Desde marcapasos más pequeños hasta imágenes en tercera y cuarta dimensión (3D y 4D) y la integración de la inteligencia artificial son algunas de las nuevas tecnologías —disponibles o bajo investigación— para ayudar en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las enfermedades cardiovasculares.

“Ahora estamos en un momento muy importante en la cardiología porque contamos con herramientas que antes no existían”, expresó el cardiólogo Juan Nieves, catedrático auxiliar del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

Estas herramientas no solo ayudan a detectar enfermedades en etapas más tempranas, sino que también tienen el potencial de salvar vidas. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en Puerto Rico y Estados Unidos, por encima del cáncer, de acuerdo con datos de la Asociación Americana del Corazón. “Alrededor del 7.1 al 7.5 % de la población las padece en Puerto Rico y el porcentaje es similar en Estados Unidos”, informó Nieves.

Explicó que las enfermedades cardiovasculares son un grupo de desórdenes que involucran el sistema cardíaco (el corazón) y circulatorio (los vasos sanguíneos). Son más frecuentes en hombres mayores de 40 años y en mujeres después de la menopausia, aunque pueden ocurrir a cualquier edad.

El galeno, quien es especialista en fallo cardíaco avanzado y trasplantes de corazón, mencionó que se realizan investigaciones prometedoras acerca del uso de la inteligencia artificial en conjunto con el electrocardiograma para detectar enfermedades cardiovasculares.

De hecho, la Clínica Mayo, en Estados Unidos, informó en un comunicado reciente que sus investigadores utilizaron “un estetoscopio digital impulsado por inteligencia artificial que capta sonidos cardíacos y datos de un electrocardiograma para identificar el doble de casos de miocardiopatía del periparto en comparación con la atención médica habitual”. La miocardiopatía del periparto es un trastorno potencialmente mortal en el cual el corazón de una mujer embarazada se dilata y debilita.

La Clínica Mayo también indica en su página web que “la aplicación de la inteligencia artificial a los electrocardiogramas llevó a obtener una prueba de bajo costo que se puede implementar ampliamente para detectar un bombeo cardíaco débil”. Si no se trata a tiempo, este síntoma puede derivar en insuficiencia cardíaca (o fallo cardíaco), que es cuando el corazón tiene problemas de bombeo de sangre y es una de las enfermedades cardiovasculares más comunes.

“No dudamos que, en los próximos años, podamos empezar a implementar el electrocardiograma con inteligencia artificial en nuestras prácticas diarias. Es una tecnología que está comenzando a demostrar utilidad en el diagnóstico temprano de enfermedades cardiovasculares”, manifestó Nieves.

Un avance tecnológico que ya está disponible en Estados Unidos y que se espera llegue pronto a la isla, es el dispositivo de asistencia ventricular izquierda (LVAD, por sus siglas en inglés). Se trata de un artefacto que ayuda a bombear desde el ventrículo izquierdo del corazón hacia el resto del cuerpo.

“Se utiliza en aquellos pacientes cuyo corazón está tan débil que no puede bombear suficiente sangre”, detalló el cardiólogo. El dispositivo se conecta directo al corazón mediante una cirugía y se suele indicar a pacientes con fallo cardíaco severo, en espera de un trasplante de corazón o que no pueden hacerse un trasplante debido a su edad u otros factores de riesgo.

“En los pacientes de fallo cardíaco, la probabilidad de fallecer debido a la afección, a los cinco años de haber sido diagnosticados, es de 50 %. Estos nuevos dispositivos ayudan significativamente a mejorar la calidad de vida del paciente y a que el riesgo de muerte sea menor”, expuso el galeno. “Es una tecnología que pronto estará disponible en Puerto Rico”. Reveló que el Centro Cardiovascular, en Río Piedras, se está preparando para comenzar a realizar este procedimiento.

Disponibles en Puerto Rico

Entre las tecnologías que ya se utilizan en la isla están las relacionadas con la detección y el tratamiento de arritmias, que son latidos irregulares del corazón. Se trata de dispositivos de monitoreo cardíaco cada vez más pequeños y eficaces. A modo de ejemplo, Nieves mencionó el loop recorder, un dispositivo del tamaño de la tapa de un bolígrafo, que se coloca en el pecho, bajo la piel, durante un procedimiento ambulatorio, para grabar los latidos durante meses. Es particularmente útil para detectar arritmias que no están presentes todo el tiempo, sino que van y vienen.

Después del procedimiento, “al paciente le dan un dispositivo, que es como un pequeño celular que se conecta al loop recorder por bluetooth y, de ahí, los datos pasan a la nube, donde los accede el cardiólogo de manera remota”, explicó.

Otra opción para monitorear los latidos irregulares es la utilización de relojes inteligentes. “A pacientes con arritmias recurrentes les digo que se compren uno. Con él se pueden registrar los latidos y, cuando el paciente tiene síntomas, puede grabar el trazado de sus latidos en PDF, enviármelo por e-mail y yo lo puedo ver. Le digo lo que pasó y si debe venir a la oficina a chequearse”, detalló el experto.

En cuanto al tratamiento de arritmias, mencionó el Micra Pacemaker. “Es pequeño, del tamaño de una peseta, se implanta dentro del corazón, a través de cateterismo, y hace la función del marcapasos, sin necesidad de realizar una operación grande, de pasar cables directo al corazón ni de tener una caja pegada al pecho”, expuso Nieves.

El cateterismo, que es la introducción de un catéter por una vena o arteria para llegar al corazón o a los vasos sanguíneos, también se utiliza para realizar otros procedimientos mínimamente invasivos. Por ejemplo, a través del catéter se puede usar un globo diminuto para abrir una arteria tapada e insertar una malla o stent para mantenerla abierta.

En ciertos casos, se puede utilizar un cateterismo para corregir la regurgitación o insuficiencia de la válvula mitral, que es cuando la válvula que se encuentra entre las cavidades izquierdas del corazón no se cierra por completo, lo que permite que la sangre retroceda y provoca soplo, entre otros síntomas. En estas instancias, el cateterismo sirve para insertar el MitraClip, que es un aparato de entre seis y nueve milímetros de largo por cuatro de ancho, en forma de ‘Y’. El clip agarra las puntas de las dos compuertas de la válvula y las aproxima para que cierren.

“Con los avances que tenemos en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, se hacen menos operaciones de corazón abierto porque tenemos cómo arreglar el corazón de una manera mínimamente invasiva”, aseguró Nieves. Esto reduce el riesgo de complicaciones durante y después de las cirugías, así como el tiempo de recuperación luego del procedimiento.

Además de dispositivos y procedimientos de reciente creación, ha habido mejoras considerables en tecnologías existentes. “El ecocardiograma y otras pruebas se han ido perfeccionando y cada vez son más precisas para detectar enfermedades cardiovasculares, incluso antes de que se presenten los síntomas”, dijo el cardiólogo.

“En Puerto Rico hay electrocardiogramas en 3D que ayudan en la evaluación de las enfermedades cardiovasculares, particularmente de problemas valvulares”, añadió Nieves. “Hay CT Scans y MRI que ayudan a ofrecer vistas en 3D y 4D para brindar imágenes diagnósticas más precisas, que son muy útiles en pacientes con afecciones congénitas”.

En fin, se trata de avances tecnológicos con múltiples beneficios tanto para los galenos como para los pacientes. “Ayudan a los médicos a detectar, de forma temprana, enfermedades que pueden ser prevenibles porque, mientras más temprano se diagnostican y tratan, mejor le va al paciente”, concluyó.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.