Un grupo de maestros, jubilados, artistas y ciudadanos llegó esta tarde a las inmediaciones de la Escuela de Bellas Artes de Ponce para continuar con el reclamo de mejor salario y retiro digno tras la manifestación masiva realizada por miles de servidores públicos en San Juan.

Además, cuestionaron el futuro del edificio que alberga la institución cuya historia data de 1849 cuando se utilizó como cárcel, cuartel general y a finales del siglo 20 se convirtió en sede para la enseñanza de la música y las artes.

Esto, ya que el Departamento de Educación mantiene un silencio sepulcral sobre lo que hará con la estructura afectada por los terremotos de 2020.

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De acuerdo con la maestra de Artes Visuales, Ana Emmanuelli, “nos unimos a todo el reclamo magisterial para un mejor sueldo y el retiro digno que es esencial”.

Denuncian que existe un silencio sepulcral del Departamento de Educación sobre el futuro de la institución que se afectó por los terremotos de 2020.
Denuncian que existe un silencio sepulcral del Departamento de Educación sobre el futuro de la institución que se afectó por los terremotos de 2020. (Sandra Torres Guzmán)

Estamos preocupados, queremos respuestas de qué van a hacer con el edificio histórico que alberga la Escuela de Bellas Artes que hace dos años está cerrada. Estamos dando clase en la Libre de Música, que queda justo al lado. Estamos trabajando hibrido. Es muy difícil para nosotros y esa es nuestra preocupación porque evidentemente las artes necesitan tener clases presenciales”, argumentó la educadora quien lleva 12 años dando clases en esta institución.

“En la modalidad hibrida hay muchas dificultades, por ejemplo, en el programa de baile, ¿cómo la maestra puede arreglar una postura? Eso tiene que ser presencial. Así que lo que pedimos es que nos digan si lo van a arreglar porque también es un patrimonio histórico de nuestro pueblo, tiene 173 años de historia. No pedimos nada más porque nosotros trabajamos donde sea porque amamos el trabajo que estamos realizando con nuestros niños, pero sí, nos gustaría saber qué harán con el edificio”, agregó la artista.

Asimismo, dejó ver su indignación al destacar que el sistema solo les ha dicho de algunas inspecciones “pero Educación en Ponce no ha dicho nada”.

“Se siente la indignación, tenemos que unirnos por la cultura de nuestro país, más allá de todo esto, también tenemos que defenderlo. Por todos nuestros compañeros de todas las agencias públicas, los maestros de escuela pública y los de escuela privada que están afectados porque sigue aumentando todo, pero el aumento salarial no se ve. Y no se ven los retiros, queremos personas saludables”, apuntó.

Por su parte, el maestro retirado, Jesús Ortiz Torres, llegó a su antiguo centro de trabajo en apoyo a sus compañeros y estudiantes.

“Hoy estoy en apoyo a mis compañeros, a los estudiantes, a los maestros, a los trabajadores, a los bomberos, policías y a todos los empleados públicos que hay por aquí. Esto es una poca vergüenza demasiado grande, es una falta de respeto. El retiro ya no es seguro… ahora uno no sabe a qué atenerse”, confesó el artista plástico que trabajó en esa estructura durante 25 años.

Mientras que la actriz ponceña Maddy Rivera, también acudió al llamamiento en solidaridad con los demás artistas y servidores públicos en general.

“No estar aquí sería para mí una falta de amor patriótico y una falta de generosidad y gratitud a lo que son los maestros y maestras de este país, a los policías, a las enfermeras y enfermeros, a todos los servidores públicos que trabajan y que dan tanto la milla extra, horas extra y hasta materiales que tienen que comprar para llevar a la escuela. Estoy aquí porque me siento muy indignada ante la falta de respeto de este gobernador, la manera como se dirigió a ellos, la forma como les habló”, sostuvo.

“También estoy en defensa de la Escuela de Bellas Artes de Ponce que hay cierta incertidumbre sobre si va a permanecer abierta, sabemos que la matrícula está bajando drásticamente, así que eso causa mucha incertidumbre y preocupación a personas como yo que nos dedicamos al quehacer artístico, al teatro específicamente”, agregó la también profesora y productora de teatro.

A varios pies de distancia se encontraba David Velázquez sosteniendo una pancarta que describía la importancia del edificio inaugurado hace 173 años.

Estaba como ciudadano y padre de dos egresados tanto de la Escuela de Bellas Artes como de la Libre de Música.

“Que no se pierda este edificio y que no se pierdan los maestros que están enseñando en esta escuela. Mucha historia porque cuando fue cárcel llegué a ver a los presos aquí y cuando se convirtió en Escuela de Bellas Artes, mis hijos tuvieron la oportunidad de estudiar en ella con unos grandes maestros”, lamentó.

Igualmente, Margarita Mercado, quien laboró varios años con el sistema público de enseñanza, describió las vicisitudes que la hicieron renunciar a su empleo como maestra de escuela elemental en el 2009.

“Yo sufrí las vicisitudes que sufren los maestros que tienen que aguantar no tan solo la falta de materiales, dejé materiales en la escuela que compré con mi propio bolsillo. Además, el maltrato que uno recibe, no tanto de los jefes que, en mi caso fueron muy buenos. Pero los padres nos maltrataban una cosa terrible y por eso renuncié. Me decepcioné del sistema”, reveló.

“Hoy estoy en apoyo a los maestros porque todavía tengo compañeros que están en la escuela, dando clase, dando la cara y pasando las de Caín. También estoy aquí porque la Escuela de Bellas Artes es muy significativa para nosotros, nuestros hijos estudiaron aquí; una de teatro, otra de música y fue una experiencia bien buena para ellos”, admitió.