Aquellos que practican deportes extremos, como el paracaidismo y el salto BASE, reconocen el alto riesgo que corren sus vidas, por más experimentado que sea el deportista.

Así lo especificó Francisco Otero, paracaidista con 15 años de experiencia y propietario de Zona Puerto Rico Sky Diving en Humacao.

Este fue el mismo riesgo que presuntamente asumió Jasmine H. Pérez Rivera, quien en la madrugada de este lunes falleció al lanzarse de un precipicio aledaño a la carretera PR-149 en Ciales.

“Los accidentes pasan todos los días. No podemos dejar de vivir nuestras vidas. Pasan accidentes en toda la vida, (en automóviles, en aviones)”, indicó Otero a Primera Hora.

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“Es una experiencia de alto riesgo, pero un riesgo controlado. Entendemos los factores y las consecuencias”, agregó el atleta que cuenta con más de 5,300 saltos.

Pérez Rivera, junto a un amigo y un conocido, llegó hasta un solar baldío aledaño a la carretera PR-149 para practicar el salto BASE- acrónimo que ilustra dónde se practica el deporte: edificios (building), antenas (antenna), puentes (span) y tierra (Earth). Pérez Rivera falleció luego de que su paracaídas no abriera tras lanzarse a más de 500 pies de altura.

Según Otero, no es anómalo que los deportistas seleccionen áreas similares para practicar el deporte.

“No muchos paracaidistas son dueños de edificios. No es fuera de lo común”, comentó.

La Policía dijo que la oscuridad de la madrugada pudo haber influenciado en el accidente trágico, ya que uno de los hombres le indicó a la Policía que cuando Pérez Rivera se lanzó por el precipicio, esta haló la soga para soltar el paracaídas de emergencia, por lo que este intentó ayudarla soltando el mismo, sin embargo, no se dio cuenta si llegó a abrir.

“En base a la hora, lo único que te puedo decir (que quizás fue) por las condiciones del tiempo, como el viento, las nubes y la neblina”, mencionó Otero al resaltar que en la madrugada que ocurrió el accidente trágico había luna llena.

El salto BASE es considerado significativamente más peligroso que el paracaidismo, ya que los deportistas se lanzan de alturas más bajas. Un estudio publicado en el 2007 por la Universidad de Stavanger en Noruega, país que suele recibir miles de turistas para practicar el salto BASE en la mayoría de sus montañas donde es permitido, determinó que este deporte es de cinco a ocho veces más probable de provocar lesiones o muertes que el paracaidismo, donde los participantes saltan de aviones.

“Los equipos están diseñados para saltar a menor altura”, explicó el experto.

Por ende, salto BASE es ilegal en la mayoría de las ciudades norteamericanas y sus parques nacionales, así como en varios lugares de Europa.

Para practicar el salto BASE, se requiere obtener cursos, una certificación y no menos de 200 saltos. Una vez el deportista cumpla con los requerimientos, el deportista debe ir acompañado y “tomar las precauciones, como chequeo general a todo el equipo”.

“Yo estoy seguro que (Pérez Rivera) tomó las precauciones necesarias para hacer un salto BASE”, adujo el también instructor.