Cerca de 400 estudiantes de las escuelas Agripina Seda y Aurea Quiles en Guánica iniciaron sus clases presenciales en un plantel construido con modulares en el mismo espacio donde colapsó la escuela Agripina Seda durante el terremoto del 7 de enero de 2020.

Antes de sonar el timbre, recibieron la visita del gobernador Pedro Pierluisi Urrutia quien acudió a la instalación junto con el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés y el alcalde Ismael Rodríguez Ramos, para inaugurar el proyecto que albergará a ambas matrículas en la modalidad de “interlocking” hasta marzo cuando culmine la ampliación de modulares lo que permitirá que, cada matrícula, pueda completar su periodo académico en horario regular.

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“Hoy estamos comenzando el reinicio escolar de forma presencial en todo Puerto Rico y quisimos estar aquí en la inauguración de esta nueva escuela Agripina Seda en Guánica. Esto es una nueva facilidad, aquí fue una inversión de $7.5 millones de dólares. Es una facilidad espectacular, aunque son módulos temporeros realmente se pueden usar por un largo periodo de tiempo”, expuso Pierluisi al finalizar el recorrido salón por salón.

“Desde ahora hasta el mes de marzo vamos a tener en esta facilidad la escuela intermedia Agripina Seda y la superior de Aurea Quiles Guánica intercambiando horarios, pero a partir de marzo, esta escuela se va a seguir expandiendo para que entonces, cada escuela, la intermedia y la superior tengan su propia facilidad”, destacó el primer ejecutivo.

Explicó que el diseño de los salones cumple con los protocolos de la pandemia del COVID-19 con un sistema de acondicionador de aire que permite el flujo de aire constante.

“Los acabamos de inspeccionar, de ver, son comodísimos, seguros, resisten sismos, hay sistema de aire acondicionado, está diseñado para los tiempos como los que estamos, de pandemia para que circule el aire constantemente, aire de afuera entrando y saliendo. Los niños y las niñas están felices, se les nota que están tan contentos porque estuvieron que esperar largo tiempo. No tuvieron educación presencial por demasiado tiempo y ya eso a partir de hoy es una realidad”, acotó.

“Le deseamos lo mejor al pueblo de Guánica y a todos sus estudiantes, se merecían esto ya, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena”, mencionó.

Asimismo, resaltó que habrá otros proyectos similares en Yauco, Guayanilla y Peñuelas para el inicio del próximo año académico en agosto.

“Esas obras están en curso. Se están reparando columnas cortas en todo Puerto Rico, ya hay más de 470 escuelas adjudicadas, cuando decimos adjudicadas es que ya, o se hicieron las reparaciones o están en curso o está a punto de comenzar la reparación”, afirmó Pierluisi al mencionar que luego de esa visita llegaría a la escuela Franklin D. Roosevelt, también en Guánica, para inspeccionar el estatus de los trabajos de restauración.

Por su parte, el alcalde Ismael Rodríguez Ramos, manifestó que la totalidad de la matrícula que hoy estrenó los modulares de la escuela Agripina Seda se dividen en: 173 alumnos de la escuela intermedia que estarán por la mañana y en las tardes acudirán unos 240 de la escuela superior.

“(Esto) significa mucho… estamos en los terrenos de la escuela que fue destruida, la escuela Agripina Seda por el terremoto del 7 de enero. Significa el comienzo de la reconstrucción de nuestro pueblo y qué más importante que la educación”, confesó.

Mientras, el secretario del Educación, Eliezer Ramos Parés, recordó cómo el desastre del terremoto afectó a los estudiantes de la zona cero, especialmente en Guánica a donde ocurrió el epicentro.

“Tiene un significado… nos lleva a que hoy, estos estudiantes tengan la oportunidad de verse, de compartir, de interactuar y de tener su espacio. Así que es el comienzo de la reconstrucción del sistema educativo y ya lo hemos difundido, en términos de lo que implican estos parques modulares, de lo que implica la apertura de escuelas que estaban cerradas”, sostuvo el titular de Educación.

Precisamente, Angélica Lugo Nieves, reveló su alegría al ver que sus hijos entraron al salón de clases por primera vez en mucho tiempo. La mujer cuenta con dos alumnos que cursan los niveles intermedio y superior.

“Me dio nostalgia, porque yo fui estudiante de la Agripina Seda y, me da alegría, porque mis nenes pueden venir a coger el pan de cada día que es la enseñanza. Mamá en casa puede ayudarlos, pero no es lo mismo que un maestro que esté ahí, que puede aclarar sus dudas y no a través de una computadora que no se puede aclarar dudas a un solo estudiante”, argumentó.

Pero sus retoños están conscientes de que regresan a la escuela en medio de una pandemia, así que, además de la mochila, lo primero que agarraron fueron los productos requeridos para evitar el contagio.

“Está bonito… mis hijos quedaron encantados con la escuela. Pa’ más decirte, se levantaron tempranísimo porque “vamos pa’ la escuela que tenemos escuela nueva. Están emocionados. Lo primero que me cogieron fue el alcohol, las mascarillas y ‘vamonos pa’ la escuela, mami”, resaltó.

A su lado estaba Jannette Nieves Santiago, pero su historia era distinta porque su hija de 13 años no pudo entrar a clases hoy con sus antiguos compañeros pues ya no viven en ese pueblo. Su familia fue desalojada del residencial Luis Muñoz Rivera que quedó destruido por los sismos.

“Ahora mismo vengo a darle de baja porque se me hace difícil venir de Ponce para acá. Ella está un poquito apagada porque ella quería seguir aquí. Ahora mismo, ella está teniendo problemas con las clases, pero no puede venir para acá a pesar de que ella quiere, nosotros siempre vivimos en Guánica” lamentó.

“Está un poco deprimida porque va una escuela nueva y no tiene amigos. Aquí está toda la familia, pero se nos bien hace difícil. Ahora nos toca volver otra vez de cero y echar hacia adelante. Ahora voy para Ponce a ver en cuál escuela la puedo ubicar”, dijo con su voz entrecortada al ver a su niña triste, todavía con el uniforme de la escuela Agripina Seda.