La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. En Estados Unidos, se estima que, aproximadamente, 1 de cada 6 adultos vive con esta afección, y su prevalencia global continúa en ascenso.

Según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), la prevalencia cruda de diabetes mellitus en Puerto Rico alcanzó un 19.8 % (9 % CI: 17.9-21.6) en el año 2023.

A pesar de estas cifras preocupantes, en los últimos años se han logrado avances científicos notables en la prevención, diagnóstico y tratamiento de la diabetes, que están transformando la manera en que entendemos y manejamos esta enfermedad.

¿Qué es la diabetes mellitus?

La diabetes mellitus se caracteriza por los niveles elevados de glucosa en la sangre. Existen diferentes tipos de diabetes mellitus. Siendo las más comunes la diabetes tipo 1 y tipo 2.

En la diabetes tipo 1, el sistema inmune ataca por error las células beta del páncreas, encargadas de producir insulina. Con el tiempo, esta destrucción causa deficiencia total de insulina.

En la diabetes tipo 2, el problema principal es la resistencia a la insulina, es decir, el cuerpo no utiliza adecuadamente esta hormona. Factores como el sobrepeso, el sedentarismo, la edad y los antecedentes familiares aumentan el riesgo de desarrollarla.

Diagnóstico temprano de la diabetes

La prevención sigue siendo la herramienta más poderosa para reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Una alimentación equilibrada, la actividad física regular, patrones saludables de sueño y el control del peso son pilares fundamentales.

Diversos estudios demuestran que el ejercicio regular no solo mejora el control glucémico, reflejado en menores niveles de hemoglobina A1c, sino que también reduce la presión arterial y mejora la salud cardiovascular.

El diagnóstico temprano mediante pruebas de glucosa en ayunas, hemoglobina A1c o tolerancia a la glucosa son fundamentales para establecer el tratamiento y un monitoreo de las complicaciones relacionadas a la diabetes de acuerdo con las recomendaciones establecidas en los estándares de cuidado de la Asociación Americana de Diabetes.

En el caso de la diabetes tipo 1, además de estas pruebas, se evalúan los niveles de péptido C (prueba que estima la producción de insulina) y la presencia de anticuerpos, que confirman la causa de la enfermedad.

Innovaciones recientes en diabetes tipo 1 y tipo 2

Los avances actuales se centran en nuevos fármacos, tecnología y estrategias de prevención que están transformando la experiencia de vivir con diabetes.

Diabetes tipo 1

Hoy se reconocen tres estadios en la evolución de la diabetes tipo 1:

  • Estadio 1: presencia de dos o más anticuerpos relacionados con la enfermedad, pero niveles de glucosa aún normales.
  • Estadio 2: pérdida progresiva de células beta y niveles de glucosa alterados (disglucemia), sin síntomas evidentes.
  • Estadio 3: destrucción significativa de las células beta, con aparición de síntomas como pérdida de peso, sed intensa, hambre excesiva y micción frecuente.

Uno de los avances más prometedores es teplizumab, un medicamento aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que puede retrasar la aparición clínica de la diabetes tipo 1. Está indicado para personas mayores de 8 años con anticuerpos relacionados y que se encuentran en el estadio 2 de la enfermedad.

Identificar a tiempo a quienes están en riesgo, permite ofrecer un seguimiento cercano e intervención temprana, evitando complicaciones graves como la cetoacidosis diabética, que a menudo es la primera manifestación clínica en un 30 a 60 % de los diagnósticos de diabetes tipo 1 en Estados Unidos y hasta en un 70 % de los diagnósticos en áreas con menor acceso a cuidado médico.

Las personas con familiares cercanos con diabetes tipo 1 pueden conocer su riesgo y participar en estudios preventivos a través de www.trialnet.com.

Diabetes tipo 2

Los agonistas del receptor GLP-1 y/o GIP y los inhibidores de SGLT2 han revolucionado el manejo de la diabetes tipo 2, demostrando beneficios más allá del control de glucosa como reducción del riesgo cardiovascular, protección renal, control de peso, mejoría de la apnea del sueño, hipertensión y de hígado graso.

Estos hallazgos han cambiado el enfoque terapéutico: ya no se centra únicamente en alcanzar una meta de hemoglobina A1c, sino en prevenir complicaciones que podrían afectar la calidad de vida del paciente.

Tecnología aplicada al manejo

Los avances tecnológicos son otro pilar de esta nueva era en el manejo de la diabetes mellitus.

Los monitores continuos de glucosa (MCG), aunque más comunes en la diabetes tipo 1, también han mostrado beneficios en la diabetes tipo 2: ayudan a mantener mejores niveles de glucosa, reducen los episodios de hipoglucemia y alivian la carga emocional del autocontrol diario.

El desarrollo de microinfusoras de insulina integradas con MCG y algoritmos inteligentes han transformado el tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2, que dependen de múltiples inyecciones diarias de insulina. Estos sistemas pueden ajustar o suspender la insulina automáticamente ante el riesgo de hipoglucemia y adaptarse a variables que afectan los niveles de glucosa como el ejercicio, el sueño, el ciclo menstrual o los patrones alimentarios.

Entre los avances más recientes destaca el sistema iLet, que simplifica la administración de insulina al eliminar la necesidad de contar carbohidratos. El usuario solo indica si la comida es similar, menor o mayor que su ingesta de carbohidratos habitual, y el dispositivo calcula la dosis necesaria.

Además, tanto el iLet como otros sistemas modernos (Medtronic, Tandem, Mobi, Omnipod) se conectan a aplicaciones móviles y/o plataformas en línea que permiten compartir datos y, en el caso de algunos de los sensores de glucosa, alertas en tiempo real con familiares, cuidadores o profesionales de la salud. Esto facilita un monitoreo remoto más seguro y personalizado, mejora la comunicación con el equipo médico y brinda apoyo constante al paciente.

No obstante, aún existen desafíos relacionados con el acceso equitativo a estas tecnologías.

Perspectivas futuras

  • El futuro del manejo de la diabetes es cada vez más prometedor.

Se investigan insulinas de acción ultralarga, medicamentos de nueva generación y nuevos desarrollos de sensores y sistemas automatizados de administración de insulina que buscan simplificar el tratamiento diario.

Las terapias inmunomoduladoras, la investigación genética y los estudios enfocados en el trasplante de células beta, también ofrecen esperanza de nuevos tratamientos y enfoques preventivos, especialmente para la diabetes tipo 1.

  • La diabetes mellitus ya no es sinónimo de complicaciones inevitables.

Gracias a los avances en los medicamentos, la tecnología y las estrategias de prevención, hoy es posible vivir con plenitud y buena salud.

La clave está en la educación, el autocuidado y la promoción de un acceso equitativo a las innovaciones médicas.

Cada paso en la ciencia representa una oportunidad más para que las personas con diabetes vivan más años, con mejor calidad de vida y mayor bienestar.

Referencias:

1. Ziegler AG, Cengiz E, Kay TWH.Lancet (London, England). 2025;406(10511):1520-1534.

2. Quattrin T, Mastrandrea LD, Walker LSK. Lancet (London, England). 2023;401(10394):2149-2162.

3. Tegegne BA, Adugna A, Yenet A, et al. Frontiers in Endocrinology. 2024

4. Diabetes Care December 2024, Vol.48, S1-S343.

La autora es endocrinóloga clínica. Su oficina está en Escorial Building One, oficina 240, en Carolina. Para información, llama el 787-463-0661.