Hay buenas noticias para la economía, y llegan de la mano del sector de las empresas de manufactura que, según dio a conocer este martes el Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC), está experimentando una tendencia positiva, con crecimientos en sectores como el de las farmacéuticas, que no se veía en Puerto Rico desde que comenzó el declive de las empresas conocidas como las 936 a mediados de la década de 1990.

Este renacer de la manufactura, que incluye nuevos proyectos y ampliaciones de empresas existentes, es motivo de celebración para los directivos del DDEC, incluyendo su secretario Manuel Cidre, pues no solo se trata de nuevos empleos, que, si bien no son tan numerosos como antaño por el surgimiento de nuevas tecnologías y otros factores, sí son empleos bien remunerados, sino de todo el efecto multiplicador que deja en la economía en general.

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“La manufactura está liderando los esfuerzos de desarrollo económico, que a su vez garantizan una mejor calidad de vida, una reducción en la pobreza y una reducción en la inequidad”, celebró Cidre.

De hecho, según explicaron ese crecimiento en la manufactura se estima ha generado empleos para sobre 300,000 personas, entre empleos directos, indirectos e inducidos, pues su alcance va mucho más allá de los cerca de 80,000 empleos que trabajan directamente en las plantas. Ese volumen, además, supone alrededor del 30% de la fuerza laboral en Puerto Rico.

Para entender mejor cómo es que están beneficiando estas empresas a la economía general, Víctor Merced, director de Desarrollo de Negocios del DDEC, explicó que basta con observar lo que crece en sus alrededores cada vez que se establece o se expande una de esas empresas.

“Para que tengan una idea; Biociencias, el multiplicador es 10.83. Ahora, vamos a partirlo en pedacitos. El que pinta el edificio no es empleado, es una compañía, posiblemente de un empresario puertorriqueño. Seguridad, es contratado. La barrita de la esquina, el restaurante, la guagüita y la cafetería, todo eso es de afuera, y son gente que están ahí porque esa empresa está allí”, sostuvo Merced, invitando a explorar la secuencia de imágenes a través del tiempo, por ejemplo, en los alrededores de la planta de CooperVision en Juana Díaz, y cómo han ido creciendo los negocios y la actividad económica, e incluso dos nuevas urbanizaciones, una de las cuales le dicen “Villa Cooper” porque la mayoría de los que viven allí trabajan en la planta.

Humberto Mercader, subsecretario del DDEC, subrayó que la noticia que están dado a conocer está respaldada por los datos que arroja el Índice de Indicadores Coincidentes en la Manufactura’(IICM), herramienta de uso internacional que mide diversas variables como empleo, nóminas o exportaciones.

“El Índice de coincidentes lo que nos está diciendo es una historia bien positiva. Es una historia de optimismo para el sector”, afirmó Mercader, agregando que “obviamente, nos metimos mucho más en detalle para ver cada uno de esos componentes del sector y entender por dónde iba la cosa”.

De acuerdo con el IICM, que está reflejando los números más altos desde el 2009, la actividad industrial aumentó en diciembre de 2023 con respecto al mes anterior, siendo ese el noveno incremento en los pasados 12 meses. Asimismo, visto a una tasa anual, el IICM ha aumentado por 33 meses consecutivos, o desde abril de 2021, si bien a tasas de crecimiento más moderadas. Las expectativas para 2024 se mantienen altas, pese a factores que están afectando la economía internacional, como los problemas en las cadenas de suministros y los conflictos bélicos, y otros factores que también impactan negativamente, como la inflación.

“Aun cuando lo que estamos diciendo es cierto, de que estamos viendo manufactura más sofisticada, que es bueno porque son mejores salarios, y quizás sí, son un poquito menos empleos, comoquiera estamos viendo el mayor empleo desde el 2012 en el sector, lo cual es sumamente positivo”, insistió el subsecretario.

“La manufactura se está recuperando en Puerto Rico y se está sofisticando, que va a crear más empleo, quizás no a la escala que veíamos antes, pero van a ser mejores remunerados, y son más sofisticados, lo cual nos pone a competir con la crema de la crema”, subrayó Mercader, destacando que “el principal factor para atraer este tipo de empresas, para competir ahí, es nuestra capacidad de capital humano”.

Cidre explicó que, ante la fuerte competencia que existe de otros estados y naciones que también están haciendo grandes esfuerzos para atraer manufactura, el DDEC ha enfocado su estrategia en apuntar a áreas específicas como las empresas farmacéuticas, aeroespacial, dispositivos médicos, así como otras áreas donde se pueda sacar provecho al capital humano que ofrece la Isla, y que incluye, entre otros, los miles de ingenieros que se gradúan cada año de sus universidades. De igual forma, han tomado en cuenta el cambio que se viene dando a nivel global, de transición de plantas manufactureras gigantes a plantas más pequeñas, pero de mayor valor añadido y servicios periferales.

“El mensaje es que Puerto Rico busca ser una manufactura diversificada, basada en el conocimiento, precisamente, de cara a las nuevas tendencias mundiales de lo que la manufactura es”, afirmó Cidre.

Cabe resaltar, además, que esta tendencia positiva en la manufactura, según detallaron, ha estado ocurriendo más allá de los fondos federales que han estado llegando a la Isla para la recuperación por los desastres naturales y la pandemia, algo que los directivos del DDEC consideran como un voto de confianza hacia Puerto Rico y el talento que se produce en la Isla.

No es todo fondos federales. Estamos viendo sectores como este, que nos son dependiente de fondos federales, que están teniendo una recuperación importantísima, y el impacto que tienen en todos los demás sectores de Puerto Rico, es sumamente importante”, afirmó Mercader, resaltado que la manufactura “representa sobre el 11% de todos los empleos de la Isla” y suelen ser empleos mejor remunerados, con salarios que superan en promedio en 30% al resto.

El subdirector comentó, además, que los cerca de $70 millones que concede anualmente el DDEC en incentivos contributivos al sector de la manufactura tienen “un retorno de inversión de alrededor del 50%, es decir, por cada dólar que invierto, el fisco recibe dos. Así que si haces el cálculo de 70 (millones de dólares), multiplícalo por dos, son 140 (millones de dólares), ese es el promedio del retorno de inversión parar el sector de manufactura”. Agregó que Puerto Rico no solamente no es la única jurisdicción que concede ese tipo de incentivos, sino que lo que ofrece es bastante bajo si se compara con otras jurisdicciones.

Cidre recordó que, contrario a la percepción que puedan tener algunas personas, esos incentivos no son solo para empresas foráneas, sino que muchas empresas locales también se benefician. De hecho, subrayó, “el 74% de los decretotenientes de Puerto Rico son puertorriqueños, 74% de los decretos del DDEC están en manos de empresas puertorriqueñas”.