La alcaldía de San Juan erigió el domingo, en el marco del desfile del orgullo LGBT, un monumento para recordar a las víctimas de la masacre en un bar de Orlando entre las que más de veinte eran originarias de Puerto Rico.

"Fueron 49 vidas las que se apagaron ese día, y en otros crímenes de odio miles más han pagado el precio del odio", dijo la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz.

De las 49 personas que murieron en la masacre ocurrida la madrugada del 12 de junio en el bar Pulse, frecuentado por miembros de la comunidad LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales), 23 eran de origen puertorriqueño, además de que otros boricuas se encuentran entre los más de 50 heridos.

Relacionadas

"Tenemos que trabajar juntos para erradicar la discriminación y la homofobia", insistió Cruz al inaugurar la escultura para recordar a las víctimas. Explicó que el monumento, instalado en el parque del Tercer Milenio, "debe convocarnos a continuar la lucha por el respeto, el amor y la equidad".

El monumento está compuesto por seis columnas de diferentes alturas recubiertas de mosaicos, cada una con uno de los colores del arcoíris, y una placa con los nombres de las víctimas de la masacre.

"Que este homenaje a la vida refuerce nuestro compromiso de combatir el odio —producto de la homofobia— con el amor y el respeto. Que nuestra consigna retumbe en todos los corazones: Amor es Amor, es Amor, es Amor", se lee en la placa donde los asistentes colocaron claveles blancos, fotos y banderas con los colores del arcoíris.

El monumento fue inaugurado como parte de la marcha por el orgullo LGBT, en la que cientos de personas recorrieron el domingo céntricas calles de San Juan con banderas de los colores del arcoíris.

Además de los coloridos atuendos que caracterizan el desfile del orgullo, este año los asistentes portaban fotos de quienes murieron en la masacre, así como un enorme cartel con el letrero "In memoriam" y los nombres de todas las víctimas.