Tan pronto como mañana se celebra el Día del Amor y la Amistad, ocasión anual en la que se regalan flores, chocolates y peluches en nombre del amor.

Este año, mi San Valentín corre distinto, pues es el primero como una señora casada. (El señora me sigue doliendo, jajajaja).

Nuestra celebración comenzó desde el fin de semana cuando festejamos el sentimiento de dos seres humanos y nos gozamos de ser cómplices de una manifestación de amor en su máxima expresión. ¡Qué momento para estar vivos! En un mundo en donde todavía la homofobia reina, ser testigos de la unión de un par de enamorados, es una bendición.

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La diferencia principal entre celebrar San Valentín en pareja y con amigos radica en el tipo de relación que se festeja.

Cuando se celebra San Valentín en pareja, la atención se centra en el amor romántico y la conexión íntima entre dos personas. Es una oportunidad para expresar y reafirmar los sentimientos de amor y afecto hacia la pareja.

Las parejas, por lo general, planifican citas románticas, intercambian regalos y disfrutan de momentos especiales juntos. Lo importante es que no se quede solo en cosa de un día, sino que el amor en pareja debe ser diario.

El amor se demuestra en los detalles, en el estar presente en el aquí y ahora. No importa lo que la rutina de la vida nos lleve, o el ajoro constante, es importante estar y ser.

Por otro lado, celebrar San Valentín con amigos se enfoca en la amistad y el cariño entre personas cercanas. Es una ocasión para mostrar aprecio y gratitud hacia los amigos, sin la connotación romántica. Los amigos son esa familia extendida que uno escoge. Son aquellos con los que ríes y lloras. Tengo el gusto de decir que mi grupo de amigos es único e incomparable. Cada vez lo confirmo más.

San Valentín hay quienes no lo celebran, porque piensan que es un día más, y que el consumismo es lo que reina. Hay otros que dicen que San Valentín es ese “reminder” que te saca de la rutina, el momento para agradecer e intimar con tu pareja o amigos. Y otros, simplemente, se amparan en que es un día bonito, especial, el momento idóneo para disfrutar de la felicidad.

La amistad es un valor fundamental en la vida. Es un lazo especial que se establece entre las personas basado en el cariño, la confianza, el respeto y la reciprocidad. La amistad nos brinda apoyo emocional, nos ayuda a crecer y nos permite compartir momentos de felicidad y dificultades. También nos brinda la oportunidad de ser nosotros mismos sin miedo a ser juzgados. Los amigos nos aceptan tal como somos, con nuestras virtudes y defectos, y nos animan a ser la mejor versión de nosotros mismos.

Además, la amistad nos enriquece en muchas aspectos. Nos permite aprender de las experiencias y conocimientos de nuestros amigos, ampliar nuestros horizontes y descubrir nuevas perspectivas. También nos brinda la oportunidad de compartir nuestras alegrías y tristezas, lo que fortalece nuestra conexión emocional con los demás.

Está comprobado que tener amigos reduce el estrés, aumenta la felicidad y mejora nuestra calidad de vida. Los amigos nos brindan apoyo en momentos difíciles, nos ayudan a superar obstáculos y nos dan ánimo cuando más lo necesitamos.

Ambas formas de celebrar San Valentín tienen su encanto y dependen de las preferencias y circunstancias de cada persona. Al final, lo más importante es disfrutar de la compañía y el amor, ya sea en pareja o con amigos. ¿Tienes alguna preferencia en particular?