El gobernador Pedro Pierluisi volvió a señalar la guerra en el narcotráfico como la causa principal de los asesinatos ocurridos en Puerto Rico, incluyendo la matanza a cinco personas escenificada la noche del domingo en el residencial Villa Esperanza, en Cupey.

“Por la información que tenemos está atado el asunto a narcotráfico... sigue siendo una tragedia porque no queremos asesinatos, pero está atado al narcotráfico y específicamente a la operación de un punto en el residencial. La gran mayoría de los asesinatos que estamos viendo están atados al narcotráfico, así que seguimos combatiéndolo utilizando la inteligencia que recopilan las diferentes comandancias, coordinando el patrullaje preventivo no solo a nivel de la policía, sino también con las policías municipales”, acotó el mandatario sobre la segunda masacre ocurrida en el año. La primera masacre del año ocurrió el pasado 12 de mayo en un negocio que ubica en la carretera 169, en Guaynabo, donde tres hombres fueron baleados, dos de ellos empleados municipales, que eran víctimas inocentes.

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Las expresiones del Primer Ejecutivo surgen a un mes de haber reaccionado de manera similar cuando se le pidió una reacción al hecho de que el wikén del 22 al 24 de abril se había colocado como el más violento del año, cuando se habían registrado al menos 12 asesinatos y 25 personas baleadas.

“Todos están relacionados a las drogas, lamentablemente”, dijo Pierluisi en aquella ocasión.

El comisionado de la Policía, Antonio López, ha adjudicado en los pasados meses que el 80% de los asesinatos ocurridos en la isla están vinculados al trasiego de drogas.

El gobernador aseveró que los patrullajes preventivos continúan siendo parte de las estrategias utilizadas para combatir el crimen.

“Además, se están haciendo operativos comunitarios en áreas impactadas o áreas en las que hay ese tipo de disfuncionalidad. Por ejemplo, la barriada Morales ya está desplegada la fuerza de la policía para atender este asunto de la violencia desde desde un punto de vista diferente, desde un punto de vista más preventivo. Así que seguiremos a la carga”, puntualizó en referencia a que la Policía de Puerto Rico tiene ocupada la barriada Morales hace una semana como parte de una iniciativa anticrimen tras registrarse varios tiroteos entre dos pandillas por el control del narcotráfico.

Según datos ofrecidos por la Policía de Puerto Rico en lo que va de año han ocurrido 237 asesinatos, dos más que los reportados para la misma fecha en el 2021. El año pasado se registraron en la isla unos 616 crímenes violentos.

Informes del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico indican que el máximo de homicidios en la isla ocurrió en 2011 cuando se registraron 1,164 asesinatos. Aunque el número ha ido cayendo con los años, las cifras continúan siendo preocupantes y en 2019, por ejemplo, la isla se situaba como uno de las jurisdicciones de Estados Unidos con mayor tasa de asesinatos per cápita (19 por cada 100,000).

En entrevistas previas con Primera Hora, el gobernador ha reconocido la cultura de violencia que hay en la isla, pero dijo que el gobierno está atendiendo el problema social a través de varias iniciativas, incluyendo un Plan Integral de Seguridad que comenzó el año pasado y que está centrado no solo en reaccionar a las acciones de los delincuentes, sino también en identificar problemas particulares que afectan a cada comunidad y buscar soluciones sostenibles que permitan prevenir y atender los orígenes de la criminalidad en cada zona. También hay esfuerzos como los arrestos del Plan 100 x 35, enfocado en atajar los crímenes vinculados al narcotráfico.