Aibonito. Al culminar su día escolar, decenas de estudiantes de las escuelas superiores de Aibonito llegaron hasta el funeral de su amiga Gabriela Nicole Pratts Rosario para abrazar a sus familiares, afectados por la tragedia que cambió sus vidas la madrugada del lunes, cuando la adolescente de 16 años fue asesinada en un incidente que involucró a otras jóvenes.

“Me la quitaron. Ella nunca le hizo daño a nadie”, manifestó una adolescente mientras lloraba desconsolada luego de ver el féretro de su amiga, varios minutos después de culminar su segundo día de clases en el plantel frente a la fraternidad Nu Delta Chi, donde se llevó a cabo el velatorio.

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Al entrar al salón -lleno de allegados de la joven alumna que hubiera cumplido 17 años el martes pasado-, familiares que sirvieron de ujieres solicitaron a los asistentes no tomar fotografías del cuerpo de la adolescente por respeto al terrible dolor que atraviesan.

Familiares y amigos le dan el último adiós a la joven de 16 años asesinada en Aibonito.

Otros amigos y compañeros de clase de Gabriela compartieron la tristeza que han vivido los pasados días tras la inesperada pérdida de la estudiante de la Eescuela Superior Bonifacio Sánchez.

Ver la noticia de cómo Gabriela fue asesinada fue muy impactante al principio, porque yo la vi el domingo y la saludé. Me pasó por el lado y que, al otro día, amanezca sin vida, no es justo. Gabriela era una chica superalegre que le apagaron su felicidad por envidia”, contó Sebastián Collazo Pérez.

Otras amistades de la menor asesinada expresaron que se había cambiado de la Escuela José N. Gándara cuando iba a cursar undécimo grado por presuntas agresiones que había sufrido de parte de las adolescentes que son investigadas por las autoridades tras el mortal incidente.

La madre de la menor, Lisandra Lisa Rosario, se colocó una amapola en su cabello, en memoria a su hija. La mujer es una de las testigos principales que prestaron declaraciones juradas el miércoles ante la Fiscalía de Aibonito, que aún investiga los hechos.

La hermana mayor de Gabriela y también testigo del caso se encontraba el jueves en la Fiscalía de Aibonito declarando, por lo que no acudió a las primeras horas del funeral.

Como parte de las exequias, el cantante de música sacra y pastor Samuel Hernández predicó a los asistentes con “un mensaje de esperanza”. El intérprete invitó a los familiares, allegados y demás personas conmovidas por la tragedia que “se abrazaran unos a otros”.

Mientras todos se fundían en fuertes abrazos, Hernández cantaba: “Por si no hay mañana, le doy un abrazo a mi hijo. (…) Por si no hay mañana. Vengo a decirte que te amo.Y a decirte que te extraño”.