La vendedora de jugos naturales y productora principiante de contenido en redes sociales, Lisha A. Ramón Mejías, puso resistencia a entregarle su teléfono celular a los investigadores de la División de Delitos Sexuales de Carolina, quienes acudieron con una orden del tribunal para ocuparlo, como parte de la pesquisa de una agresión sexual reportada durante la fiesta denominada Proyecto X, que convocó durante la noche del sábado pasado, en una residencia de la urbanización Vista Mar.

El coronel Roberto Rivera Miranda, comandante auxiliar de Investigaciones Criminales, indicó que, por medio de su abogado el licenciado Ernest R. Crisson-Cancel, la mujer consintió la entrega de su unidad móvil.

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“Ya eso se resolvió, se trabajó con su abogado y vamos a continuar trabajando con la investigación según la fiscalía nos indique”, subrayó Rivera Miranda, ante las dudas que han surgido de que presuntamente no está dispuesta colaborar con las autoridades.

La comerciante tenía que comparecer el lunes para ser entrevistada por las autoridades, pero la citación quedó sin efecto por razones que no fueron reveladas.

Como parte de la pesquisa se han ocupado vídeos de la fiesta publicados en las redes sociales, así como transmisiones en vivo donde Ramón Mejías hizo expresiones sobre el incidente y la supuesta víctima en la que cuestionaba la veracidad de su denuncia.

También se intentaba identificar para entrevistarlo al presunto agresor sexual.

La querellante de la agresión sexual abandonó la fiesta en su vehículo el domingo pasado a las 3:14 a.m. y en la avenida Fidalgo Díaz, en Carolina, le notificó a una patrulla municipal lo que presuntamente le había sucedido.

La mujer fue transportada al hospital Dr. Federico Trilla de la Universidad de Puerto Rico para seguir con el protocolo de rigor.

Lisha, según ha trascendido, habría convocado a la fiesta a sus miles de seguidores en las redes sociales, así como a cualquier otra persona que hubiese querido sumarse.

Sin embargo, al llegar los investigadores solamente estaba ella.

La propia Lisha hizo una publicación en redes sociales en horas de la mañana, hablando de la presencia de agentes de la policía en la residencia donde tuvo lugar la fiesta, aunque luego la borró. Noticentro Digital publicó un vídeo publicado en TikTok donde advirtió que se trata de una querella infundada y “que todo se va a caer”.

Lisha cobró notoriedad en las redes sociales hace algunos meses, luego que el Departamento de la Familia, actuando según sus protocolos, le removiera a su hija de dos años, ya que el padre de la menor solicitó una orden de protección en su contra la cual había retirado para el momento de la intervención.

En la actualidad como todavía se encuentra con un plan de servicio de la agencia la joven madre sigue bajo evaluación.