Carreño Coll les hizo a los posibles miembros del jurado fue que se trabajaría en estas festividades navideñas.

Les hizo hincapié que el juicio recesaría sólo el lunes, 25 de diciembre y martes, 26 de diciembre, y luego se continuaría hasta finalizar con una determinación. Informó que el juicio se realizaría de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:30 p.m.

Señaló que sólo aceptaría condiciones “extremas” para excusar a un posible miembro del jurado. Entre las razones que esbozó se encontraban que tenga una cirugía en curso, esté a cargo del cuido de infantes o adultos mayores y no tenga disponible a un suplente, así como que ya tenga pagado viajes familiares o por algún asunto laboral durante el periodo en el que se ventilará el juicio. Sólo dos personas fueron excusadas por estas instancias.

Las primeras excusadas fueron una exinvestigadora del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), la vecina de la hermana del abogado Rebollo Casalduc y a tres que comentaron del caso criminal en las redes sociales o en los medios de comunicación.

Mientras, el primer hombre excusado fue un auditor de la Oficina del Contralor de Puerto Rico. Otro hombre también fue excusado por trabajar en el gobierno.

La línea de preguntas de la jueza federal incluyó conocer si personas conocen personalmente a los acusados o estuvieron relacionados al ambiente en que estos se desarrollan, como la Legislatura o la Corporación para el Fondos del Seguro del Estado, así como asuntos de religiosidad.

Cuando quedaban 55 personas, la jueza comenzó un proceso de entrevista individual con los posibles miembros del jurado. El proceso fue privado. Soló participaron los abogados y fiscales.

Tras las entrevistas privadas, se seleccionó al jurado.