Con la meta presente de ayudar a encaminar a sus nietos, especialmente, en el área de la educación, cientos de personas llegaron este domingo al Parque de los Niños en Bayamón para celebrar el Día de los Abuelos, esos seres que en muchas familias resultan imprescindibles por su amor y respaldo incondicional en la crianza de los más jóvenes.

La novena edición del evento incluyó música, gastronomía, artesanía, charlas educativas, rifas y más. Pero para muchas abuelas y abuelos fue, además, una oportunidad para disfrutar de un pasadía familiar junto a sus seres queridos, y en especial sus adorados nietos y nietas, en un ambiente de distracción y compartir con sus contemporáneos.

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Luz Cotto y Eliú Rosa, por ejemplo, es un matrimonio de más de 50 años de casados. La pareja reveló que está más allá de la etapa de abuelos, pues ya son bisabuelos.

“Cuidamos la biznieta, mientras mi nieta trabaja”, comentó Cotto, agregando que, como parte de ese cuidado, también contribuyen a su educación.

“Realmente, lo que más nos preocupa es eso, la educación, porque muchas veces realmente no tienen las herramientas que deben de tener nuestros muchachos”, sostuvo Cotto.

Luz Cotto y Eliú Rosa, un matrimonio de Caimito que ya son bisabuelos, fueron parte de las personas que participaron de de la novena edición del Día de los Abuelos.
Luz Cotto y Eliú Rosa, un matrimonio de Caimito que ya son bisabuelos, fueron parte de las personas que participaron de de la novena edición del Día de los Abuelos. (alexis.cedeno)

“Eso es un trabajo que hay bregar con niños y con adolescentes, pero tiene que ser de corazón. Mucha gente van allí por el sueldo. Y otros, que bregan con esos niños, se esmeran con esos menores y eso es bonito”, comentó Rosa, refiriéndose a la educación de los niños.

La pareja, él de 72 y ella de 71 años, residentes de Caimito, en San Juan, agregaron que una dificultad que encuentran es que no han podido conseguir un centro Head Start para la biznieta en su barrio, y tienen que trasladarse a diario hasta la barriada Venezuela en Río Piedras, lo cual supone una carga para ellos que consideran innecesaria, pues, si hay demanda esos centros en Caimito, deberían crearse nuevos o expandir los existentes, en lugar de forzar a la comunidad a trasladarse a otras partes de la ciudad.

Por otro lado, aseguraron que, tal como hacen ahora con la biznieta, en el pasado se ocuparon también participaron de la educación de sus nietos.

“Con nuestros nietos nos envolvimos con ellos y hoy día la más chiquita de esas nietas tiene 18 años y está en una universidad de Michigan, becada por deporte de voleibol. Tenemos otro en una universidad en Texas. Tenemos uno que está estudiando medicina. O sea, yo doy gracias a Dios porque nuestros nietos y nietas están bien encaminados”, afirmó Cotto.

“Y otra (nieta) que juega voleibol, la mayor. Ahora va a jugar con Carolina. Y la mamá de la nena, que es enfermera graduada. Y todos salieron de casa”, agregó Rosa.

“Estamos de verdad super felices y damos gracias a Dios porque tenemos una familia hermosa, que el Señor nos regaló, buenísimos, buenísimos estudiantes, buenísimos nietos, mi biznieta, mis hijos, todos. Una familia super… nosotros estamos super agradecidos con Dios por la familia que nos regaló”, insistió Cotto.

“Así que, mira, somos abuelos felices”, agregó señalando el dibujo de sus camisetas.

En tanto, Carmen Doris Escudero, una residente del condominio para personas de edad avanzada Ciudad Dorada, localizado en Bayamón y auspiciado por el municipio, aprovechó la ocasión para compartir con la niña que considera como su nieta.

“No soy abuelita, pero casi soy abuelita… soy abuelita definitivamente”, afirmó sonriendo, mientras la niña jugaba en un columpio junto a ella.

Precisamente, al referirse a la labor de ocuparse de los niños, Escudero expresó que le preocupa que “a veces los abuelos no tienen suficiente capacidad mental ni física para poder cuidar a un niño en este tiempo”.

“Pero, la situación amerita. Los jóvenes tienen que tener a veces hasta dos trabajos para poder subsistir. Y no hay quién mejor que la abuelita por lo menos para mantener en salud”, agregó, destacando además el aporte que pueden hacer a la educación de los nietos, “para darles las directrices para que sean mejores ciudadanos en el futuro”.

“Y que los nietos visiten a los abuelos. Eso es importantísimo. Importantísimo. Donde yo vivo hay muchas personas mucho mayores que yo. Hay personas de 90 hacia arriba. Y hay veces que los nietos no se aparecen, y sí existen, sí hay. Entonces, pues, ahí está el municipio, dando la mano en estas actividades, que nos traen a estar en grupo así con niños. Y la pasamos muy bien”, comentó.

“Los niños dan energía. Le dan a uno deseos de vivir. O sea, yo, con todo y eso, mira… ella es la hija de la administradora. Y está conmigo. Vámonos por ahí, viendo los peces y dando la vuelta. Y yo pasándola de maravilla. Me encanta”, afirmó, agradeciendo por la actividad “muy buena, todo muy bonito”.

 Leslie Ortiz, de Bayamón, con su nieta.
Leslie Ortiz, de Bayamón, con su nieta. (alexis.cedeno)

Mientras, Leslie Ortiz, una abuelita de Bayamón, aprovechó la ocasión para disfrutar con su nieta, que estaba gozando en un columpio.

“Es la primera vez que vengo a la actividad. Está muy bien organizado. Tiene muchas actividades que quiero explorar a ver cómo están”, comentó Ortiz, quien, como muchos otros abuelos, también participa de alguna manera en la crianza de su nieta.

“Trato de cuidarla siempre que puedo. Los fines de semana siempre la cuido y hago este tipo de actividades con ella”, comentó la mujer.

Expresó que su mayor preocupación en lo que respecta a esa labor social que hacen los abuelos “es la educación, la calidad de la educación, eso es lo más importante. Y la cuestión de la violencia en las escuelas. Me preocupa mucho ese tema. Y las facilidades que hay para los niños”.

Celebró que los abuelos se involucren en la crianza y educación de los nietos, y sostuvo que son una generación que “tenemos mucho que aportar todavía”.

Además, es evidente que estaba gozando de estar con su nieta, la única que tiene.

“Yo me lo disfruto, yo lo disfruto todo con ella. No es que tenga que hacer nada, es que lo disfruto. Es vital yo pasar tiempo con ella. Eso está en las prioridades. Pero es para disfrutar. O sea, no es una obligación. Es que yo quiero hacerlo y quiero ser parte de su vida activa. Y conservo mi salud para poder disfrutar con ella”, aseguró.

De manera similar, la pareja de Leyda Serrano y Ernesto López, quienes llegaron a la actividad desde Cayey junto a su familia, estaban gozando de cada minuto junto a su nieta, la primera que tienen.

“Es la primera vez que venimos, y me ha gustado”, comentó Serrano.

“Y resalta el nuevo rol en las vidas de cada abuelo. Los prioriza también, darle una importancia mayor. Hay abuelos y abuelos, como dicen, unos buenos y otros malos que no se encargan de sus nietos, no los visitan. Pero es buena esta actividad para resaltar ese tipo de responsabilidad”, agregó López.

En el caso de ellos, tienen un rol importante en la crianza de su nieta, y también algunas preocupaciones en cuanto a ese rol.

“Yo la cuido cinco días a la semana, porque mi hija, que es la mamá, trabaja”, explicó la abuela. “Yo como soy la que estoy prácticamente todo el tiempo, sí le enseño valores. Pero me preocupa lo financiero. Y lo que va a pasar en el futuro. Y los valores que le puedan enseñar las demás personas a sus hijos, nietos, sobrinos. Como están las cosas hoy en día en Puerto Rico, pues eso es preocupante. No sé en el día de mañana qué pase con la niña, en el día que mi esposo y yo no estemos, o que pase algo… pero yo trato sí de inculcarle en lo religioso, y en el valor, el respeto hacia las personas”.

López agregó que además de la relación principal de madre e hija, “siempre hace falta un ‘back up’ (respaldo) de parte de los abuelos, porque la ayuda a criarla. Y ella ve ese cariño adicional en la familia completa y eso la ayuda mucho también a expresar ese cariño”.

El respaldo que ofrecen, además, es esencial, pues su mamá es madre soltera, y “con los altos costos de vida de hoy, es difícil, y pues hay que ayudarle. Y un cuido… eso es muy alto, es difícil”.

Además, como bien dice López, “el cariño de los hijos, pues es un cariño, pero el cariño de los nietos es otro cariño distinto. O sea, es algo… que a veces uno se pone en conflicto con nuestra hija, porque es un cariño”.

“Es que este es un abuelo arrebatao”, interrumpió Serrano riendo. “Yo por lo menos lo hago igual (la crianza), le he dicho mi hija, hay que corregirle, porque si le estoy enseñando hay que corregirle y no se le pueden reír las gracias, hay que uno corregirle desde pequeña”.

Hubo diversión para grandes y chicos.
Hubo diversión para grandes y chicos. (alexis.cedeno)

“Yo le dejo pasar unas cuantas”, admitió el abuelo, sonrojándose, pero evidentemente contento de tener a su nieta en brazos.

Mientras tanto, para la persona detrás de este homenaje a las abuelas y los abuelos, Noreliz Latorre, celebró que “el Proyecto Abuelos Jóvenes sigue evolucionando, sigue trascendiendo”.

“La invitación este año es al bienestar integral. ¿Y cuáles son los factores para que el ser humano esté bien? La integración familiar, el contacto con la naturaleza, crear comunidad, aquí estamos teniendo también talleres de arte. O sea, estamos fomentando y provocando esas iniciativas que hagan bien al ser humano. Así que estamos invitando no tan solo al abuelo sino también a esa próxima generación que nos sigue y nos observa”, afirmó.

“Regularmente los abuelos tienen muchas responsabilidades y pocos derechos dentro de lo que sería la sociedad y los límites de las leyes. Así que, dentro de todo, estamos siendo responsables con lo que estamos haciendo, siendo conscientes, para llevarles un espacio agradable para ellos. Así que estamos honrando todas esas tareas y toda esa iniciativa que ellos tienen para con nosotros los nietos, porque yo soy una persona que me crie con mi abuelita. Así que todo este evento, yo me entrego en cuerpo y alma, porque reconozco todo el esfuerzo que hacen”, agregó la creadora y productora del Proyecto Abuelos Jóvenes.

Hizo un llamado a todas las organizaciones que, como el Proyecto Abuelos Jóvenes, puedan estar alineados al propósito de reconocer y valorizar la labor de los abuelos como seres humanos y como figuras importantes en la familia, se unan en “esta cadena de iniciativas para ayudarles”.

Esta fue la novena edición del evento.
Esta fue la novena edición del evento. (alexis.cedeno)

“El Proyecto Abuelos Jóvenes y este tipo de actividad se presta para eso. Por eso invito a cualquier organización que atiende a esta población de adultos mayores que nos sigamos uniendo en alianza para la comunidad. Este proyecto es sin fines de lucro. Aquí hay muchas organizaciones y muchas empresas privadas que están muy comprometidas con lo que es el compromiso social. Y esto es… entregándonos todos, porque creemos. Creemos que podemos crear todas estas iniciativas, estar a tiempo de crear y fomentar actividades que sean en pro de la familia, mejorar nuestra comunicación con la comunidad, mejorar nuestra comunicación en familia, para que esa nueva generación que nos ve y que nos sigue, siga una conducta de valores y respeto, y mejoremos nosotros como sociedad”, afirmó Latorre, invitando a cualquier persona interesada conocer más sobre el Proyecto Abuelos Jóvenes a seguirles en sus páginas en las redes sociales.