La agresión contra un manifestante, que ayer fue empujado por un guardia de seguridad privada del condominio Sol y Playa en Rincón, fue la chispa que encendió la indignación de decenas de manifestantes que hoy llegaron en apoyo a la protesta contra la polémica construcción de una piscina en el área de la playa Los Almendros.

Allí se unieron ciudadanos de todo el País que también presenciaron el arresto de un surfer esta mañana por haber arrojado arena sobre el proyecto que se erige en la zona marítimo terrestre.

La situación ocasionó mayor furor entre los participantes, pues hasta el momento, la Policía no ha formulado cargos contra el empleado del complejo de viviendas por agredir al manifestante, y, sin embargo, el detenido identificado Waldemar Alcobas Santiago, tuvo que nadar durante varias horas hasta que finalmente se entregó a las autoridades.

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Sin embargo, a pesar de que Alcobas Santiago dijo a Primera Hora que fue tratado con cordialidad por parte de los uniformados, una fuente que prefirió mantenerse en el anonimato aseguró que las autoridades intentaron amedrentar al hombre “persiguiéndolo por toda la playa para formularle cargos por una cosa que entendemos es absurda”.

“Lo que nos preocupó fue que llamaron a la lancha (de la Policía) y en tres ocasiones le lanzaron la lancha encima. Y se lo advertimos a la Policía que eso no se podía hacer. También insistieron que se montara con ellos en la lancha y él decía que se iba a entregar acá, en esta área (la orilla), pero estaba bastante lejos”, lamentó.

Mientras que Johanna Elías, residente en Rincón, aseguró que llegó al lugar tras presenciar el incidente divulgado ayer a través de las redes sociales.

“Llevo tiempo siguiendo las manifestaciones, pero me interesó venir hoy por el episodio que sucedió ayer con el muchacho que le dieron el empujón, y gracias a Dios está vivo.

Es un abuso a los manifestantes, un abuso ambiental y de comunidad. Esto lleva años sucediendo desde Parcelas hasta acá. Son las consecuencias que tú ves de esos condominios y las casas que hay ahí”, sostuvo la fémina de 47 años.

“Aquí mismo, en el condominio, el agua les llegó hasta el frente con María, la piscina que había se fue. No entiendo el motivo de hacer esto porque si ya (el ciclón) te llevó una piscina, extenderla hasta acá, lógicamente llevaría más espacio, es innecesario. Siente que los están desplazando, yo me crie aquí, bendito. La naturaleza se lleva lo que le pertenece y esta gente se lleva lo que no es de ellos y las playas son de todos, no de unos pocos”, cuestionó.

Otra residente en Rincón expuso que la controversia por la construcción de esa piscina en la zona marítimo-terrestre es la gota que desbordó la poca paciencia que le quedaba al pueblo.

“Es fuerte porque en verdad, en todo Puerto Rico construyen cosas así, pero yo creo que ya llegamos a un punto que no aguantamos más porque esta no es la primera construcción. Lo que pasa es que el pueblo ya está tan cansado de tantos atropellos y tanta corrupción, que ya cualquier cosita prende el fosforito y esto va a establecer un precedente para que no se siga haciendo, aunque se haya hecho en el pasado”, confesó la maestra de Bellas Artes, Anette Blasini.

La artista de 54 años se apostó a un lado de la manifestación para pintar en vivo las incidencias del día, en rótulos que luego expone en distintas partes de la playa.

“Estoy aquí, solidaria con la lucha y lo que estoy ofreciendo es mi arte. He puesto unos rótulos por allá y voy a seguir pintando porque los rótulos los quitaron. Yo sigo pintando en vivo porque mientras los demás se expresan yo me manifiesto. Es una simbiosis”, acotó la fémina del barrio Ensenada de Rincón.

“Vengo a apoyar que se respete la playa. Vengo a apoyarlos de una forma pacifica y creo que hay un poco de injusticia porque cómo a Eliezer (Molina) lo llevaron a corte de una, por traspasar. Pero sin embargo las cosas se están haciendo sin permiso y no hay justicia, no se mide igual la vara”, dijo por su parte el mayagüezano José Juan Álvarez.

Entretanto, Roxana Benítez, quien reside en el pueblo costero hace siete años, arremetió contra la intención de construir en una zona que pertenece a la gente.

“Las playas son del pueblo. Esto es una mafia aquí lo que tienen… que solo los de adentro lo saben. El Departamento de Recursos Naturales saben lo que hay. Hay mucho dinero envuelto y los mismos guardias… da lástima porque son monigotes, son marionetas”, argumentó la mujer de 62 años.

“La gran mayoría de los residentes aquí defiende sus playas y este espacio. Esto no estaba, esto era del pueblo y ahora un grupo, una claque ha hecho este desastre”, agregó.

Cabe destacar que a la manifestación llegaron personas de todas las edades, sobre todo juventud, que espontáneamente compartió su defensa con otros grupos que allí se convocaron.

Entre los asistentes, hubo representación del Campamento contra las cenizas de carbón en Peñuelas.

“Estamos aquí, no a apoyarlos porque nosotros entendemos que esto es una lucha de todo el pueblo de Puerto Rico. Tenemos que estar conscientes de que las playas son de nosotros, las tenemos que defender y no podemos permitir que estos ricos que algunos de ellos tienen muchas influencias en el gobierno, se queden con nuestras playas”, reveló el líder comunitario Jimmy Borrero.

“Muchos años de lucha y vamos a seguir siempre defendiendo al pueblo de Puerto Rico”, asintió el integrante de una lucha comunitaria que también obtuvo apoyo a nivel nacional por su férrea oposición al depósito de cenizas provenientes de la carbonera AES de Guayama.