Aun cuando la tecnología permite que la embarazada vea a su bebé en su interior, la definición de la imagen no es exacta a la realidad.

Una carita con la que toda madre sueña y cuenta los días para verla por primera vez.

Esas primeras horas del nacimiento, donde mamá y bebé se encuentran, son únicas. En ese prístino momento el mundo se detiene —si eres primeriza o no, no importa—; la magia es la misma.

La primera impresión

Muchos recién nacidos son criaturas diminutas y mojadas cuando acaban de nacer. A menudo sus cabezas son ligeramente puntiagudas como resultado del paso a través del canal de parto. Esto es solo temporal: la cabeza tomará un aspecto redondeado en los siguientes días. Podría sorprenderle que la cabeza de un recién nacido sea tan grande en comparación con el resto del cuerpo.

Tampoco es extraño que nazcan azulados y magullados. Pueden tener una oreja doblada. Tu bebé puede tener pelo en toda la cabeza o ser calvo.

También es posible que su bebé se vea comprimido, ya que sus piernas y brazos se han mantenido doblados a la altura de las rodillas y de los codos mientras estaba en el útero. Las extremidades se enderezarán conforme su bebé crezca.

Su piel puede tener uno de varios aspectos posibles; al principio se ve un tanto roja, rosa o púrpura. Algunos nacen con una capa blanca denominada vérnix caseosa, que protege a su piel de la exposición constante al líquido amniótico en el útero. Esta capa se elimina con el primer baño del bebé.

Otros bebés nacen muy arrugados. Y algunos, especialmente los bebés prematuros, tienen un aspecto suave y con pelo debido al lanugo, un pelo fino que se desarrolla mientras están en el útero. El lanugo generalmente se cae después de una o dos semanas.

Una vez el bebé esté en tu regazo, míralo a sus ojos

  • La mayoría de los recién nacidos abren los ojos apenas nacen. Al principio, los ojos serán marrones o gris azulado.
  • Al observar a tu bebé, es posible que notes que su cara está un poco hinchada.
  • Puedes notar que tiene pequeños bultos blancos dentro de la boca o en la lengua.
  • La piel del bebé podría tener marcas de distinto color, manchas o erupciones; podría tener las uñas largas.
  • También podrías observar que los senos y el pene o la vulva del bebé están un poco inflamados.

Pasar tiempo con tu bebé en esas primeras horas de vida es algo muy especial

Si bien es posible que estés cansada, tu bebé podría estar bastante despierto después del nacimiento.

  • Acurruca a tu bebé piel con piel.
  • Deja que conozca tu voz y que estudie tu cara.
  • El bebé puede ver hasta unos dos pies de distancia.
  • Podrías notar que estira los brazos si alguien enciende una luz o hace un ruido repentino. Esto se llama respuesta de sobresalto.
  • Los bebés también nacen con reflejos de sujeción y succión. Pon tu dedo en la palma del bebé y observa cómo sabe apretarlo.
  • Aliméntalo cuando muestre signos de hambre.

Fuentes: Oficina de Salud de la Mujer del Departamento de Salud de Estados Unidos, womenshealth.gov, Fundación Nemours, kidshealth.org/ y Medline Plus, medlineplus.gov