El trabajo no saca a 72,000 familias con niños de la pobreza
Limitado el progreso de Puerto Rico a favor de la niñez.

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Unas 72,236 familias con menores de edad se fajan trabajando para ganar un salario que todavía los mantiene bajo niveles de pobreza, según se destacó en un reciente estudio realizado por el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ).
Se trata de alrededor de 200,000 residentes de Puerto Rico, que principalmente viven en una familia liderada por una mujer y cuya mediana de ingresos fue de $18,500 anuales.
“Salen todos los días de su casa a trabajar, a sacar a su familia hacia adelante y, aun así, viven bajo los niveles de pobreza”, afirmó Sara Vázquez, directora interina del IDJ.
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Este dato demarca la disparidad salarial, lo cual limita el desarrollo económico en el que crecen los menores de edad puertorriqueños.
La información salió a relucir cuando la organización sin fines de lucro presentó los nuevos datos del Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud.
En general, el estudio apuntó que en los pasados dos años no ha habido mucho progreso en los factores económicos y sociales en los que se desarrollan los menores de 17 años.
Por ejemplo, Puerto Rico permanece con una calificación deficiente o de D en ese Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud, pese a que se registró una leve mejoría en los niveles de pobreza en los que vive la población menor de edad. Esta misma calificación se obtuvo hace dos años.
Cuando se compara con los Estados Unidos, Puerto Rico permaneció en la posición número 20 sobre en este índice que mira el bienestar de los menores de edad.
“Estos datos que nosotros hemos actualizado durante este año nos siguen diciendo que es significativo el porcentaje y las cifras de niñas, niños y jóvenes viviendo en pobreza en Puerto Rico”, afirmó la analista de investigación de la organización, Vallerie Blakely Vallecillo.
El poco progreso alcanzado está enfatizado en una reducción de un 58% en el que se encontraba los niveles de pobreza de los niños y jóvenes en el 2022 a un 54% para el 2023. Esto representa que hubo una baja de 297,526 menores que vivían en condiciones precarias a unos 269,146.
Mirada por pueblos
El problema que señaló Blakely Vallecillo es que la mayoría de estos menores son criados en familias monoparentales, en la que la madre es la jefa. Esto representa un 61% de las familias y cuya mediana de ingresos es de $14,495 anuales.
Cuando se va por municipios, los márgenes de la pobreza aumentan. Por ejemplo, en Vieques y Adjuntas, el 88% de los menores de edad viven bajo el nivel de la pobreza, y en Comerío y Guánica el 75%.
Mientras, el ingreso de las familias con niños en los pueblos también es menor a la mediana de todo Puerto Rico, que es de $26,360 anuales. Guánica tiene el nivel más bajo con $12,529 anuales de ingreso. Le siguen Naranjito con $13,954 y Comerío con $14,056.
En comparación con Estados Unidos
En general, la Isla está a unos 30 años de conseguir el progreso que tiene el estado de Estados Unidos en el que más niños viven bajo el nivel de pobreza, que es Nuevo México, comentó María Enchautegui, directora de investigación y principal oficial de conocimiento del IDJ.
En este estado, los menores bajo el nivel de pobreza representan un índice de 25%, mientras en la Isla está en 54%. También se destacó que en Nuevo México la mediana de ingreso es de $40,000 anuales.
Otro dato destacado en los estudios del IDJ, en esta ocasión el que midió la seguridad alimentaria, es que el 58% de los hogares con menores compran sus alimentos, ya que cuentan con el beneficio del Programa de Asistencia Nutricional (PAN). Mientras, un 59% de los hogares vieron que los alimentos que han comprado se acabaron antes de tiempo y no hubo dinero para comprar más alimentos y el 42% no pudo consumir comidas balanceadas por falta de dinero.
También se registró que el 59% de los hogares que reciben el PAN tiene al menos una persona empleada, pero su ingreso anual promedio es de $14,202 anual.
Asimismo, el 19% de los hogares bajo el umbral de pobreza no reciben PAN.
“Demasiadas familias están luchando para llegar a fin de mes”
La falta de un plan de desarrollo económico, ligado con las vicisitudes que ha pasado Puerto Rico en los pasados años, que incluyen huracanes, terremotos y la pandemia del COVID-19, en parte ha limitado el progreso de los menores de edad.
“Demasiadas familias están luchando por llegar a fin de mes. Estos datos demuestran la necesidad de colocar a las familias en el centro de nuestras decisiones de política pública. Hacer avanzar a las familias y a sus hijos debe ser el objetivo con el que midamos el progreso”, expresó Enchautegui.
La investigadora señaló que estos escenarios que revelan los datos que han identificado no son nuevos. Señaló que se han registrado por los pasados 30 años.
La experta explicó uno de los mayores problemas que parece tener Puerto Rico es que “nosotros parecemos no tener una alternativa. Siempre la alternativa parecen ser fondos federales”.
Sin embargo, el IDJ lanzó una agenda para guiar el progreso de la niñez. Estas recomendaciones son discutidas en reuniones que realiza personal de la organización con legisladores y jefes de agencia.
Las soluciones que impulsan están enmarcadas en cuatro renglones, que son crear empleos de calidad, capacitar a la fuerza laboral, eliminar barreras en el empleo y garantizar que el trabajo pague, informó la gerente de abogacía, Estella Reyes Rodríguez.
“No hay capacidad de desarrollo económico sostenible para Puerto Rico si no se atiende la pobreza infantil. El niño que creció en pobreza va a continuar en pobreza, a criar familia en pobreza, el país va a invertir más en servicios de salud y eso va a detener la verdadera capacidad del desarrollo económico en Puerto Rico. El desarrollo económico no se ve solamente en energía, en negocios y tecnología, se ve en su gente. El atender a las familias con menores debe ser, tiene que ser prioridad para poder alcanzar metas a largo plazo”, afirmó la abogada.