Toa Baja. Rolando Nieves asumió el riesgo y rechazó refugiarse en alguno de los albergues de este pueblo costero de la Isla.

El hombre, de 48 años de edad, decidió enviar a sus dos “nenas” al hogar de su cuñado en Guaynabo y quedarse, junto a su esposa, en una estructura de cemento sin empañetar, identificada como un centro comunal en la comunidad Villas del Sol.

Allí también llegarán otras seis personas.   

La estructura de cemento tiene áreas abiertas -sin puertas ni ventanas- y un pequeño cuarto oscuro donde hay algunos muebles y dos neveras. También tienen una planta eléctrica. 

Nieves decidió dejar su casa porque es de madera y zinc, y ya anticipa que no resistirá los vientos del poderoso huracán Irma. “Eso va a ser pérdida total. Vela lo que te digo”, le dijo Nieves a José Santiago, de 30 años, y otro de los ocho que pasarán el temporal dentro de la estructura sin terminar.

De hecho, Primera Hora observó cómo algunas casas tenían bloques de cemento colocados en el techo, en fila y en el centro, y amarrados con sogas, con la evidente esperanza que logren detener la fuerza de los vientos de Irma que han ascendido a 185 millas hora.

La comunidad estuvo ante el ojo público hace varios años por el drama social que 211 familias protagonizaron al vivir sin agua, luz ni calles en terrenos “invadidos”, ya que para entonces enfrentaban una amenaza de desalojo por parte del Gobierno.

Es posible que el jueves encuentren una casa destrozada, le planteó Primera Hora.

“Sería duro… Uno lo siente en el corazón, aquí papá”, le dice a Santiago mientras se da en el pecho y sostiene con la otra mano un martillo.

“Comenzando desde cero”, le responde Santiago.

De ser así, el hombre, quien es ebanista, la construiría de nuevo, pero “quisiera hacerla de cemento. Ya la madera no me convence, pero como no había más ‘ná. Tuve que hacerla así”.

Nieves rechazó refugiarse en Toa Baja porque “no sé, no me gusta estar metío en un refugio”.

Asumirá el riesgo. Y si el lugar, un amplio terreno donde otras de las familias de escasos recursos económicos de la comunidad han construido sus residencias mayormente con madera y zinc, sufre inundaciones, Nieves se irá.