Ser el tercer hipopótamo más viejo de los Estados Unidos representó que Tommy fuera el único animal de zoológico que no salió de Puerto Rico, tras la movilización que se desarrolló el pasado año para reubicarlos en refugios en los que tuviese cuidados más especializados junto a otros de su misma especie.

Con 51 años de vida y a punto de celebrar los 52, Tommy superó sus expectativas de vida para estos animales en cautiverio. Ya está medio ciego, tiene algo de artritis y le han salido unos quistes en la piel, los cuales no son de cuidado. Lo más que le importunaba eran sus colmillos, los cuales chocaban con su encía superior, ocasionando dificultad para comerse todo el manjar de vegetales, heno y alimento especializado que diariamente le suplen los empleados del municipio de Bayamón que están a su cargo en el cerrado Parque de las Ciencias.

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Pero, en un operativo que le costó al municipio $10,000 y que incluyó la movilización de un veterinario especializado desde Carolina del Norte, el hipopótamo tuvo una solución a su mayor problema. Dos grandes pedazos de colmillos le fueron cortados y ya puede masticar sin molestias las 15 libras de vegetales que ingiere diariamente y todos los demás alimentos que se le dan.

Tommy no se quejó ni lanzó al aire ruidos extraños por haber sido sacado de su rutina diaria, incluido el no poder pasar el día en su piscina de agua, para ser sometido al corte de colmillos.

Fue a eso de las 9:00 a.m. del miércoles cuando el veterinario especialista en anestesia y director de cuidado animal del Zoológico de Carolina del Norte, Larry Jb Minter, le disparó un dardo que contenía el sedante Etorphine (M99).

El animal fue sedado antes del procedimiento.
El animal fue sedado antes del procedimiento. (Xavier Araújo)

Tommy luchó por mantenerse de pie. Pero, unos 15 minutos después de que se le inyectara el medicamento, sus patas traseras cedieron. Quedó sentado.

Minter y el veterinario del Parque de las Ciencias, José Trujillo, explicaron a Primera Hora que al hipopótamo no se le anestesió para dormirlo por completo, debido al riesgo que representaba para su edad. Por ello, se le percibió despierto y se movía cuando le cortaron los colmillos con una sierra de mano.

“Básicamente, el riesgo mayor es que pueda tener un fallo respiratorio o un fallo cardíaco, como son las consecuencias comunes y corrientes de cualquier anestesia, tanto en humanos como en animales. Siempre eso se minimiza con la dosis y con los antídotos, por si vemos que falla en respirar o en recuperar, pues, podemos recuperarlo con un antídoto. Pero siempre hay posibilidad de que pueda haber un arresto cardíaco”, alertó Trujillo.

Una vez Tommy se sentó, entraron a la jaula los veterinarios y el personal que le asistiría.

El primer paso que dio Minter fue lanzarle unas toallas para tapar sus ojos. Luego, Tommy abrió su boca y dejó ver los colmillos que le habían crecido desde su quijada hacia arriba.

Una tabla de madera le fue colocada al animal para evitar que cerrara su inmensa boca. De inmediato, Trujillo tomó la sierra de mano y cortó uno de los colmillos. Minter cortó el segundo.

En medio del proceso del corte, asistentes lanzaban con una jeringuilla agua a la zona en donde cortaban el colmillo para remover los pedazos que caían.

Los colmillos, que son de marfil, quedarían guardados en el parque.
Los colmillos, que son de marfil, quedarían guardados en el parque. (Xavier Araújo)

Removidos los colmillos, la tabla que evitaba que pudiera cerrar la boca y las toallas de los ojos, Minter inyectó por la zona del cuello el antídoto que le haría despertar por completo del sedante. Informó que el medicamento usado se llama Naltrexone.

Siete minutos pasaron cuando Tommy se levantó y caminó hacia la zona donde se le da su alimento. Allí pasó varios minutos quieto y luego se comenzó a mover libremente por su jaula. De inmediato, se le prendió el sistema que le lanzó agua para refrescarlo.

“Como vieron, él despertó saludablemente. Es un logro, porque siempre nos preocupa que durante este procedimiento puede ser que no despierte, como puede pasar en cualquier anestesia, y él, pues, ha demostrado ser un animal fuerte. Esto (el procedimiento) le va a dar a él unos años más de comodidad, de su boca, para poder masticar y poder ingerir los alimentos adecuadamente”, comentó Trujillo.

Los colmillos, que son de marfil, quedarían guardados en el parque.

Estos cortes de dientes se le realizan a Tommy cada dos años, aproximadamente. La última vez en la que se le realizó, en la que también participó Minter, ocurrió en agosto de 2021.

Trujillo informó que ayer, jueves, el hipopótamo regresó a su rutina diaria, que incluye pasar entre 18 a 20 horas al día metido en su piscina.

La visita de este veterinario a Bayamón, que fue voluntaria, se da porque es especialista en anestesia y suele viajar a África para sedar a elefantes y participar del corte de colmillos. Hasta un permiso especial requirió conseguir de la Agencia federal Antidrogas (DEA, en inglés) para poder transportar la droga que se le inyectó a Tommy.

El galeno se vio visiblemente emocionado por ser parte de la operación. Hasta un “selfie” se tomó con Tommy luego de culminar el procedimiento.

“Tommy es un hipopótamo bastante viejo. De hecho, tengo algunos colegas revisando los registros para ver cuál es el hipopótamo más viejo que vive actualmente. Pero, supongo que probablemente sea el hipopótamo más viejo o uno de los más viejos de los Estados Unidos. Para alguien con casi 52 años, obviamente, vivir hasta esa edad es realmente bueno. Pero obviamente, como la vejez nos afecta a todos, tenemos enfermedades que la acompañan. Probablemente, tenga algo de artritis. Tiene cataratas bilaterales. Entonces, probablemente, no ve muy bien. Luces y sombras, supongo (es lo que ve). Pero, aparte de eso, tiene muy buena apariencia. Parece estar en buena condición corporal, lo que significa que está recibiendo una dieta realmente buena, la está consumiendo y ha podido ganar mucho peso. Aparte de eso, para ser viejo, está en bastante buenas condiciones”, resumió el experto.

Dijo que, por el peso de Tommy, el cual se estima en 3,900 libras, no se pueden realizar revisiones más precisas para conocer el estado de sus órganos, como el corazón, los riñones o el hígado.

Por lo general, un hipopótamo en la vida silvestre suele durar unos 30 años. En cautiverio, su expectativa se extiende a 45.

No obstante, Minter logró información que apunta a que el hipopótamo más viejo en Estados Unidos tiene 67 años y el segundo 64. No pudo precisar en qué zoológico se encuentran.

El tercero de mayor edad lo es Tommy, con 51. El augurio de Trujillo es que dure muchos años más.

¿Por qué se quedó en Puerto Rico?

Tommy llegó al Parque de las Ciencias hace 36 años. Fue transferido del Safari Park, en Vega Alta, cuando cerró en la década de los años 80.

El hipopótamo era exhibido en el Parque de las Ciencias hasta que tuvo que cerrar por los daños que dejaron los pasos de los huracanes Irma y María.

El pasado 8 de marzo de 2023 el jefe de la Fiscalía federal, W. Stephen Muldrow, anunció un acuerdo con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) en que cual se estipuló que no se fijarían consecuencias criminales ni civiles por el trato que recibían los animales del Zoológico de Mayagüez, lo que llevó al alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera Cruz, poner a disposición los animales del cerrado parque para que también fuesen trasladados a refugios. Solamente un oso negro, llamado Osi, salió hacia Colorado al Wild Animal Sanctuary.

Trujillo indicó que Tommy no fue aceptado por ningún refugio.

Decidieron que no deseaban llevárselo por el riesgo que conllevaba mover este animal de tantos años, y prefirieron dejarlo en nuestro ambiente, porque encontraron que el ambiente estaba adecuado, tenía una buena calidad de vida aquí, y que no era necesario llevarlo a ninguna otra parte”, indicó el veterinario.

En parte, la ceguera de la que sufre Tommy también ocasionó que no se lo llevaran. El experto comentó que el animal ya está acostumbrado a su espacio y reconoce dónde buscar su alimento o dónde puede ejercitarse.

La proyección es que el Parque de las Ciencias sea abierto para verano de este año, bajo la administración de la empresa Educational Park Management, para que Tommy pueda ser visitado por las familias boricuas.

Debido a un problema con sus dientes, el inmenso animal fue sometido a un procedimiento para cortarle los colmillos y que pudiera comer adecuadamente.