La fibrilación auricular o atrial es la arritmia cardíaca más común e involucra las dos cámaras superiores (aurículas) del corazón. Afecta a cerca de 5 millones de personas en Estados Unidos y aproximadamente a 33.5 millones en todo el mundo.

Las arritmias son unas alteraciones en el funcionamiento de la red eléctrica del corazón que modifican el ritmo cardíaco y tienen repercusión en la función de bombeo de este órgano, disminuyendo su eficacia. Hay varios tipos de arritmias, algunas pueden descubrirse accidentalmente por un electrocardiograma rutinario y otras pueden ser la causa de muerte súbita.

La fibrilación auricular es un tipo de latido irregular que puede incrementar el riesgo de ataques cerebrovasculares y fallo cardíaco, entre otras complicaciones.

Cuando se presenta la fibrilación auricular, las cámaras superiores del corazón laten de forma irregular, sin coordinación con las cámaras inferiores, lo que altera el ritmo cardíaco de forma dramática. El rango normal del ritmo cardíaco normal es de entre 60 a 100 latidos por minuto. Con la fibrilación auricular la frecuencia cardíaca puede incrementarse de 100 a 175 latidos por minuto, y podría hasta exceder estos valores en casos extremos.

Algunos síntomas que puede presentar el paciente con fibrilación auricular son:

  • Palpitaciones
  • Dificultad para respirar
  • Debilidad
  • Mareo
  • Dolor en el pecho
  • Desmayo

Además, el riesgo de accidente cerebrovascular asociado con la fibrilación auricular es 5 a 6 veces más probable que aquellos que no se ven afectados.

La fibrilación atrial puede presentarse de manera paroxística, persistente o permanente. En el paciente con episodios paroxísticos, la arritmia dura de minutos a días, mientras que los pacientes con episodios persistentes y permanentes manifiestan la arritmia de manera continua por tiempos más largos, desde semanas y hasta años.

Los factores que aumentan el riesgo para desarrollar fibrilación auricular pueden ser diversos, entre estos:

  • Hipertensión
  • Historial de infartos cardíacos o enfermedad arterial coronaria
  • Defectos en las válvulas del corazón
  • Defectos congénitos cardiovasculares
  • Enfermedades del pulmón
  • Apnea del sueño
  • Obesidad

Sin embargo, todos estamos en riesgo de desarrollarla aunque no tengamos condiciones crónicas.

El tratamiento para esta condición dependerá del tipo de fibrilación auricular que presente el paciente. En Puerto Rico tenemos disponibles diversas opciones, entre las cuales están la terapia con medicamentos y la ablación, un procedimiento mínimamente invasivo en el cual se introducen catéteres en las cámaras cardíacas a través de la vía femoral para eliminar los impulsos eléctricos anormales que ocasionan las diversas arritmias.

La fibrilación auricular es una condición que no debemos subestimar. Si sospechas que has tenido algún síntoma o arritmia, consulta de inmediato a un especialista en electrofisiología.

Para atender tu salud cardiovascular hoy mismo, puedes coordinar tu cita llamando Centro Médico Menonita de Cayey al 787-535-1001 extensiones 4600 o 3219. El autor es electrofisiólogo en el Cardiovascular del Centro Médico Menonita de Cayey.