La jueza Nerisbel Durán Guzmán, del Tribunal d Primera Instancia, pautó para el próximo 20 de agosto a las 10:00 a.m. la vista que tenía señalada para el estatus de los procedimientos en contra del hijo del fallecido juez federal Salvador Casellas, Pablo Casellas, y quien fue condenado por el asesinato de su esposa Carmen Paredes. Como secuela de una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenando que todos los juicios por jurado sean con veredictos de unanimidad, el Tribunal Supremo de Puerto Rico ordenó un nuevo juicio, pero el acusado aún no ha sido excarcelado porque el Tribunal de Apelaciones evalúa si su hija puede ser su custodia mientras esté bajo fianza.

Tratan de que su hija sea su custodia

En su breve orden, la jueza Durán Guzmán recordó que la fecha actualmente señalada para esa vista es este miércoles, 15 de julio, pero que ella “motu propio”, o sin que nadie se lo pidiera, la reseñala para agosto en cumplimiento de una decisión del Tribunal de Apelaciones que ordenó paralizar los procedimientos en su sala.

La orden es del 7 de julio, pero hoy es que medios de comunicación tuvieron conocimiento de la directriz de la magistrada.

Por otra parte, la jueza Marta M. Rosario Santana señaló una vista presencial en el Centro Judicial de Bayamón para el 16 de julio para evaluar...si María José Casellas Paredes, hija de Pablo Casellas, puede ser su custodio.

Casellas Toro, a través de su abogado Harry Padilla, obtuvo una orden de nuevo juicio y su excarcelación con una fianza de $2 millones, esto luego de que se alegara que el veredicto condenatorio en el 2014 por el asesinato de su esposa, ocurrido en el 2014, no fuera unánime.

En abril, el Tribunal Supremo de Estados Unidos resolvió que las sentencias con veredictos mayoritarios, que solo se daban en algunas jurisdicciones (los estados de Oregón y Luisiana, así como el territorio de Puerto Rico) violaban la Constitución federal, y abrió la puerta a que se celebren nuevos juicios en todos aquellos casos en que el veredicto no fue unánime, y la decisión no era todavía final y firme, es decir que estaba todavía en alguna parte del proceso de apelación. El caso de Casellas aún estaba en etapa apelativa. El veredicto de Casellas fue 11-1.