Un estudio en el que se evaluó las “Necesidades de la Mujer Trabajadora” reveló que las boricuas que se encuentran en el mundo laboral se han educado, al completar bachilleratos y maestrías, pero su paga está enmarcada en la media de los ingresos de los hogares, de unos $24,112 anuales, y sólo el 22% ocupa puestos de supervisión.

La procuradora de las mujeres, Madeline Bermúdez, expuso que este reflejo apunta al discrimen que todavía sufren las mujeres trabajadoras.

“Cuando hablamos, entonces, del ingreso de los hogares en Puerto Rico, que está también en esta media, que la media es sólo $24,000, aquí estamos hablando en términos generales, hombres y mujeres. Así que, la mujer, en esa parte, está dentro de la media, si lo comparamos en términos generales. Aun así, claro que sí, esto es un reflejo, y el hecho que vimos también anteriormente que todavía las mujeres ocupamos menos posiciones en esa parte de supervisores, de directivos, es una forma de discrimen. De eso se trata este estudio que estamos haciendo. Estamos viendo que todavía hoy, aunque si lo comparamos con estudios de hace 10 años, que son los estudios que tenemos para comparación en esa parte, aunque lo comparamos hoy y hemos avanzado, todavía nos falta muchísimo camino. Nos falta muchísimo camino por recorrer, porque todavía estamos viendo que, a nivel de ingresos, a nivel de posiciones directivas, la mujer está por debajo de los hombres. Totalmente, totalmente es discriminatorio. Es un discrimen”, señaló durante una conferencia de prensa.

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Los datos del estudio se obtuvieron luego de que la Oficina de la Procuradora de las Mujeres lograra un acuerdo de colaboración con el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico para evaluar cómo se encontraban las trabajadoras boricuas, que incluye desde amas de casa, a aquellas que trabajan en el gobierno o en la empresa privada.

En la encuesta, que se realizó por internet entre mayo y junio, participaron unas 13,283 mujeres entre 18 a 74 años.

Entre los hallazgos más importantes, el director del Instituto, Orville Disdier Flores, destacó que el 95% de las mujeres trabajadoras tiene uno o más empleos, 38% trabaja para el gobierno, el 22% ocupa posiciones de supervisión, el 47% labora en un lugar que no tiene un salón para lactancia, el 72% tuvo flexibilidad para asuntos de maternidad, el 47% era dueña de su hogar y pagaba hipoteca, el 57% tenía una o dos hijos, el 34% necesitaba ayuda de un cuidador para su hijo o un familiar, el 63% experimentó una doble jornada laboral, el 51% dijo que la menstruación le incapacita para laboral entre uno a dos días, así el 34% era víctima de acoso laboral.

Sobre la educación, el estudio apuntó a que de las cerca de 14,000 encuestadas, el 39% poseía un grado de bachillerato y el 34% una maestría. Se le añadió un 9% con un grado doctoral. Sólo un 4% dijo poseer un cuarto año de escuela superior y el restante 14% poseía entre un grado técnico a un grado asociado. El resultado apunta, de manera general, al alto grado de escolaridad que ha alcanzado la mujer.

Aunque no tenía datos científicos para demostrar su apreciación, Disdier aseguró que en Puerto Rico hay más mujeres educadas que hombres.

“Cada día más hay una distribución mayor de mujeres educadas en contraste con los hombres. Si uno va ahora mismo a cualquier universidad y hace una distribución de la matrícula, va a ver que, en maestría, doctorado, inclusive hasta bachillerato, la proporción de varones estudiando es mucho menor a la de mujeres, así que cada día hay mayor proporción de mujeres educadas versus los hombres”, subrayó.

Pese a la preparación que poseen, el estudio apuntó que el 70% de las trabajadoras tiene un ingreso menor a $41,500 anuales.

En específico, el estudio encontró que el 27% de las mujeres trabajadoras devengan un salario entre $9,001 a $25,000, que un 40% está bajo el rango de $25,001 a $41,500.

Otras cifras incluidas en esta pregunta del salario incluyen que un 3% devenga menos de $9,000 anuales, 18% entre $41,501 a $61,500 y un 13% sobre $61,500 o más.

Otro dato importante que reflejó la encuesta es que las empleadas del sector gubernamental afirmaron que no han tomado talleres (44%) o no recuerdan si los han tomado (36%) relacionados al Plan de Acción Afirmativa o a la emergencia por violencia de género que decretó el gobernador Pedro Pierluisi. Esto, a pesar de que la procuradora informó que se han invertido sobre $10 millones en esfuerzo para educar sobre el acoso laboral, la violencia de género y hostigamiento sexual, entre otros temas.

A preguntas de Primera Hora, Bermúdez aceptó que los patronos en el gobierno deben orientar mejor a sus empleados a la hora de enviarlos a tomar talleres para que conozcan el propósito del mismo.

“Tenemos que replantearnos cómo se está llevando a cabo esa orientación en las distintas agencias y en los municipios”, aceptó la funcionaria.

De manera general, Disdier indicó que esta encuesta refleja que “se ha visto progreso de la mujer trabajadora, pero todavía hay espacio para mejorar”.

La procuradora añadió que el estudio revela que en la actualidad “hay más mujeres tomando la decisión de tener menos hijos o no ser madres para entrar en el campo laboral. En esa parte, o sea, hay más mujeres tomando decisiones sobre su cuerpo, sobre su persona, y hay más mujeres en el campo laboral y más mujeres en el campo educándose. Y como lo dijo el doctor (Disdier), vemos más mujeres en la universidad. Así que lo que no teníamos hace 50 años, lo tenemos ahora. Hace 10 años, eramos menos mujeres en el campo laboral. Ahora somos más mujeres en el campo laboral”.

El resultado de este estudio se utilizará para impulsar planes de trabajo para atender temas como la lactancia, hostigamiento sexual y el acoso laboral, que son los que más afectan a la mujer trabajadora.

“Tenemos que hacer una revisión de nuestras políticas públicas, tenemos que hacer una revisión de la legislación”, sostuvo la procuradora.

A modo de ejemplo, Bermúdez informó que previo a conocerse los datos revelados por el estudio, la Oficina de la Procuradora radicó un proyecto de ley para, entre otras cosas, extender el periodo de la lactancia a dos horas. Esta medida, que se nombró Código de Lactancia, busca evitar que los patronos reduzcan el periodo de lactancia a media hora, como reveló el estudio que ocurre.

Se espera que este estudio se repita en un periodo de entre tres a cinco años para conocer si los esfuerzos que se realizan desde el gobierno, en específico desde la Procuradora de la Mujer, rinden frutos.

Para más información, puede entrar a: https://estadisticas.pr/Necesidades-Mujer