El comandante de área de San Juan, teniente coronel Orlando Rivera Lebrón negó hoy que sus agentes estén coartando el derecho de turistas y visitantes a entrar a la comunidad de La Perla en el Viejo San Juan, luego del crimen de Tariq Quadir Loat, residente del estado de Delaware, como lo denunció ayer el líder comunitario Ángel “Chago” Marcano.

Desde el sábado pasado, en la comunidad y sus alrededores hay gran presencia policíaca estatal y municipal, luego de la agresión a dos turistas en medio de un presunto altercado prohibiéndoles que tomaran fotos y vídeos en el lugar donde estaban, incidente que desencadenó en el asesinato de Quadir Loat, cuyo cadáver calcinado fue encontrado al día siguiente en el barrio Yeguada en Vega Baja.

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“Nosotros no le podemos coartar el derecho, pero si la gente decide no entrar a La Perla es algo que no está bajo nuestro control”, sentenció el comandante de área de San Juan.

El oficial también descartó que sean responsables de se haya afectado la economía que se beneficia de los turistas porque los comercios están recibiendo una mejor cantidad de público.

“Lo que tenemos es presencia policíaca en toda La Perla y en el interior un patrullaje preventivo”, sostuvo Rivera Lebrón, al reiterar que la barriada no ha está ocupada.

El plan especial de vigilancia permanecerá por un tiempo indefinido.

“Lamento que las autoridades estén cerrando el paso a visitantes y cuestionó “si en Ocean Park, en Condado o en Isla Verde hubiese ocurrido algo así, no creo que le hubieran cerrado el paso a la gente”, se lamentó el líder comunitario durante la entrevista previa con Primera Hora.

Por su parte, agentes de la División de Homicidios de San Juan junto a la Unidad Canina recorrieron hoy las calles la comunidad para corroborar confidencias que los lleven a identificar a los sospechosos y a la guagua en la que se presume fue transportado el cadáver del turista de 24 años.

Los investigadores todavía no han logrado comunicarse con el sobreviviente, que viajó el domingo a Estados Unidos y sería el testigo clave, al menos, para la identificación de quienes lo golpearon.