Los especialistas en dermatología son los primeros en línea para realizar el diagnóstico y atender esta enfermedad que no tiene cura. No obstante, hay dificultades en la identificación de la psoriasis.

“La detección es uno de los retos porque se hace evaluando la piel, pero no siempre hay un hallazgo obvio”, señaló la dermatóloga Tania González Santiago. Para el diagnóstico, se evalúan las uñas, se examina la piel y el cuero cabelludo es revisado en detalle. Además, la entrevistada mencionó que no hay una prueba de laboratorio específica para diagnosticar la psoriasis. “Ni siquiera la biopsia es definitiva”, dijo la doctora González Santiago.

Este procedimiento es utilizado para descartar otras enfermedades que pueden confundirse con la psoriasis como el eccema.

Con respecto a la prognosis de la enfermedad, en este caso, la mejoría de los síntomas, la también dermatopatóloga sostuvo que el pronóstico es muy bueno, si se diagnostica a tiempo y se inicia el tratamiento oportunamente. De acuerdo con la especialista, si no se trata a tiempo, la psoriasis puede ser progresiva y desarrollar artritis psoriásica.

En 2019, la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) y la Fundación Nacional de Psoriasis (NPF, por sus siglas en inglés) publicaron las directrices conjuntas para el manejo y el tratamiento de la psoriasis en la población pediátrica.

“Dado que la psoriasis puede aumentar el riesgo de que una persona desarrolle ciertas enfermedades como la diabetes, las nuevas directrices abordan algunas de esas comorbilidades en los jóvenes”, expuso la AAD mediante comunicado de prensa. La relación entre obesidad, enfermedad inflamatoria intestinal y diabetes tipo 1 y la psoriasis se contempla en las guías.

Asimismo, la AAD y la NPF han publicado varias guías para el manejo y el tratamiento de la psoriasis con diversas terapias como las biológicas.

“Generalmente, los pacientes con psoriasis son manejados por dermatólogos, pero [entre] un 40 a un 60 % [de estos] puede desarrollar, desde el diagnóstico inicial y los próximos diez años, artritis psoriásica”, señaló la reumatóloga Paloma Alejandro.

Por esta razón, la colaboración entre dermatólogos y reumatólogos es relevante en la atención y el tratamiento de la enfermedad psoriásica.

En cuanto a los tratamientos disponibles, la doctora González Santiago mencionó los tópicos, que son cremas o ungüentos; la terapia de luz ultravioleta –que no es común en Puerto Rico–; los medicamentos por vía oral, que son generalmente inmunosupresores; y los agentes biológicos. Estos últimos van dirigidos a partes específicas del sistema inmunitario.

“El tratamiento es individualizado. Depende de la edad del paciente, si tiene historial de cáncer, cuándo se detecta la psoriasis y si tiene síntomas de artritis o enfermedades gastrointestinales”, enumeró la dermatóloga sobre algunos de los elementos que se toman en cuenta antes de decidir la terapia.

Ciertamente, la medicina de precisión está siendo considerada en el manejo de la psoriasis. Este tipo de medicina toma en cuenta aspectos como el perfil genético, el entorno y el estilo de vida para guiar las decisiones sobre prevención, diagnóstico y tratamiento.

“A pesar de que ahora tenemos más de diez tratamientos para escoger, [la psoriasis] se continúa estudiando para seguir avanzando en el tratamiento porque es una enfermedad que abarca múltiples sistemas y órganos”, apuntó González Santiago.

Así lo establece un estudio financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) que muestra los hallazgos sobre el rol de las inmunoterapias que tratan las afecciones inflamatorias en la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

“Ahora, los investigadores aportan, por primera vez, pruebas en humanos de que el tratamiento de una afección inflamatoria conocida con terapia biológica –un tipo de fármacos que suprimen el sistema inmunitario–, se asoció a una reducción de la enfermedad arterial coronaria, en particular de la placa propensa a la rotura que suele provocar un infarto de miocardio”, informó el NHLBI, mediante un comunicado de prensa en el 2019.

Por otro lado, el pasado junio, la AAD anunció el lanzamiento de un proyecto vinculado a la gestión de datos y la inteligencia artificial para el desarrollo de recursos educativos que mejoren la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes con psoriasis pustulosa generalizada.

“Los pacientes con psoriasis pustulosa generalizada requieren atención médica inmediata; sin embargo, a menudo no se diagnostican o se diagnostican erróneamente, lo que retrasa el tratamiento [lo que] puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales”, declaró la AAD en un comunicado de prensa.

Junto a los tratamientos, los especialistas pueden recomendar ciertos hábitos para ayudarte a mejorar la calidad de vida y aliviar los síntomas. Entre ellos, el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS, por sus siglas en inglés) incluye: mantener un peso saludable, no fumar, moderar el consumo de alcohol, bañarte con agua tibia y usar un jabón suave al que se le haya agregado aceites.

Igualmente, debes consultar a tu médico sobre la exposición al sol. “La luz solar limitada puede aliviar los síntomas, pero demasiada exposición puede empeorarlos”, afirma el NIAMS. A su vez, es importante que reconozcas los factores que desencadenan los brotes de la psoriasis para que puedas evitarlos.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.