Una de las mayores preocupaciones, desde que se inició la pandemia de COVID-19, ha sido cuándo podrían reintegrarse los estudiantes a las clases presenciales. No obstante, a un año del confinamiento, entre algunos padres y cuidadores todavía persisten dudas sobre cuán segura es esta acción.

De acuerdo con el doctor Diego Sainz de la Peña, pediatra y presidente del Comité Institucional de Revisión (IRB, en inglés) del Hospital Auxilio Mutuo, ya se conoce mucho sobre la patofisiología —o cómo se alteran los procesos fisiológicos en presencia de enfermedad o lesión— del virus SARS-CoV-2 y este conocimiento ha ayudado a establecer unas guías que ayudan a despejar muchos de los temores que surgen sobre un posible contagio con la enfermedad que causa.

Aunque “no conocemos algunas cosas [sobre el COVID-19] todavía, sí se ha adelantado mucho en [conocer] la organicidad de esta enfermedad, cómo pasa y qué es lo que pasa. Eso es algo que se ha mirado bien de cerca y está bien adelantado”, asegura el también investigador. Este conocimiento, ha hecho posible validar muchas de las medidas que fueron establecidas desde temprano en la pandemia y comprobar su eficacia en diferentes contextos sociales en diversas partes del mundo, lo cual brinda datos importantes para que los padres y los cuidadores envíen a sus hijos a la escuela con mayor conocimiento y tranquilidad.

De hecho, en días recientes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) dieron a conocer los resultados de tres estudios sobre la implementación de varias estrategias antiCOVID-19 para los grados de kínder a duodécimo en los estados de Utah, Missouri y Florida y que han sido recomendadas por esta entidad. Los hallazgos fueron reveladores, pues, a pesar de la alta tasa de infecciosidad en las áreas donde estaban las escuelas que fueron evaluadas se llegó a conclusiones esperanzadoras: que el uso mandatorio de mascarillas, la ventilación del área y el distanciamiento físico han probado ser eficaces para mitigar la transmisión del virus en las escuelas y que el contagio intraescolar no parece ser mayor que en otros escenarios sociales. Estas observaciones han sido similares en otros estados y países en los que la apertura de las escuelas está en función.

“Las medidas antiCOVID-19, o de prevención de COVID-19, que se están estableciendo en las escuelas siguen básicamente la misma línea de pensamiento que hemos tenido desde que empezamos: distanciamiento, lavado de manos y uso de mascarilla. ¡Eso no lo despinta nadie!”, afirma el jefe de pediatría del Hospital Auxilio Mutuo, quien agrega que “esa necesidad de que se mantenga un orden en estas áreas es de suma importancia porque —como se ve en los artículos publicados por los CDC—, es evidente que han hecho una gran diferencia en evitar la propagación del virus a nivel escolar en aquellos estados que se han mantenido firmes en mantener el distanciamiento, las mascarillas y el lavado de manos”, enfatiza el médico. Resalta, además, que, desde el punto de vista de prevención, “los protocolos establecidos para poder abrir las escuelas han probado ser extremadamente efectivos en aquellos lugares donde ya se han seguido. Se ha demostrado que han funcionado”. Del mismo modo, advierte que, aunque medidas como tomar la temperatura del personal, de los estudiantes y de los visitantes antes de la entrada a los predios de la escuela pudieran ayudar en algo, se debe recordar que no es infalible.

“El 80% de los pacientes que contraen COVID-19, ya sean niños y adultos, no tienen ningún síntoma, así que el mero hecho de cogerle la temperatura y que no tengan fiebre, no excluye la posibilidad de que haya algún niño con COVID-19 dentro de la escuela, así que no nos confiemos diciendo que, porque le vamos a tomar la temperatura a todo el que entra a la escuela, estamos sacando a todos los que estén enfermos. Eso no es así”, dice enérgico, para resaltar que lo mismo ocurre con otras enfermedades virales como la influenza.

¿Cómo han cambiado los protocolos de prevención de COVID-19 recientemente?

Para el doctor Sainz de la Peña es razonable decir que las recomendaciones de prevención “no son exactamente iguales a cuando empezó esto en marzo del año pasado y te diría que la más que ha variado es la del distanciamiento entre persona y persona”, destaca el pediatra, al comentar que, hace poco, los CDC recomendaron 3 pies de separación, aunque en la isla se sigue aconsejando mantener los 6 pies de distancia entre personas.

De otra parte, aunque para algunos pueda parecer contradictorio, de los retos que ha impuesto la pandemia de COVID-19 también se han derivado algunos aspectos positivos en cuanto a salud pública se refiere.

“Especialmente, en estos meses del año, año tras año, es cuando vemos todas las infecciones virales respiratorias. Estamos hablando del virus respiratorio sincitial (RSV, en inglés), que causa la bronquiolitis; de la influenza, de los rinovirus y de un sinnúmero de virus que corren en esta época y que, gracias a lo que ha pasado, entre las mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento, no los hemos visto este año”, enfatiza Sainz de la Peña.

Sobre este particular, describe que, de los varios estudios de investigación que se llevan a cabo en el Hospital Auxilio Mutuo, en estos momentos se lleva a cabo uno con la subvención de los CDC, en el cual están evaluando todos los casos de enfermedades respiratorias que se reciben en las salas de emergencia pediátrica y de adultos en ese hospital.

“En lo que va de este año, hemos tenido solamente dos casos reportados de influenza. Te estoy hablando de que nosotros veíamos, entre las dos salas de emergencia, de 200 a 300 casos. De RSV no hemos visto prácticamente ningún caso. La evidencia científica que tenemos a la mano es que hemos visto una disminución espectacular [de casos], así que las medidas de prevención de COVID-19 a nivel escolar y preescolar han ayudado grandemente a prevenir otro tipo de enfermedades que se transmiten por vía respiratoria”, resaltó Sainz de la Peña.

Comenta que tanto los organismos rectores de la salud, como los CDC y la Academia Americana de Pediatría; los pediatras en Estados Unidos y Puerto Rico, y otros profesionales de la salud han favorecido el retorno a la escuela presencial por varias razones.

“Todo lo que se ha escuchado de problemas psicológicos, psiquiátricos y de comportamiento [entre niños y jóvenes] es real, así que no quepa la menor duda de que nosotros, como grupo, favorecemos que se abran las escuelas presenciales”, resaltó el especialista, para llamar la atención al hecho de que, aun cuando los abuelos u otros miembros de la familia todavía no estén vacunados, “si mantienen las medidas de aislamiento, se ponen sus mascarillas y mantienen las manos lavadas, va a reducirse la posibilidad de enfermarse. Es cuestión de mantener la protección porque se sabe desde el primer día que esas son las medidas que previenen que tú te infectes de otra persona”, acota el médico.

Ante la preocupación sobre la falta de recursos de prevención en algunos planteles escolares, el doctor Sainz de la Peña llamó la atención a la individualización de los recursos.

“Así que si no tienes hand sanitizer, puedes usar agua y jabón sin ningún problema”, recomienda el médico, a la vez que destacó que otras medidas, como el uso de acrílicos para dividir los pupitres, no son obligatorias.

“Las cosas básicas que necesitas para prevenir son: mascarillas, lavado de manos y separación. Eso no es económicamente muy difícil de cumplir”, opina el médico, quien finalmente recomienda a los padres y a los cuidadores que, antes de escuchar y actuar [movidos] por comentarios en la calle, por favor, consulten a su médico o a su pediatra de cabecera. Si tienen dudas u oyen algo que les cause dudas, no lo den por cierto. Consulten con nosotros, que somos los que estamos más al día con todas estas informaciones”.