Hace un mes que miles de sureños viven angustiados por los constantes terremotos que sacuden la zona, además de las lluvias que inundaron sus refugios el fin de semana.

Por si fuera poco, la situación se complicó para decenas de vecinos del barrio La Luna que huyeron de los sismos y ahora se enfrentan a personas inescrupulosas que saquean sus propiedades.

A pesar del miedo, algunos decidieron regresar para no perder lo poco que les queda.
A pesar del miedo, algunos decidieron regresar para no perder lo poco que les queda. (Gerald López Cepero)

“Sí, hay una serie de sucesos donde en las casas donde no hay nadie, que han sufrido daños, pues se han escuchado rumores de que hay personas extrañas que están entrando y se llevan sus cosas. Eso está pasando esporádicamente por las noches, pero los que lo están haciendo tienen pleno conocimiento de lo que están haciendo”, denunció el líder comunitario Wilbert J. Almodóvar Cardona.

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“Usamos el término de robar, son los amigos de lo ajeno pero no sabemos quiénes son; pueden ser de aquí, pueden ser de afuera, pueden ser personas inescrupulosas que vienen de otros lugares, que saben de la tragedia aquí y se aprovechan del momento. La persona que hace ese tipo de acto no le tiene miedo a nada porque no le importa”, argumentó el hombre de 68 años.

Es por eso que algunos, a pesar del miedo decidieron regresar para no perder lo poco que les queda.

“Tenemos dos opciones: vamos y chequeamos y nos regresamos, pero no podemos corrernos riesgos mayores porque ya en mi casa pusieron un sello amarillo que da unas restricciones de que en las partes que están rotas no puedo quedarme. Si nosotros estamos en nuestros hogares dentro de lo que podemos…yo por lo menos me mudé para mi casa y armé una caseta de campaña allí y por lo menos estoy más tranquilo ahora”, relató Almodóvar quien volvió a su hogar luego de refugiarse unos 15 días en el parque de pelota.

“Ahora las personas tienen tres inquietudes: cuando tiembla, cuando llueve o que le pueden llevar de la casa, que verdaderamente atemorizan más a las personas Los temblores que hacen aquí, la magnitud que se siente no es lo mismo que sienten los de Ponce, Utuado, porque nosotros estamos cerca del epicentro o el epicentro es aquí mismo, casi siempre el epicentro ha sido o en la bahía de Guánica o aquí en Guayanilla que es costero con nosotros”, lamentó.

Sin embargo, resaltó que la situación no es culpa de las autoridades que ya tienen las manos llenas.

"Sí, hay una serie de sucesos donde en las casas donde no hay nadie, que han sufrido daños, pues se han escuchado rumores de que hay personas extrañas que están entrando y se llevan sus cosas", denunció Wilbert J. Almodóvar Cardona.
"Sí, hay una serie de sucesos donde en las casas donde no hay nadie, que han sufrido daños, pues se han escuchado rumores de que hay personas extrañas que están entrando y se llevan sus cosas", denunció Wilbert J. Almodóvar Cardona. (Gerald López Cepero)

“No podemos echarle la culpa ni a la Policía ni a nadie porque la situación está tan difícil que no prevemos que todo el mundo pueda tener tiempo para ejecutar un plan perfecto porque de verdad no está fácil”, subrayó.

De otra parte, el maestro retirado admitió que los estragos causados por los terremotos provocarán que algunos sectores de Guánica desaparezcan.

“Hay muchos sectores en Guánica que van a sufrir una pérdida de población bien significativa… vamos a tener sitios donde las personas no van a querer regresar, porque con el trauma sicológico que llevan encima por la pérdida de su propiedad y porque saben que si hace otro sismo va a suceder lo mismo. En el pasado desaparecieron sectores como mi barrio Cinco hermanos a donde habían 35 viviendas y nadie pensaba que pasaría eso, pero eso es un ciclo que puede ser repetitivos”, concluyó.