Ser un líder efectivo provoca recibir el respeto de los tuyos y tus pares. De igual forma, conlleva el alcanzar objetivos y realizar grandes aportes al crecimiento de nuestras empresas. Estas no son ejecutorias fáciles de alcanzar y su realización debe, sin duda, ser reconocida.

Más aún si las mismas son ejecutadas por mujeres, quienes dentro de un agitado marco de competitividad y de tener, en ocasiones, que enfrentarse a prejuicios logran destacarse sin importar una vara más alta.

Es ahí cuando identificamos mujeres que con sus acciones nos inspiran, que nos demuestran que no se trata del género, que se trata más bien del compromiso, de trabajar fuerte por lo que se quiere. De enfocarse en metas específicas y trabajar para cumplirlas.

En Ranger American nos honramos en contar con colegas que son el claro ejemplo de la mujer luchadora: mujeres profesionales cuyo ejercicio de liderazgo resulta en la optimización de procesos e incremento en la productividad de la empresa; mujeres que cumplen su rol profesional, balanceando los muchos otros que desempeñan.

Vivimos tiempos de grandes retos y de gran incertidumbre —sin embargo, las oportunidades se presentan y requieren de acción inmediata— tiempos en que las mujeres son llamadas a unirse para continuar liderando un proceso inclusivo de desarrollo y crecimiento económico y social para el país.

También está en todas el ejemplificar y fomentar una cultura empresarial en la que las generaciones futuras entiendan que el rol de la mujer en la empresa trasciende estereotipos.