Aunque se sintieron ráfagas fuertes y lluvias copiosas asociadas al paso del huracán Fiona por Puerto Rico, en las islas municipio de Vieques y Culebra el impacto de este fénomeno apenas ocasionaron daños que se limitaron a la caída de árboles y uno que otro tendido eléctrico en diversas comunidades.

Así lo afirmaron los alcaldes de ambos pueblos en los que se sintieron ráfagas de entre 40 y 67 millas por hora y se llegaron a registrar hasta 8 pulgadas de lluvia, según datos provistos por el Servicio Nacional de Meteorología.

“Gracias a Dios no pasó nada. Veo lo que ha ocurrido en el sur de la isla, pero nada de eso se vivió acá. Sí, hubo caída de árboles, pero se recogieron enseguida. Nos ayudó que tuvimos desde los pasados días a a los muchachos de las brigadas con digger haciendo limpieza en áreas vulnerables a inundación. Hoy estamos limpiando la plaza y otras áreas del pueblo. Pero nada que lamentar”, dijo el alcalde de Culebra, Edilberto Romero Llovet.

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Incluso, dijo que el servicio de electricidad apenas se interrumpió por un periodo de dos horas. Actualmente, los 1,300 residentes de la isla tienen luz.

“Claro, estamos funcionando con los generadores, pero sí tenemos luz”, agregó en referencia a los equipos que se utilizan para energizar la isla en caso de que el sistema colapse en Vieques o Puerto Rico. La energía a las islas llega a través de un sistema soterrado desde el pueblo de Naguabo.

Romero Llovet manifestó que los suministros de combustible y comida tenían suficientes abastos y que estaban a la espera de que los viajes en lancha se reanudaran la tarde del lunes.

De otra parte, en Vieques, el alcalde José Corcino, tampoco reportó daños considerables.

“Uno que otro árbol y tendido eléctrico pero ya tenemos a los muchachos de PREPA y LUMA bregando con la situación”, expuso.

En el caso de la Isla Nena el 100% de sus residentes están sin energía eléctrica. Al igual que Culebra, se supone que la isla pueda ser energizada a través de generadores, pero surgió un problema que el alcalde no pudo precisar pero que sería atendido el lunes.

“El problema es que cuando no tenemos luz, también se afecta el agua. Ahora mismo hay un 80% de residentes sin agua. Pero aparte de eso no hay mucho daño, bien mínimo”, explicó al agregar que en un momento dado hubo ocho refugiados en el municipio pero todos se movilizaron a sus hogares la noche del domingo.