Mejorar la calidad de vida de las personas con psoriasis es el objetivo principal que se proponen los organismos mundiales que se ocupan de abogar por mejores tratamientos, accesibles, asequibles, desde la equidad y con un fuerte compromiso de concienciación y educación. Asimismo, la investigación científica dirige su empeño en conocer a profundidad esta enfermedad para desarrollar terapias innovadoras y óptimas.

Actualmente, los tratamientos incluyen los medicamentos que se aplican directamente a la piel, la fototerapia, en la que se usa luz ultravioleta; los medicamentos biológicos y los tratamientos orales. Las terapias alternativas también son parte del enfoque integrador para ayudar al alivio de los síntomas.

“Desde hace varios años, la investigación ha sido dirigida a los medicamentos biológicos y las moléculas pequeñas”, apuntó el doctor Gregorio Cortés Maisonet. “Se ha visto una mejoría en los pacientes por este tipo de mecanismo de acción que es bastante diferente a lo que había entonces”, agregó.

Al revisar la literatura científica, se expone que, mientras los tratamientos biológicos hacen uso de sustancias hechas a partir de organismos vivos –que ocurren naturalmente en el cuerpo o se producen en un laboratorio– para bloquear partes específicas del sistema inmunitario, las moléculas pequeñas tienen un objetivo intracelular.

“Ahora se trata como una enfermedad sistémica. La psoriasis no solo afecta la piel sino [también] los órganos internos. Esa misma inflamación [en la piel] se produce en otros órganos”, señaló el presidente y director de investigación de GCM Medical Group.

Por esta razón, se llevan a cabo estudios que atienden la asociación entre la psoriasis y comorbilidades como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Acerca de la investigación llevada a cabo, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) compartió en 2020 los hallazgos del jefe del Laboratorio de Inflamación y Enfermedades Cardiometabólicas del NHLBI y su equipo de trabajo. “Las terapias biológicas que reducen la inflamación en todo el cuerpo y minimizan las lesiones cutáneas también podrían reducir la acumulación de una placa potencialmente mortal en las arterias del corazón de las personas con psoriasis”, publicó el instituto.

En cuanto al conocimiento que se tiene de la enfermedad, los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) publicaron una actualización el pasado junio. Un equipo de investigación financiado por los NIH analizó 25 muestras de piel de personas con y sin psoriasis. De las personas con psoriasis, se incluyeron muestras de piel con y sin lesiones, y de aquellos con y sin artritis psoriásica.

Además de encontrar diferencias significativas entre la piel sana y la que tenía lesiones, hallaron diferencias tisulares (se refiere a los tejidos) entre la piel aparentemente sana en personas con y sin psoriasis, y una variación en la actividad genética según la gravedad de la enfermedad.

“Los investigadores esperan que los resultados sirvan de base para futuros estudios sobre cómo la inflamación en un sitio de la piel puede provocar complicaciones en otras partes del cuerpo”, presenta el texto Una comprensión celular y molecular de la psoriasis.

A la pregunta sobre qué aspectos de la psoriasis deben ocupar un papel destacado en las próximas investigaciones, el doctor Cortés Maisonet enumeró los desencadenantes de los diferentes tipos de psoriasis, la gravedad de la enfermedad en ciertos grupos poblacionales y las diferencias en la efectividad de los tratamientos.

Por su parte, la dermatóloga y dermatopatóloga Tania González Santiago habló sobre la importancia de dirigir la investigación hacia el estudio genético y la medicina de precisión.

A su vez, la reumatóloga Paloma Alejandro destacó la importancia de que se descubran nuevos mecanismos o diversos marcadores en sangre para poder diagnosticar la enfermedad psoriásica. Igualmente, resaltó la búsqueda de tratamientos que mantengan la remisión a largo plazo.

“Un desafío importante en el tratamiento de la artritis psoriásica es la dificultad de detectar pacientes con enfermedad temprana o sutil. La búsqueda de imágenes altamente sensibles y biomarcadores de la actividad temprana de la enfermedad es de considerable interés para diagnosticar e, idealmente, evaluar la respuesta al tratamiento en pacientes con artritis psoriásica”, compartió el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés) acerca del evento Mesa redonda sobre brechas y oportunidades emergentes en la artritis psoriásica.

Este año, en el que el Día Mundial de la Psoriasis fue dedicado a abogar por la atención médica accesible, asequible y de calidad para todas las personas con la enfermedad, el presidente de GCM Medical Group subrayó la importancia de la educación sobre mejores prácticas para el manejo de la enfermedad, dirigida al personal sanitario.

Actualmente, el centro de investigación que dirige Cortés Maisonet lleva a cabo dos investigaciones sobre psoriasis y una acerca de la artritis psoriásica para estudiar la efectividad de nuevos productos farmacológicos. Asimismo, GCM Medical Group realiza una investigación sobre psoriasis en la población pediátrica entre los seis y los 17 años.

“La investigación se ha convertido en una alternativa adicional al tratamiento”, sostuvo Cortés Maisonet. “Se lleva a cabo con los más altos estándares de calidad para asegurar el bienestar de los pacientes”, afirmó, al comentar que los estudios clínicos están regidos por los principios de ética y derechos humanos.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.